Devocional Día 61
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración
El modelo de oración de Jesús
El secreto del éxito de Jesús en el ministerio era un estilo de vida de oración.
De todas las cosas que los discípulos de Jesús observaron decir y hacer en Él, la Biblia registra solamente la que ellos le pidieron que les enseñara, cómo orar (Lucas 11:1). Nos podemos preguntar: "¿Por qué pedirían los discípulos que les enseñara a orar en vez de hacer 'grandes cosas' como alimentar multitudes, calmar tempestades, echar fuera demonios, sanar a los enfermos, resucitar muertos o andar sobre las aguas?" Es porque ellos vieron que Jesús oraba más que cualquier otra cosa.
LO QUE LOS DISCÍPULOS OBSERVARON
Los discípulos vivían con Jesús. Ellos iban a dondequiera que él iba y lo observaron por tres años y medio. Basados en las Escrituras, podemos deducir que Cristo oró por aproximadamente cuatro o cinco horas cada mañana. También Él oró en otras ocasiones.
Por ejemplo, dicen las Escrituras: "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y fue a un lugar desierto, y allí oraba" (Marcos 1:35). Jesús se levantaba mientras los discípulos estaban todavía roncando y se escabullía sin que lo advirtieran, yéndose detrás de un arbusto o una roca para orar por horas. Mientras ellos dormían, Él oraba. Luego se levantaban los discípulos y preguntaban: "¿Dónde está el Maestro?" Cuando ellos eventualmente lo encontraban, lo miraban orando. Ellos veían esto cada mañana. Él pasaba cinco horas con Dios, Su Padre. Luego Él les decía: "Vamos a Jerusalén" o a cualquier otra parte donde Él pasaría dos segundos sanando a un hombre ciego. Note la relación: Él pasó cinco horas haciendo una cosa y unos pocos segundos haciendo otra cosa. Él continuamente operaba de esa manera. Él pasaría cinco horas orando y dos minutos echando fuera un demonio o un minuto sanando a un leproso.
Los discípulos se dirían entre sí: "Es impresionante. Limpió al leproso en sesenta segundos, pero pasó cinco horas en oración esta mañana. Esto debe significar que lo que Él hace en la mañana es todavía más importante que cualquier otra cosa que Él haga durante el día".
"Se logra hacer la mayor parte del trabajo por medio de la oración que haciendo el trabajo mismo". —Martín Lutero
Hoy en día, la iglesia todavía no ha entiende esta verdad. Pasamos cinco minutos con Dios y luego tratamos de hacer muchas horas de trabajo en Su nombre. Jesús podía echar fuera un demonio con sólo decir una palabra. Él podía decir: "Sal fuera" y saldría. Eso le tomaba alrededor de dos minutos. Sin embargo, Él había pasado cinco horas orando. ¿Cómo sacamos nosotros un demonio? Pasamos cinco horas trabajando y luego decimos: "Sal fuera". Cuando el demonio no sale, le decimos a alguien que lo saque. Pasamos todo ese tiempo tratando de sacar un demonio cuando personalmente nosotros mismos nos hemos preparado en oración por sólo unos cinco minutos esa mañana.Martín Lutero, uno de los monjes católicos más grandes, inició la Reforma que creó el Movimiento Protestante y cambió el curso del mundo. Martín Lutero dijo algo al efecto de: "Cuando tengo mucho que hacer en el día, paso más tiempo en oración, porque se logra hacer la mayor parte del trabajo por medio de la oración que haciendo el trabajo mismo". Él estaba en lo correcto. Si yo estoy demasiado ocupado para orar, estoy demasiado ocupado. Si usted está demasiado ocupado para orar, está usted demasiado ocupado.
Realmente nunca podemos estar demasiado ocupados para orar porque el orar hace nuestras vidas más concentradas, eficientes y pacíficas. Aprender este principio ha sido esencial en mi vida. Cuando tengo muchas cosas en mi mente y en mi corazón, mucha confusión en mi vida o enfrentamiento con circunstancias arrolladoras, yo no trato de abordar estos problemas por mí mismo, voy a Dios en oración y Él me da la sabiduría y la guía que necesito para tratarlos.
Las horas con Dios hacen que los minutos con los hombres sean efectivos.
A menudo contamos: "Este es el día que hizo el Señor". Me imagino a Dios diciéndonos: "Si este es Mi día, ¿entonces por qué no vienes y hablas de eso conmigo?" Necesitamos pedirle nuestra agenda del día. Hacemos muchas cosas en el día de Dios, las cuales Él no había planeado para nosotros. Una hora con Dios podría cumplir diez horas de trabajo porque usted ya no se estaría enfrentando a pruebas y errores. Dios le diría a usted lo que realmente es importante, comparado con lo que parece ser urgente. Él le dirá a usted lo que debería hacer ahora y lo que no debería hacer. La voluntad sobrenatural de Dios le da a usted sabiduría para tratar con su situación. Usted será capaz de hacer que cada acto cuente en vez de hacer diez cosas para lograr una. La oración le capacitará para pensar clara y sabiamente. Le dará discernimiento que de otra manera usted no lo podría tener. Jesús era preciso en Su conocimiento de lo que era importante porque Él pasaba tiempo con el Padre. Las horas con Dios hacen que los minutos con los hombres sean efectivos
Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por tu comentario