Te invitamos a visitarnos en:

http://www.laquepagina.es.tl/


Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Salmo 37:4 BLS

martes, 6 de septiembre de 2011

Devocional Día 62

Devocional Día 62
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración



RESULTADOS DE LA INTIMIDAD CON EL PADRE


En Juan 5:1-9, leemos que Jesús hizo grandes milagros. Sanó a un hombre que por treinta y ocho años había estado enfermo. El pueblo reaccionó a esta sanidad; ellos estaban profundamente impresionados. Algunos estaban furiosos. Otros querían respuestas. Jesús les explicó algo a ellos que muchos de nosotros estamos aun tratando de entender. Cuando yo descubrí la profunda verdad que estaba enseñando aquí Jesús, eso cambió toda mi vida—mi perspectiva de mí mismo y mi relación con el Padre. "Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: 'Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo'" (vv. 16-17). En la Nueva Versión Internacional se lee: "Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo".

En realidad, lo que Cristo estaba diciendo a aquellos que cuestionaban Su sanidad fue: "Yo pasé el tiempo con mi Padre esta mañana. Ya he resuelto lo que Me correspondía en todo el día, porque confraternizo con Aquel que hizo los días. Mi Padre ya ha sanado las personas que yo estoy tocando. Sus sanidades son el resultado de Mi conocimiento de lo que Mi Padre está haciendo. Yo sólo lo estoy manifestando. Mi Padre trabaja; por consiguiente, Yo trabajo". En el fondo, lo que hacemos debería ser una manifestación de lo que el Padre ya hizo.

¡Que manera de vivir! "Esta mañana en oración, vi sanado este hombre enfermo, por eso vine a sanarlo este mediodía. ¿Por qué? "Mi Padre ya lo había limpiado. Yo he venido a manifestarlo".

Mire el siguiente versículo: "Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios" (Juan 5:18). En otras palabras, Jesús estaba diciendo que Dios era su Fuente íntima, personal. Sus detractores no podían comprender eso.

Jesús les explicó cómo funcionaba Su intimidad con el Padre.

De cierto, de cierto, os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace (vv. 19-20).

Pasamos la mayor parte del tiempo durante el día tratando de suponer lo que Dios quiere que hagamos nosotros y perdemos todo el día. Cristo nos está diciendo: "Yo voy primero al Padre; veo lo que Él ya hizo, y yo lo hago". Este es el modelo que Él quiere que sigamos. Recuerde que la oración es el medio por el cual el hombre descubre lo que Dios ya hizo de lo que no se veía, de ese modo le da permiso celestial, por medio de la fe, para manifestarlo en la tierra. "Todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo" (Mateo 18:18).

Cuando usted pasa el tiempo con Dios, Él revela lo que usted debe hacer posteriormente.

Cuando usted pasa tiempo con Dios por la mañana, o a cualquier hora, Él empieza a mostrarle lo que se supone debe hacer posteriormente. La oración le ahorra tiempo. Muchos de nosotros decimos que creemos en este principio, pero realmente no es cierto. Evadimos la oración porque pensamos que es pérdida de tiempo o que es de menor importancia que otras actividades. ¿Por qué Jesús pasaba horas en oración? Es porque Él tenía una genuina relación con el Padre, y cualquier relación requiere tiempo para edificarla y mantenerla. Dios nos está diciendo: "Ustedes habrán hecho más en Mi presencia que lo que realicen en la presencia de otros. Ustedes pierden el día hablando cosas triviales con otros. Ellos no están contribuyendo en nada a tu futuro. Ellos sólo hablan por hablar. Te sientas y pasas dos o tres horas hablando de política. Al final, nada ha sido resuelto, nada ha cambiado y tú quedas deprimido. Deberías haber pasado todas esas horas sobre tus rodillas orando por el gobierno, las pandillas y cualquier otra situación". A menudo descubrimos que cuando pasamos tiempo en oración, Dios empieza a hacer uso de nosotros para cambiar las circunstancias.



Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por tu comentario

Create your own visitor map