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Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Salmo 37:4 BLS

martes, 13 de mayo de 2014

Enfermedades tecnológicas

Enfermedades tecnológicas
Por: Juan Sebastián Ramírez-Navas


Este termino lo escuche esta mañana y me llamó la atención. Así que aquí les dejo una definición.

El término enfermedades tecnológicas se utiliza para referirse a todo aquel conjunto de patologías cuyo origen o causa se encuentra en el entorno tecnológico; específicamente en el uso del ordenador, el teléfono móvil, los videojuegos y cualquier otro tipo de Gadget.

Para que se tenga una idea del esfuerzo que se realiza cuando nos enfrentamos a la tecnología, baste puntualizar que cuando utilizamos el ordenador ejecutamos entre 12.000 y 33.000 movimientos de cabeza, las pupilas reaccionan de 4.000 a 17.000 veces y además, se suelen ejecutar unas 30 mil pulsaciones de teclado.

A continuación les presento dos ejemplos de este tipo de enfermedades:

El Síndrome del Móvil Fantasma


Esta es la primera enfermedad tecnológica (ET) que quiero comentar en mi blog. El síndrome del Móvil Fantasma incluyen dos ET
  • la Vibración Fantasma (también conocido como vibranxiety),y
  • el Sonido Fantasma (conocido como ringanxiety).
En ambos casos hace referencia a que la persona afirma haber sentido la vibración del móvil o su tono de llamada  aunque realmente no ha existido tal manifestación. Este síndrome se acompaña con dolores de cabeza, insomnio e irritabilidad.  Es un efecto ilusorio provocado por la dependencia del móvil que, como toda adicción, se acompaña de la correspondiente crisis de abstinencia cuando nos separamos de la tecnología.

Síndrome Visual del Ordenador


Si no quieren que los ojos se les pongan como los de nuestro amigo (el de la foto), entonces presenten atención a esta información.

En los últimos años se viene presentando una nueva patología entre las personas que utilizan intensamente el computador (más de 4 horas diarias).

Quien usa monitores todos los días durante mucho tiempo, somete sus ojos a un esfuerzo antinatural, para ver en la pantalla imágenes retoiluminadas artificialmente, trabajo que nunca han exigido tanto a los ojos en el transcurso de nuestra evolución y que produce una serie de problemas que denominamos SÍNDROME VISUAL DEL COMPUTADOR (SVC).

Signos y síntomas

En los ojos

  • Visión borrosa, fatiga, fotofobia, lagrimeo.
  • Pterigios, blefaritis, o inflamación de los párpados.
  • Ardor, irritación.
  • Aumento de la miopía y pseudo miopía por exceso de acomodación.
  • Sequedad ocular, ojo rojo, pesadez, sensación de arena, dolor ocular.
Generales
  • Rigidez y dolor de hombros, cuello, espalda, brazos, muñecas y manos.
  • Cefaleas, nauseas, mareos y vértigos
Causas
  • Iluminación deficiente, baja resolución de la pantalla, muchos reflejos en la pantalla, mala ventilación del ambiente, posturas inadecuadas.
  • Defectos visuales sin corregir, lentes de contacto con baja permeabilidad al oxígeno.
  • Aire acondicionado permanente
  • Parpadeo insuficiente
  • Pantalla arriba de la cabeza, lo que produce una apertura palpebral más amplia, por consiguiente mayor superficie ocular expuesta y mayor sequedad.
Manejo general
  • Prepararse sicológica y físicamente para aceptar sus efectos, si no los quiere, no debe usar pantallas intensamente.
  • Cuidar la postura y ubicar la pantalla abajo de la cabeza a una distancia mínima de 60 centímetros.
  • Descartar otras patologías con los mismo síntomas del SVC, como el estrés.
  • También es importante relacionar el consumo de algunos fármacos, como antidepresivos, antihistamínicos y antiacné, pues producen resequedad general.
  • Usar pantallas de alta resolución, disminuir el brillo y aumentar el contraste.
  • Evitar el aire acondicionado excesivo. El lugar debe tener una humedad entre el 40 y el 65%.
  • Buena iluminación del sitio en general, pero indirecta a la pantalla. No trabajar en sitios oscuros.
  • Hacer deporte y alimentarse naturalmente con base en verduras y frutas.

Manejo visual
  • Corregir los defectos visuales con lentes antirreflejos y filtro uv adaptados. Sin antirreflejos se multiplica el esfuerzo de la vista por involucrar los brillos del monitor más las gafas. Si usa lentes de contacto deben ser de alta permeabilidad al oxígeno.
  • Parpadear permanentemente y masajear los ojos cerrados hacia el extremo superior externo, donde se ubican las glándulas lagrimales, al menos 4 o 5 veces al día; más que todo al terminar las jornadas.
  • Descansar los ojos enfocando algo a la distancia por 10 o 20 segundos, varias veces al día, pues los ojos hiperacomodan en la pantalla y se relajan fijando lejos; tener en cuenta que las imágenes se notifiquen en 1 o 2 segundos cuando miramos de lejos a cerca o al revés.
  • Aplicarse gotas lubricantes como complemento a las lágrimas naturales, cada hora mientras usa la pantalla.
  • No acercarse menos de 50 cm de la pantalla.
  • Usar lentes con filtro uv con prescripción de distancia al terminar la jornada, para proteger los ojos del sol y del viento.
Aquí les dejo un video de ejercicios para la vista:


Fuente: http://www.opticas.info 
Fuente: www.losmedicamentos.net

lunes, 12 de mayo de 2014

Siete errores que destruyen parejas

Siete errores que destruyen parejas


Todos cometemos errores alguna vez, y de todo error cometido podemos aprender una lección. Con una relación de pareja funciona de la misma manera, nadie nace sabiendo cómo amar de la mejor manera a otra persona.

Lo cierto es que los problemas, divorcios y rupturas amorosas son cada vez más frecuentes. La Unidad de Atención Psicológica (UPA) de Cataluña, España, afirma que el común denominador en los casos de “desamor” que atienden es que “las personas no saben la importancia de tener un concepto de pareja, en cambio, se conforman con saber lo que quieren de la otra persona”.

Estos y otros motivos, pueden destruir tu relación rápidamente.

1. Reprimir lo que sientes. Esto sólo te llevará a la frustración. En una relación, es importante compartir quienes somos y eso incluye lo que pensamos y sentimos. Hablar e incluso explotar y llorar es necesario para estar sanos y contribuir a una relación saludable.

Un estudio del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Educación a Distancia (UNED), de España. Afirma que ocultar sentimientos de desagrado e ira puede llevarnos a sufrir problemas cardiovasculares y serios trastornos emocionales.

2. Esperar a que cambie. Esto quizá no ocurra jamás y a ti se te podrán pasar los años esperando. Es mucho más saludable para tus emociones, amar a esa persona tal y como es, o alejarte en caso de que su compañía no contribuya a tu bienestar.

3. No tener un plan claro. Toda misión necesita un objetivo, algo que motive a seguir. Con la pareja ocurre lo mismo. Si dejamos todo al fuerte amor que sentimos y no nos ocupamos de nuestras metas como pareja, la insatisfacción puede tocar a nuestra puerta y el amor no será suficiente para soportar el peso del “tiempo perdido”.

4. Encerrarse en “su amor”. Es natural, que durante una etapa del enamoramiento sintamos que no nos hace falta nada ni nadie; sin embargo, prolongar actitudes antisociales puede aislarnos y generar insatisfacción en ambos. Recuerda que somos seres sociales y esto nos enriquece. Una relación aislada perderá su componente de interés rápidamente pues no tendrán nada nuevo que ofrecerse.

5. Sentir celos de todos y de todo. Hacer una escena de celos en cualquier parte y por cualquier razón puede terminar tu relación más rápido de lo que crees. Éstas conductas a menudo acarrean comportamientos insanos que pueden producir trastornos sicológicos extremos.  Existen celos comprensibles y naturales, pero los celos no deben tomar el control de tu relación.

6. No apoyar. Una pareja se consolida en las buenas y en las malas. Abandonar a tu pareja cuando está pasando por un mal momento puede ser una de las señales más fuertes de desinterés. Esto puede provocar mucho daño en la otra persona. Ocurre lo mismo cuando no celebras sus logros.

7. Mentir. La confianza es primordial en cualquier relación, no sólo la amorosa. Ésta nos permite construir con otras personas y compartir nuestras capacidades. Las mentiras y las infidelidades pueden lesionar seriamente la confianza de pareja. Por ello, es mejor hablar lo que sentimos a tiempo y abiertamente.

Robert J. Sternberg, ex presidente de la APA (American Psichology Asociation) establecía varios  puntos para dotar de armonía una pareja. La comunicación, el apoyo, la filosofía de vida y la dinámica de las discusiones son algunos de los que pueden ayudarnos a no cometer errores que nos lleven a terminar con nuestra relación de pareja.

Te recomendamos escuchar esta conferencia sobre el matrimonio (Clic aquí)

Fuente:salud180.com

Preparación para el matrimonio

"Preparación para el matrimonio"
Curso en video

Durante un seminario para matrimonios

Durante un seminario para matrimonios


En cierta ocasión durante un seminario para matrimonios, le preguntaron a un Hombre:

-Te hace feliz tu esposa?
¿Verdaderamente te hace feliz?

En ese momento la esposa levantó ligeramente el cuello en señal de seguridad, sabía que su esposo diría que sí, pués el jamás se había quejado durante su matrimonio.

Sin embargo el esposo respondió con un rotundo

- 'No... no me hace feliz'

Y ante el asombro de la mujer... continuó:

- 'No me hace feliz... ¡Yo soy feliz! ...

El que yo sea feliz o no, eso no depende de ella, sino de mí. Yo soy la única persona, de quien depende, mi felicidad. Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera... de alguna persona, cosa... ó circunstancia... sobre la faz de esta tierra, yo estaría en serios problemas.

Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente... 
el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable.
A través de toda mi vida, he aprendido algo; decido ser feliz y lo demás lo llamo...
'experiencias':
amar,
perdonar,
ayudar,
comprender,
aceptar,
escuchar,
consolar.

Hay gente que dice:
- No puedo ser feliz ... porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró...

Pero... lo que no sabes es que... PUEDES SER FELIZ....
aunque... estés enfermo,
aunque... haga calor,
aunque... no tengas dinero, 
aunque ...alguien te haya insultado, 
aunque ...alguien no te amó,
o no te haya valorado.
La vida es como andar en bicicleta... te caes, sólo si dejas de pedalear

SER FELIZ ES
UNA ACTITUD ANTE LA VIDA
QUE CADA UNO DECIDE

La soledad en el matrimonio

La soledad en el matrimonio

Fuente: mail de nuestra corresponsal Paolita... gracias
Fuente original: al parecer http://www.renuevodeplenitud.com/


Es increíble, pero lamentablemente es una realidad. Muchos matrimonios sufren de soledad individual!Genesis 2:18 Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él».Genesis 2:24: Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.

Es evidente que una de las razones más importantes por las que Dios creó el Matrimonio, fue resolver un asunto de soledad y que ambos desarrollaran un compañerismo tal que pudieran verse como una sola carne.

Cuando dos personas se unen en Matrimonio, sueñan con una vida juntos para toda la vida. Sus anhelos e ilusiones tienen que ver con una vida, juntos felices y para siempre. Nadie se casa pensando que se va a separar o a divorciar en un futuro. Nadie se casa pensando que la relación no va a funcionar. Todos nos casamos pensando que esa persona con la que estamos uniendo nuestra vida, es la persona perfecta para nosotros.

Sin embargo, con el paso del tiempo, descubrimos diferencias que tienden a separarnos; muchos caen en la apatía y la rutina insulsa de la vida; no cuidan de su compañerismo y empiezan a separarse emocionalmente poco a poco, hasta que el compañerismo que los unía se va perdiendo; y entonces experimentan una horrible sensación de soledad.

Cuando la Biblia nos enseña que “seremos una sola carne”, habla de un nivel de intimidad y compañerismo inseparable. Dos compañeros que emprenden juntos la aventura de la vida, en la que formarán una familia y encontrarán muchas alegrías, muchos sinsabores, muchos éxitos y muchos fracasos, tiempos de paz y tiempos de guerra, encontrarán tiempos de felicidad y también tiempos de tristeza. Pero lo más importante es que esos dos compañeros estén dispuestos a apoyarse mutuamente tanto para disfrutar de las cosas buenas de la vida, como para enfrentar las dificultades, unidos como un solo bloque.

Eclesiastés 4:9-11 Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por su trabajo. Porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá otro que lo levante. También, si dos duermen juntos se calientan mutuamente, pero ¿cómo se calentará uno solo?

En una vida de compañerismo, si uno cae, se equivoca, o falla, o hace algo indebido; la función del otro es “levantarlo”, animarlo, apoyarlo; no criticarlo, ni juzgarlo, ni acusarlo. Dos compañeros de viaje, están pendientes si su compañero se resbala, para inmediatamente tenderle una mano y levantarlo. Pero muchos matrimonios hacen lamentablemente lo contrario. Si el cónyuge comete un error, ahí mismo le caen encima, lo acusan, lo juzgan, lo critican con una actitud realmente destructora del compañerismo que se supone deben vivir.

Cuando se cometen errores, se debe hablar del tema, pero de forma constructiva, expresándose mutuamente el apoyo necesario para procurar que no se vuelvan a cometer esos errores. El enfoque sería algo como: “Mi amor, no te preocupes, quiero que cuentes conmigo para ayudarte en lo que sea necesario, así como yo cuento contigo para evitar cometer errores, pero si los cometemos, siempre nos apoyaremos y juntos saldremos adelante.” Dios bendice y prospera los matrimonios “compañeros”.

Si tu matrimonio ha sufrido o sufre de “soledad”, si has estado distante, pídele perdón a tu cónyuge y toma la decisión de convertirte en el (la) mejor compañero(a) de tu cónyuge. Toma la decisión de no juzgarle, de no criticarle, de no maltratarle en modo alguno. Más bien toma una actitud de “compañero” que siempre estará ahí para levantar al otro. Hoy por ti, pero seguramente mañana por mí!

50 hábitos para un matrimonio duradero

50 hábitos para un matrimonio duradero



1. Comience cada día con un beso.
2. Use siempre su anillo de bodas.
3. Tengan una cita una vez por semana.
4. Acepten las diferencias.
5. Sean amables.
6. Sean gentiles.
7. Dense regalos.
8. Sonrían a menudo.
9. Tóquense.
10. Hablen sobre sus sueños.
 


11. Escojan una canción que sea "su canción"
12. Frótense la espalda.
13. Rían juntos.
14. Envíele una carta si ninguna razón en particular.
15. Haga lo que ella quiere antes que se lo pida.
16. Escuche.
17. Anime.
18. Haga las cosas a la forma de él.
19. Conozca las necedades de ella.
20. Prepare el desayuno favorito de él.
 


21. Hágale cumplidos a ella dos veces al día.
22. Llámelo.
23. Ande con calma.
24. Tómense de las manos.
25. Abrácense con cariño.
26. Pregunte la opinión de ella.
27. Muestre respeto.
28. Dele la bienvenida al hogar.
29. Vístase lo mejor para él.
30. Hágale un guiño de ojos a ella.
 


31. Celebren los cumpleaños en una forma memorable.
32. Discúlpense.
33. Perdonen.
34. Fijen una salida romántica.
35. Pregunte: ¿Qué puedo hacer para hacerte más feliz?
36. Sea positivo.
37. Sea amable.
38. Sea vulnerable.
39. Responda con rapidez a los pedido de él.
40. Hable sobre su amor.
 


41. Recuerden sus momentos favoritos juntos.
42. Trate a los amigos y familiares de ella con cortesía.
43. Envíe flores en cada día de San Valentín y aniversario.
44. Admita cuando se equivoca.
45. Sea sensible a los deseos sexuales de él.
46. Ore por ella cada día.
47. Miren los atardeceres juntos.
48. Diga "Te amo" con prudente frecuencia.
49. Termine cada día con un abrazo.
50. Busque ayuda externa cuando la necesite.

 

El Matrimonio Cristiano

El Matrimonio Cristiano
Prédica expuesta por el Dr. Arturo Rojas



martes, 6 de mayo de 2014

El Aborto

El Aborto
Prédica expuesta por el Dr. Arturo Rojas


Link pa'descargar: Arturo Rojas - El_aborto.mp3

Noviazgo - Dante Gebel

Noviazgo
Dante Gebel


A continuación les presentamos la conferencia (prédica) expuesta por el pastor-evangelista Dante Gebel sobre el noviazgo.

Primera y Segunda parte (audio)

Primera parte (video)







Por qué creo en el cielo

Por qué creo en el cielo
Por: D.J. Kennedy 


Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los ¡tambres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque tas primeras cosas pasaron. Apocalipsis 21:3, 4

Ninguna pregunta ha atormentado en forma más continua y universal la mente de hombres y mujeres que la que hizo Job hace muchísimos siglos. El libro más antiguo de la Biblia se hace eco de esta pregunta que ha brotado de los corazones de innumerables personas desde entonces: de un esposo y esposa que tomados de las manos, se han quedado mirando la cara fría de su hijito tendido en un ataúd; de los amigos, al ver el cuerpo destrozado de un soldado en acción de armas. En cada familia donde hay una silla vacía, inescapablemente han brotado de los corazones las palabras de Job: "Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?" (14:14).

Hace más de 1300 años llegaron los primeros misioneros cristianos a la región de Inglaterra llamada Northumbria. Acudieron a la corte del rey Edwin de Northumbria, y en el gran vestíbulo iluminado con la luz de muchas antorchas, con inmensos leños ardiendo en la chimenea y rodeados de canosos dignatarios, esos misioneros cristianos dieron su primer discurso sobre la fe cristiana. Cuando terminaron, uno de aquellos principales preguntó: "¿Puede esta religión nueva decirnos algo de lo que sucede después de la muerte? El alma del hombre es como un gorrión que vuela por este iluminado vestíbulo. Entra por una puerta procedente de la oscuridad externa, revolotea a través de la luz y del suave calor, y sale por la parte final internándose de nuevo en la oscuridad. ¿Puede esta nueva religión resolvernos este misterio?"[i]

Yo, al menos, estoy convencido de que esta nueva religión, que ahora es vieja, es la única que puede ofrecernos una explicación segura y cierta con respecto a la vida posterior a la muerte. Creo en la inmortalidad; creo en el cielo. Las razones son múltiples. No todas tienen el mismo peso en mi mente ni en la de cualesquiera otros individuos, por supuesto, pero en conjunto constituyen los hilos de lo que creo que es una cuerda sumamente fuerte.

En primer lugar, consideremos un argumento procedente del campo científico. La primera ley de la termodinámica establece que la energía o la materia no pueden ser creadas ni destruidas. Las mismas pueden ser transformadas una en la otra, pero no pueden ser destruidas. Esto fue establecido por Einstein y fue demostrado conclusivamente en Hiroshima. Burris Jenkins lo expresó de la siguiente manera: "Según los científicos, ni un solo átomo de la creación puede dejar de existir; sólo cambia de forma. No podemos quemar nada hasta consumirlo del todo; simplemente lo cambiamos de un estado sólido a uno gaseoso. Tampoco se destruye jamás ninguna energía o fuerza; sólo se cambia de una forma a otra."[ii] Si el hombre deja de existir, sería la única cosa en el universo que hace eso. Por tanto, para comenzar, hay la probabilidad de que continuemos existiendo.

En segundo lugar, consideramos la siguiente analogía de la naturaleza. Probablemente nunca se ha expresado mejor de lo que lo hizo William Jennings Bryan, en su obra Analogies of Nature (Analogías de la naturaleza): "Cristo nos dio pruebas de la inmortalidad, pero, con todo, no parece necesario que alguien se levante de entre los muertos para convencernos de que la tumba no es el fin. Si el Padre se digna tocar con su poder divino el corazón frío y carente de pulso de la bellota enterrada y la hace irrumpir hacia una nueva vida, ¿dejará abandonada en la tierra el alma del hombre, que fue hecha a imagen de su Creador? Si El se inclina para dar al rosal cuyas flores marchitas flotan en la brisa otoñal, la dulce seguridad de otra primavera, ¿negará El las palabras de esperanza a los hijos de los hombres cuando lleguen las escarchas del invierno? Si la materia, muda e inanimada, aunque transformada por las fuerzas de la naturaleza en una multitud de formas, no puede morir nunca, ¿sufrirá aniquilación el espíritu del hombre cuando haya cumplido su breve visita como huésped real a esta morada de barro? No, ¡estoy convencido de que hay otra vida, como lo estoy de la que vivo hoy!"[iii]

En tercer lugar, hay un ansia universal en el ser humano por la eternidad. Puede que algunas personas nunca hayan considerado que tal anhelo no existe en el corazón de ninguna parte de la creación bruta. En su libro After Death — What? (Después de la muerte, ¿qué?), el doctor Madison C. Pelers dice: "Los rebaños y los hatos que están sobre mil colinas, las miríadas de formas de vida de insectos, todos los seres alados y los escarabajos armoniosos, los peces que alegremente se recrean y retozan en los ríos y en los mares, todos pueden hallar el fin de su ser; ni un solo pensamiento de anhelo futuro perturba su perfecta tranquilidad. Pero jamás es así con el hombre. Es el único que nunca está satisfecho, no importa cuál sea su riqueza, o fama, o conocimiento, o poder, o cuáles sean sus placeres terrenales. Desde el rey hasta el mendigo, 'el hombre nunca se siente dichoso, sino que siempre espera serlo'."

¿Cuál es la explicación? Creo que la Escritura nos dice claramente el hecho de que Dios puso inmortalidad — eternidad — en el pecho del hombre. De toda la creación de Dios, el hombre es el único que anhela la vida eterna. Este anhelo se halla en todas partes. Es una experiencia universal de la humanidad, que le impide aceptar ninguna otra solución para el enigma de la vida. Emerson dijo: "La evidencia deslumbrante de la inmortalidad es nuestra insatisfacción con ninguna otra solución.”4[iv]

A dondequiera que los hombres han ido en el mundo, han hallado ciertas ideas innatas en el corazón y en la mente humanos. Estas ideas no surgen de la experiencia; están allí, son innatas; y estas ideas innatas son las que corresponden a los instintos de los animales. ¿Qué son? En todas partes hay una creencia en Dios. En todas partes hay una creencia en lo bueno y lo malo. Hay una creencia en la causa y el efecto. Hay una creencia en el tiempo y el espacio. Y hay una creencia en la inmortalidad que se halla universalmente. Ha habido algunos que han negado este hecho. El doctor Edwards hizo una exhaustiva investigación para tratar de hallar alguna tribu, aunque fuera remota, que no tuviera alguna clase de creencia en la inmortalidad. Tal creencia puede estar deformada; puede no ser más que un leve reflejo de la gloria que realmente representa esa creencia; sin embargo, por pervertida o deformada que estuviese, cada caso que halló en que algún grupo parecía no tener ninguna creencia en la inmortalidad, se resolvió a la luz del examen posterior.

No ha habido ninguna raza de hombres sobre esta tierra, ni en el profundo corazón del África, ni en los mares del Sur, ni en las altas montañas, que no haya tenido fe en alguna clase de vida futura: bien sean los felices campos de caza de los indios norteamericanos, o algún palacio en el cielo, o alguna morada sensual como la de los musulmanes. ¿Cuál es la explicación? Mucho tiempo antes que se hubieran reunido las evidencias de la creencia universal, Cicerón dijo: "En todo, el consentimiento de todas las naciones debe tener en cuenta la ley de la naturaleza, y resistirla es resistir la voz de Dios."[v]

Esto se ha verificado no sólo con respecto al salvaje bruto, al supersticioso y al ignorante, sino también con respecto a las mentes filosóficas más grandes de la historia. Critón le preguntó a Sócrates, la noche de la muerte de este último: "¿Pero de qué modo quiere usted que lo sepultemos?" Sócrates replicó: "En cualquier forma que usted quiera, sólo que tiene que agarrarme bien, y tener el cuidado de que no me escape de usted." Platón, en su obra Fedón, presenta poderosos argumentos a favor de la creencia en la inmortalidad, como también lo hizo el filósofo Shelling y otros, tan numerosos que no es dable mencionarlos.6[vi]

Otros autores y poetas, como Thomas Cariyie, Thomas Jefferson, Heinrich Heine, también se expresaron sobre el tema. Goethe lo expresó de la siguiente manera: "Por muy fuertemente que estemos encadenados y atados a esta tierra por millares de apariencias, cierto anhelo íntimo nos obliga a levantar los ojos hacia el cielo; porque un sentimiento profundo e inexplicable nos da la convicción de que somos ciudadanos de otro mundo, que brilla sobre Porque aunque fuera de nuestro límite de tiempo y lugar la inundación lejos pueda llevarme, cara a cara a mi Piloto espero ver cuando haya cruzado la barrera.7[vii]

Byron dijo lo siguiente: Siento que mi inmortalidad barre para siempre todos los dolores, lágrimas y temores, y hace resonar, como los truenos eternos del abismo, en mis oídos esta verdad: "¡Tú vives para siempre!"8[viii]

En todas partes, desde las islas Fiji hasta los cuartos de los Filósofos, se ha creído que el hombre continuará viviendo. Addison resumió la confianza del hombre en la vida eterna: El alma, segura de su existencia, sonríe ante la desenfundada daga y desafía su punta. Las estrellas palidecerán; el mismo Sol se opaca con la edad, y la naturaleza se hunde entre los años; pero tú florecerás en juventud inmortal, ileso, entre las luchas de los elementos, los restos de la materia y la destrucción de los mundos.[ix]

¡Fuimos hechos para la eternidad! Sin embargo, aunque tal creencia existe en toda religión antigua, desde la egipcia hasta la persa, la asiría, la babilónica, la china y la hindú, en todas partes ha esperado que Jesucristo le dé la certidumbre que ninguna otra cosa puede otorgar.

El profesor Adolf von Harnack dijo: "La tumba de Cristo fue el lugar de nacimiento de una fe indestructible en que la muerte fue derrotada y que hay vida eterna. Es inútil citar a Platón; es inútil señalar la religión persa y las ideas y la literatura del judaísmo posterior. Todo eso hubiera perecido; pero la certidumbre de la resurrección y de una vida eterna que se relaciona con el sepulcro que fue labrado en el huerto de José, no ha perecido; y sobre la convicción de que Jesús vive, aún basamos nuestras esperanzas de ciudadanía en una ciudad eterna, lo cual hace que nuestra vida terrenal sea digna de vivir y tolerable. El libró a los que, por el temor de la muerte, estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre."10[x] "El resucitó", es la esperanza cierta y segura de todos los que confían en El. No sólo tenemos el testimonio universal de la humanidad, sino también el testimonio de Jesucristo y de su resurrección.

El doctor Simón Greenleaf, Profesor de Leyes de la Universidad de Harvard, una de las mayores autoridades sobre evidencias legales que el mundo haya conocido jamás, dirigió la vasta luz escrutadora de su inmenso conocimiento de evidencias sobre la evidencia de la resurrección de Jesucristo, y expuso todos los hilos de esa evidencia a la más escudriñadora crítica. Llegó a la conclusión de que esta evidencia era tan abrumadora, que en cualquier tribunal de justicia desprejuiciado del mundo, la resurrección sería declarada como un hecho histórico.

Todo fragmento de evidencia de la resurrección de Cristo es evidencia de vida eterna en el cielo. Porque el mismo Jesús dijo: "Yo soy... el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos… Porque yo vivo, vosotros también viviréis... Voy, pues, a preparar lugar para vosotros" (Apocalipsis 1:18; Juan 14:19; Juan 14:2).

También debemos considerar que las evidencias de la inspiración de las Escrituras son una revelación de Dios. También constituyen una evidencia para el hecho de la vida eterna. Esas evidencias mismas son tan poderosas que no se pueden contradecir. Ningún escéptico ha podido jamás derribar ni trastornar las evidencias sobre la inspiración de las Escrituras. Tales evidencias son también apoyo adicional para el hecho de la vida eterna en el cielo, pues esas mismas Escrituras declaran de la manera más cierta, que los que creen en Cristo vivirán para siempre. Recordemos también que las evidencias de la existencia de Dios son evidencias de la vida eterna. Cada una de esas evidencias es también otro pilar para la gran doctrina de la vida eterna. Porque ese Dios que nos ha hecho habitar "por un poco de tiempo en esta morada de barro", no nos engañará. Ninguno de nosotros ha comenzado siquiera a desarrollar los talentos que Dios le ha dado. Nadie sabe ni siquiera la más pequeña fracción de aquel reino de la vida, o de la naturaleza, o del arte que ha tomado para sí como estudio. Mientras más aprendemos, más comprendemos que sólo hemos tocado el borde del vestido; que Dios nos ha dado toda la eternidad para que desarrollemos esos talentos.

Otra evidencia se basa en lo que ocurre en el momento de morir. En mi biblioteca hay un número de libros que contienen las últimas palabras de miles de personas famosas, cuando llegaron al momento de la muerte. Hay una cosa que está absolutamente clara: los que creían en Jesucristo murieron de una manera notablemente diferente de aquella en que murieron los que no creían. Un siquiatra incrédulo oyó la presentación de las evidencias de la resurrección de Cristo. Este hombre dijo que "había visto morir a suficientes personas como para saber que hay diferencia entre la muerte de un cristiano evangélico y la de cualquiera otra persona."

Uno puede ver eso en los escritos que contienen las últimas palabras. En una página de un libro que se refiere a cómo nos enfrentamos a la muerte, hallamos las palabras de un notable incrédulo, Edward Gibbon: "Todo está oscuro." En otra página están las palabras de Augustus Toplady, autor del himno "Roca de la eternidad": "¡Todo es luz, luz, luz!"[xi]

A miles y miles de personas se les ha concedido algún presentimiento de lo que iba a venir. Han percibido un gusto anticipado de la gloria que les pertenecía; han visto a los que han muerto y se han marchado antes, y en los momentos Finales antes de partir de este mundo, el cielo se les abrió y les concedió una visión del mundo al cual estaban a punto de marcharse. Para otros, el infierno también ha abierto su boca para tragarlos. "Hay demonios en la habitación y están a punto de empujarme hacia abajo", gritó el incrédulo Adams. Las últimas palabras de los escépticos y ateos más famosos del mundo son suficientes para hacer que se nos hiele la sangre.

La doctora Elisabeth Kübler-Ross y el doctor Raymond Moody, dos siquiatras, nos han ofrecido nuevas evidencias que nos llevan aún más allá. Cuando la doctora Kübler-Ross presentó al mundo las evidencias de sus estudios, se descubrió a sí misma como una persona no religiosa. Esta mujer, considerada por muchos como la primera autoridad del mundo en lo que respecta a la muerte y el morir, ha atendido a miles y miles de pacientes en la fase terminal de su enfermedad. En su trabajo, comenzó a encontrar el fenómeno de individuos que eran declarados clínicamente muertos, pero que fueron vueltos a la vida por resucitación: al principio, dos o tres, luego, más y más. Entre estos individuos, ella y el doctor Moody han examinado a más de 500 personas que murieron y volvieron a vivir.

Al volver a la vida, algunas de esas personas describieron un lugar de belleza, maravilla, gozo y paz; y otras, algo terrible. Esas personas salieron flotando de sus cuerpos, y aun fuera del cuerpo tenían cuerpos reales, y aunque estuvieran ciegas, podían ver cuando los médicos las declaraban "muertas". Esos individuos dicen quiénes entraron en la habitación, cómo eran y qué hicieron. Sin embargo, al volver a la vida, el que era ciego no podía ver. Un médico me contó recientemente la experiencia que tuvo al atender a un hombre que había sido declarado clínicamente muerto. Al aplicarle el método de resucitación, tuvo éxito en volverlo a la vida. Este hombre demandó al médico por haberle devuelto de la gloria que había experimentado a esta existencia miserable Una mujer, al describir su situación después que sufrió un paro respiratorio, dijo que los médicos estaban tratando de resucitarla dándole fuertes masajes en el cuerpo, mientras ella estaba por encima de ellos, mirándolos y diciéndoles: "¡Déjenme tranquila"12[xii] Tal era la paz, la integridad, la felicidad, el gozo y el amor, como nunca antes los habían experimentado. Esta es una evidencia que tal vez ha dado Dios en estos días de incredulidad, para convencer aun al más escéptico.

¡Amigos míos, estoy convencido de que hay otra vida después de ésta! La vida continúa; no cesa. La pregunta no es si hemos de vivir o no, sino dónde pasaremos la eternidad. Porque si bien hay un cielo, que la Biblia enseña clara y abundantemente, también enseña con igual claridad que no todos van allí. Escuche usted las palabras de Jesús: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mateo 7:13, 14).

¡Viviremos por siempre, en alguna parte! Algunos vivirán en la bienaventuranza y felicidad del cielo. La mente y el corazón del hombre no han imaginado nunca las glorias que Dios ha preparado para los que lo aman y confían en El. ¡Otros vivirán para siempre en el infierno! Usted puede pasarlo por alto, reírse de él, reprimirlo, suprimirlo, sin embargo, ¡esto ocurriera!

Entonces, ¿cómo va uno al cielo? Tomás dijo: "Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?" (Juan 14:5). Así, muchos siguen en el tren de Tomás, sin conocer el camino. Jesús le respondió: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (versículo 6).

El camino hacia el cielo es tan estrecho como la cruz. Sólo los que están dispuestos a humillarse y reconocer su pecado, y a poner su fe en el Hijo de Dios, quien murió en lugar de ellos, entrarán alguna vez por las puertas del cielo. Hay dos verdades personales que sé acerca de mí mismo. Primera: Tengo que ir al infierno porque eso es lo que me pertenece. De diez mil maneras, diez mil veces, en palabra y en pensamiento, por omisión y comisión, he transgredido la santa ley de Dios. Soy culpable delante de Dios, justamente merezco su desagrado. Pero he aquí la segunda verdad, que también sé igualmente: Yo voy al cielo porque, en la cruz, Jesucristo fue al infierno por mí. No tengo otra esperanza, sino El y su don gratuito: "… el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente" (Apocalipsis 22:17).


[i] Leslie D. Weatherhead, After Death (Después de la muerte). Nueva York, Abingdon Press, 1936, pág.19.
[ii] Thomas Curtís Clark, editor, The Golden Book of Inmortality (El libro dorado de la inmortalidad). Nueva York, Association Press, 1954, pág. 4
[iii] Madison C. Peters, After Death-What? (Después de la muerte, ¿qué?), Nueva York, Christian Heraid, 1908, pág. 165.
[iv] Citado en Weatherhead, After Death (Después de la muerte), pág. 22
[v] Citado en Peters, After Death — What? (Después de la muerte, ¿qué?), pág. 25
[vi] Watson Boone Duncan, Immortality and Modem Thought (La inmortalidad y el pensamiento moderno). Bostón, Sherman, French & Co., 1912, págs. 33, 36
[vii] Alfred Lord Tennyson, "Crossing the Bar" (El cruce de la barrera), II. 13-16.
[viii] "Heaven and Earth" (El cielo y la tierra), II, 111-114.
[ix] Joseph Adisson, Cato, A Tragedy (Catón, una tragedia). Nueva York, Effingham Maynard & Co., 1891, acto 5, escenas I, II. 1861-1867.
[x] Citado en Peters, After Death — What? (Después de la muerte, ¿qué?), págs, 166, 167.
[xi] S.B. Shaw, How Men Face Death (Cómo enfrentan los hombres la muerte). Kansas City, Missouri, Beacon Hill Press, 1964, págs. 44, 63.
[xii] Raymond A. Moody, Life After Life (Vida después de la vida). Atlanta, Mocking-bird Books, 1975, pág. 37.

lunes, 5 de mayo de 2014

Dejando el muro de los lamentos!!

Dejando el muro de los lamentos!!

Fuente: Mail de Paolita... Gracias!!!



Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” Víctor Frankl

El muro de los lamentos al cual me refiero, no es el Muro sagrado que está en Jerusalén donde tú puedes dejar tus ruegos personales, al contrario es un muro que tú has levantado viviendo una vida de lamentaciones.

El asunto es que hay muchas personas lamentándose por su vida. Que su vida ha sido muy triste, que han tenido mala suerte. Unos se lamentan de que las cosas en su matrimonio no estén funcionando como ellos quieren. Otros se lamentan que los años transcurren y no han logrado nada. Hay quienes lamentan ser unos perdedores. Hay muchos pensamientos o palabras que utilizamos para lamentarnos:
Si pudiera…
Si hubiera…
Debería…
Cuanto lamento…
Ojala tuviera otra oportunidad…

En respuesta a esta última frase, la oportunidad la tienes pero el dolor, las emociones mezcladas y la confusión que se siente en esos momentos no te permiten ver las oportunidades. No te digo que no te lamentes, ya que este es parte de la vida, lo que estoy diciendo es que no puedes pasar la vida lamentándote de lo que fue o de lo que pudo haber sido.

Tu no puedes cambiar tu pasado, sin embargo hoy tu puedes experimentar el perdón, la sanidad y el consuelo de Dios, y comenzar a diseñar tu futuro. Para ir hacia el futuro necesitas entender que aunque tengas que enfrentar consecuencias de tus decisiones equivocadas en el pasado, Dios siempre tiene la manera de hacer el bien.

“Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Romanos 8:28 (BLS)

Dios es un Dios grande, bueno y misericordioso que siempre va a sobrepasar nuestras expectativas. Deja que El sane tu dolor y tus lamentos, y comienza a soñar, quizás te sorprenda con muchas cosas buenas. Tu lamentación termina cuando comienzas a moverte hacia adelante. Tu pasado está detrás de ti y tu futuro está en las manos de Dios y El te invita a participar de forma activa, no pasiva.

Hay una historia llamada “El camino del tigre” que te ayudará a entenderlo mejor:
Un hombre caminaba por la selva cuando vio una zorra lisiada. 
“¿Cómo se alimentará?”, se preguntó. 
En aquel momento, se acercó un tigre con una presa en sus fauces. Sació su hambre y dejó luego lo que había sobrado para la zorra. 
“Si Dios ayuda a la zorra, también me ayudará a mí también”, pensó. Volvió a su casa, se encerró, y se puso a esperar a que Dios le diese de comer. 
Nada sucedió. Cuando ya se estaba quedando demasiado flaco para salir a trabajar, se le apareció un ángel. 
¿Por qué decidiste imitar a la zorra lisiada? – preguntó el ángel. – ¡Levántate, coge tus herramientas y sigue el camino del tigre!

Nada sucede hasta que no des el primer paso. Para moverte hacia adelante necesitas cambiar, y la pregunta que debes hacerte ¿Qué necesito cambiar en mi vida? Por ejemplo, un matrimonio que está a punto de divorciarse y piensa que el esposo no la quiere porque está pasada de peso y comienza a trabajar lo físico para recuperar la mirada de El. Resulta que no es lo físico, no es el peso que uno muchas veces gana en la vida, sino que necesita mejorar su actitud, su personalidad o aprender a intervenir sus emociones, u otra cosa como la comunicación. El no saber que cambio debes hacer te puede llevar otra vez al muro de los lamentos.

Para hacer cambios significativos en tu vida, necesitas de un entrenador que te ayude a ver las cosas que no estás viendo y que te haga las preguntas correctas que te lleven a conseguir mejores posibilidades en tus relaciones, en tu trabajo, negocio o ministerio. Los resultados que puedas tener en la vida te sorprenderás.

“Las cosas no cambian cambiamos nosotros.” Henry David Thoreau

Hoy es el mejor día para salir del muro de los lamentos, hoy tienes la oportunidad de vivir la vida nuevamente y de hacer las cosas mejores.

En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal

Por qué creo en la creación

Por qué creo en la creación
Por: D.J. Kennedy 
 

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Génesis 1:1

Vivimos en un tiempo en que sólo hay dos religio­nes que compiten por la mente, el corazón y la lealtad de los hombres inteligentes del hemisferio occidental. El futuro de este mundo, desde el punto de vista humano, será determinado por el hombre inteligente de Occidente. Una de esas religiones es el cristianis­mo; la otra es la evolución. Cualquiera que no comprenda que la evolución es una religión, no sabe mucho acerca de ese tema. Es una religión sostenida apasionadamente por sus devotos. Oigamos lo que algunos evolucionistas conocidos, todos científicos altamente colocados en el mundo, dicen. El profesor Louis T. More, uno de los evolucionistas que más hablan, dice: "Cuanto más estudia uno la paleontolo­gía (los documentos fósiles), tanto más seguro llega a estar de que la evolución se basa sólo en la fe."[i] El profesor D.M.S. Watson, famoso evolucionista, hizo la notable observación de que la evolución es una teoría universalmente aceptada, "no porque se haya observado que ha ocurrido, ni porque pueda probar­se que sea cierta mediante evidencias lógicamente coherentes, sino porque la única alternativa, la crea­ción especial, es claramente increíble."[ii] Para la mente reprobada, la mente no regenerada, la creación es increíble, porque requiere fe en un Creador, y eso es totalmente inaceptable para hombres como éstos. Un famoso evolucionista británico, Sir Arthur Keith, es igualmente franco en su admisión. Dice: "La evolu­ción no está probada y es improbable. La creemos porque la única alternativa es la creación especial, la cual es inconcebible."[iii]

¿Qué ocurriría si yo me parase frente a mi congre­gación y le dijera: "Amigos míos, el cristianismo no está probado y es improbable, pero aun así, ustedes deben creerlo"? Se levantarían y saldrían caminando, y con razón. Pero ésa es la manera en que los hombres aceptan la evolución.

El profesor David Allbrook, profesor de anatomía en la Universidad de Australia Occidental, dice que la evolución es "un postulado científico de fe honrado por el tiempo."[iv] Muchísimas personas han sido lleva­das hasta el punto de creer que la evolución es un hecho. Pero no lo es. El doctor Duane Gish, notable biólogo, dice: "La evolución es un cuento de hadas para adultos". Para mí, es exactamente eso. En los Cuentos de hadas de Grímms, alguien besa a una rana, y en dos segundos ésta se convierte en príncipe. Ese es un cuento de hadas. En la evolución, alguien besa a una rana, y en dos millones de años ésta se convierte en un príncipe. Y a eso lo llaman ciencia. Es simple­mente una fe.

Robert T. Clark y James D. Bales escribieron un libro muy interesante y fuertemente documentado, titulado Why Scientists Accept Evolution (Por qué los científicos aceptan la evolución). Contiene numerosas cartas escritas por Darwin, Huxiey, Spencer y otros primitivos evolucionistas. Señala que estos hombres indicaron en sus cartas, por admisión propia, que saltaron a la doctrina de la evolución a causa de su hostilidad hacia Dios y su prejuicio contra lo sobrena­tural.[v] Sir Julián Huxiey, uno de los principales evolucionistas del mundo, jefe de la UNESCO, des­cendiente de Thomas Huxiey — ayudante abnegado de Darwin—, dijo en un espectáculo público: "Su­pongo que la razón por la cual saltamos a El origen de las especies fue que el concepto de Dios interfería en nuestra moral sexual."[vi]

Probablemente la razón más prevaleciente por la cual el hombre común cree en la evolución, es que se le dice que todos los científicos creen en ella. Sin embargo, un artículo publicado hace poco en un periódico indicaba que un grupo de más de 500 científicos descreía la evolución completamente, en cada una de sus facetas. Uno de los científicos más prominentes del mundo, Sir Cecil Wakeley, cuyas credenciales son bastante impresionantes — Ca­ballero Comendador del Imperio Británico, Caballe­ro de la Orden del Baño, Doctor en Leyes, Maestro en Cirugía, Doctor en Ciencias, Miembro del Colegio Real de Cirujanos, ex presidente del Colegio Real de Cirujanos de la Gran Bretaña —, dijo: "La Escritura es muy definida en el sentido de que Dios creó el mundo, y yo en primer lugar creo que eso es un hecho, no una ficción. No hay evidencias, científicas ni de ninguna otra clase, que apoyen la teoría de la evolución."[vii] Un científico tan famoso como Sir Ambrose Fleming la rechaza completamente; y lo mismo hace el científico de la Universidad de Har­vard, Louis Agassiz, probablemente uno de los más grandes "científicos que los Estados Unidos de Améri­ca hayan producido.

En el primer capítulo del libro del Génesis hay una asombrosa declaración, que data de 3.500 años atrás, sobre la creación divina del universo. Pero debe señalarse que no es posible combinar la Biblia con la evolución, como algunos quieren. Creo que se empe­ñan en este compromiso sólo porque piensan que la ciencia ha probado la evolución, y creen que tienen que moldear la Escritura como si fuera un poco de masilla hasta conformarla con la evolución. Aquellos que son evolucionistas se ríen de la idea de que se pueda combinar la evolución con la Biblia. Thomas Huxiey, probablemente el más famoso proponente de la evolución que jamás haya vivido, declaró: "Está claro que la doctrina de la evolución es directamente antagónica con la doctrina de la creación... Si se acepta la evolución consecuentemente, eso hace im­posible creer en la Biblia."[viii]

La evolución es la religión del moderno hombre incrédulo, y ha sido el fundamento seudocientífico de todo "ismo" falso y anticristiano que ha surgido en los últimos cien años. Por ejemplo, considérese el nazis­mo. Hitler aceptó las perogrulladas evolucionarías de Nietzsche: la idea de una raza superior. "La preserva­ción de las razas favorecidas en la lucha por la vida", subtítulo del libro de Darwin, tuvo que ver con la • supervivencia de la raza más apta. La raza superior de Hider fue simplemente una consecuencia del pensa­miento evolucionista. Mussolini, que frecuentemente citaba a Darwin en consignas para atraer la atención, dijo que la idea de la paz era repugnante para la idea de la supervivencia del más apto y para el progreso de la raza; que la guerra era necesaria para la supervi­vencia del más apto.

Es bien sabido que Carlos Marx le pidió a Darwin que escribiera la introducción para su libro El capital, ya que pensaba que Darwin había provisto el funda­mento científico para el comunismo. En todo el mundo, los que están promoviendo la conspiración comunista, también están promoviendo un concepto evolucionista, imperialista y naturalista de la vida, empeñados en sacar a empellones fuera del cosmos al Creador.

En el primer capítulo del Génesis, se usa tres veces el término hebreo bara, que indica la creación directa de Dios. Se usa, en primer lugar, con respecto a la creación de la materia: el cosmo material. En segundo lugar, se usa con respecto a la creación de la vida; y en tercer lugar, con respecto a la creación del hombre.

Todos los pilares sobre los que ha estado asentada la evolución, hoy se están derrumbando y desmoro­nando y más y más científicos se suman a la rebelión. El principal científico de hoy en Francia, autor de una enciclopedia de zoología de 18 volúmenes, cuyo conocimiento de zoología, según el evolucionista Theodosius Dobzhansky, es absolutamente enciclopé­dico, hace seis años presentó un ataque que demolió la evolución en todos los frentes. Dobzhansky dice que, aunque podemos no estar de acuerdo con él, ciertamente no podemos pasarlo por alto, a causa de que su conocimiento es absolutamente asombroso. Esto resulta interesante, pues hasta hace poco había sido muy difícil que cualquier científico hiciera decla­raciones antievolucionistas, ante la tremenda presión que se ha venido ejerciendo sobre ellos.

Consideremos uno de los tres usos del término bara el que se refiere a la creación del universo material. Este es un problema que los evolucionistas nunca resolvieron. Los astrónomos, en su mayor parte, creen en la teoría de la "gran explosión": una vez el universo era un único inmenso trozo de materia condensada, y luego hizo una explosión que está mucho más allá de nuestra comprensión. Fue una explosión que lanzó partículas del tamaño de la Vía Láctea, nuestra galaxia. Esas partículas avanzan veloz­mente hacia el espacio exterior. Si esto fuera cierto, ello indicaría que el universo no es eterno, sino que tuvo un principio. Para vencer esta dificultad, ellos dicen que tal expansión disminuirá su velocidad y finalmente se detendrá. Entonces la gravedad volve­ría a atraer el universo hasta unirlo, y así oscilaría hacia la expansión y hacia la retracción por toda la eternidad, recreándose a sí mismo.

¿Qué dice la ciencia en cuanto a esto? Un artículo que apareció en la sección científica de la revista Time en estos últimos dos años, dijo con respecto al universo infinito: "La semana pasada, luego de años de estudio y cálculos, dos respetados astrónomos californianos, Alian Sandage y James Gunn, hicieron anuncios separados, pero similares: El universo conti­nuará expandiéndose para siempre." Sandage, de los Observatorios Hale, basando sus conclusiones en 15 años de observación cuidadosa de las galaxias distan­tes, nota que las mediciones de la cuantía que la luz de esas galaxias ha variado hacia el extremo rojo del espectro, indica que de ningún modo las mismas están disminuyendo la velocidad, sino acelerando. Así que no hay posibilidad de que alguna vez regresen. Y algo más importante aún: las mediciones de la varia­ción roja de las galaxias cercanas no dieron indicación alguna ni de la más leve disminución gravitacional en la velocidad de la carrera de las galaxias hacia el espacio exterior. "Es una terrible sorpresa", dice Sandage, quien durante años ha sido un proponente principal de la idea de que algún día el universo se cerraría sobre sí mismo. Estos dos hombres esperan que la conclusión a que han llegado estimule una tormenta de protestas.

Gunn y Gustav Tammann, que realizaron su inves­tigación en el telescopio de 200 pulgadas (5.08 m) del observatorio de Monte Palomar, dicen que los argu­mentos en favor del universo cerrado son casi "de naturaleza teológica."[ix] La gente se aferra a ellos apasionadamente porque, si los abandonan, tienen que reconocer entonces un comienzo del universo. Y junto con ese principio, tiene que haber un Creador, un Dios, ante el cual tienen que dar cuenta. "Esta expansión es una conclusión tan extraña — dijo Gunn — que la primera suposición de uno es que no puede ser cierta, y sin embargo, es el hecho princi­pal."[x] Y para ese hecho principal de la astronomía moderna — según el cual el universo tuvo un comien­zo —, los evolucionistas no tienen ahora ninguna clase de explicación.

Luego, consideremos la creación de la vida. Darwin se refirió repetidamente a la célula simple. Con los rudimentarios microscopios de que se disponía en su tiempo, la célula simple se parecía un poco a una minúscula pelota de baloncesto con una semilla en el centro de ella. Pero ahora se sabe que la célula humana es fantásticamente compleja, y está com­puesta de centenares de miles de moléculas más pequeñas de proteínas. El paleontólogo George Gaylord Simpson, de la Universidad de Harvard, nos dice que la sola molécula de proteína es la sustancia más complicada que conoce la humanidad. Una célula simple es tan infinitamente compleja, que sobrecoge las mentes de los científicos que la han estudiado.

Recientemente se ha desarrollado una nueva cien­cia: la ciencia de las probabilidades. El doctor James Coppedge, Doctor en Filosofía, director del Centro de Investigaciones Sobre las Probabilidades en Biolo­gía, de California, aplicó todas las leyes de los estudios de probabilidades a la posibilidad de que una célula simple llegara a la existencia por casualidad. De la misma manera aplicó todas las leyes a una sola molécula de proteína, y aun a un solo gen. Sus descubrimientos son revolucionarios. El computó un mundo en que toda la corteza de la tierra estuvo disponible: todos los océanos, todos los átomos y la corteza total. Luego hizo que estos aminoácidos se ligaran a un ritmo de un billón y medio de veces más rápido de lo que lo hacen en la naturaleza. Al computar las posibilidades, descubrió que para pro­ducir una sola molécula de proteína mediante combi­nación casual se necesitaría un número de años que se expresa de la siguiente manera: 10262. La mayoría de nosotros no tenemos la menor idea de lo que esto significa. Para lograr una célula simple — la célula viva más pequeña que conoce la humanidad —, que se llama el microsplasma hominis H 39, se necesitaría un número de años que se expresa con la siguiente potencia: 10119841. Eso significa que si usted tomara delgadísimas hojas de papel y escribiera el número 1, y a continuación ceros y ceros, se llenaría de papel todo el universo conocido antes de siquiera poder escribir ese número por completo. ¡Y ese número es el que indica cuántos años se necesitarían para hacer una célula viviente, más pequeña que cualquier célula humana!

Al tratar de explicarnos el tiempo que se necesitaría para que se produjera por accidente un gen útil, el doctor Coppedge sugirió que imagináramos a una sola ameba que tratase de llevar todo el universo conocido, átomo por átomo, a través de toda la anchura del universo (que los astrónomos estiman que es de unos 30.000 millones de años de luz). ¿A qué velocidad realizaría tan estupenda tarea este enérgico animal unicelular que nunca muere? El doctor Coppedge redujo su velocidad a lo más lento posible, es decir un angstrom (unidad de longitud de un cienmillonésimo de centímetro) cada 15.000 millo­nes de años. Esto significa que la ameba viajaría lo que es la anchura del átomo más pequeño que se conoce, el del hidrógeno, en todo el tiempo que supuestamen­te ha existido el universo; es decir, en 15.000 millones de años. A esta velocidad increíblemente lenta, ¿cuánto tiempo necesitaría nuestra superresistente ameba para mover el universo entero a través de la anchura de un universo? Los requerimientos de tiempo para tal tarea transgaláctica perturban la mente. Sin em­bargo, antes que pudiera producirse por casualidad un gen útil, nuestra infatigable ameba no sólo habría trasladado todo el universo, átomo, por átomo, sino que habría trasladado más universos que los que pudieran contar los cuatro mil millones de personas que viven en este planeta, si cada uno de ellos contara tan rápido como le fuera posible, durante las 24 horas del día, todos los días, durante los próximos 5000 años. Sin embargo, los evolucionistas quieren que creamos que cosas inmensamente más complejas que ésta ocurrieron de repente.[xi]

Emile Borel, el gran científico francés y experto en el cálculo de probabilidades, señala que si alguna cosa a nivel cósmico tiene una probabilidad que esté en proporción de más de 10 a 1, nunca ocurrirá. La posibilidad de que se produzca una célula humana por casualidad está en proporción de 10119000 a 1, número que ni siquiera podemos comprender. Según los científicos de las probabilidades, eso nunca podría ocurrir. Lo mismo es cierto con respecto a cualquier otro desarrollo, incluso el del hombre. Se nos dice que, de algún modo, en los último si, dos mil millones de años, no sólo ocurrió esto, sino que la célula simple evolucionó hasta convertirse en toda clase de criatura viviente; que todos los seres vivos evolucionaron de esa única célula simple.[xii]

Thomas Huxiey dijo: "La evidencia primaria y directa en favor de la evolución sólo puede ofrecerla la paleontología…  Si la evolución ocurrió, sus marcas habrán quedado; si no ocurrió, tendrá su refuta­ción."[xiii] Este gran evolucionista dice que sólo en la paleontología, en el registro de los fósiles, será probada la evolución.

"La investigación geológica…  no ofrece el número infinito de finas gradaciones entre las especies pasa­das y presentes que se requieren."[xiv] El autor de esta afirmación fue Charles Darwin.

George Gaylord Simpson, de la Universidad de Harvard, el sumo sacerdote de la evolución hoy, declaró: "A pesar de estos ejemplos, sigue siendo cierto, como todo paleontólogo lo sabe, que la ma­yoría de las nuevas especies, géneros y familias, y casi todas las categorías que están por encima del nivel de familias, aparecen registradas de repente, y no en el orden de transición conocido, gradual, completamen­te continuo."[xv] Sabemos que en el estrato de roca perteneciente al período cambriano, todos los anima­les invertebrados del mundo aparecen de repente como criaturas completamente complejas, sin que antes de ellos hubiera antepasado alguno, hecho que es totalmente inexplicable para los evolucionistas.

Un científico llamado Richard Goldschmidt señala que es imposible que las micromutaciones formen alguna nueva especie. En su libro Theoretical Genetics (Genética teórica), él dijo: "Es cierto que nadie hasta ahora ha producido ninguna nueva especie, o género, etc., mediante la macromutación. Igualmente es cierto que nadie ha producido ni siquiera una especie mediante la selección de las micromutaciones." De hecho, abandona la posibilidad de formar alguna vez lentamente nuevas especies, de tal modo que va a parar en lo que él mismo llama su "esperanzada teoría del monstruo".[xvi] La esperanzada teoría del monstruo es simplemente que un día una lagartija puso un huevo, se echó sobre él ¡y empolló un águila!

Si usted cree que eso es asombroso, un científico llamado Geoffrey Bourne declaró recientemente que su examen de hombres y simios lo había llevado a la definida conclusión de que los simios evolucionaron de los hombres. Otro científico, B. C. Nelson, al examinar las similitudes que hay en la sangre de diversos animales, llegó a la conclusión de que el cerdo, y no el simio, es el pariente más cercano del ser humano.[xvii] Si esas diferentes conclusiones se pueden deducir de las mismas evidencias, ¿qué clase de evidencias se están considerando?

El profesor Enoch, zoólogo de la Universidad de Madras, dijo: "Los hechos de la paleontología pare­cen apoyar la creación y el diluvio, más bien que la evolución. Por ejemplo, todos los principales grupos de invertebrados aparecen 'de repente' en el primer estrato fosilífero (el cambriano) de la tierra, con sus distintas especializaciones, lo cual indica que todos fueron creados casi al mismo tiempo."[xviii]

El vocero evolucionista T.H. Morgan, en su libro Evolution and Adaptation (Evolución y adaptación), dijo: "Dentro del período de la historia humana no conocemos ni un solo caso de transformación de una especie en otra. .. Se puede afirmar que la teoría de la descendencia carece, por tanto, del rasgo más esencial que necesita para colocarla sobre una base científica. Esto hay que admitirlo."[xix] Ni un solo ejemplo, y sin embargo, Huxiey afirma que, si allí no hay ninguna evidencia, no se la hallará en ninguiía parte.

¡Pero allí no hay ninguna! Algunos de los más grandes científicos del mundo consideran la evolu­ción como algo absolutamente absurdo, imposible e improbable. Pese a ello, millones de personas la aceptan, porque les han lavado el cerebro para que piensen que es cierta.

La verdad es que Dios lo hizo a usted y me hizo a mí. Un día daremos cuenta a El de nuestras vidas. La Escritura dice claramente que todos nosotros hemos transgredido su ley, y somos culpables ante sus ojos. Y, si cuando lleguemos ante su presencia somos juzgados según nuestros méritos, merecidamente se­remos condenados para siempre. Esto significa que no tenemos esperanza, sino en su misericordia, y esa misericordia se manifestó en Jesucristo, su Hijo, a quien envió al mundo para que viviera en nuestro lugar y muriera por nosotros. Su Palabra declara que si ponemos nuestra fe en Cristo, El nos perdonará por gracia nuestros pecados y nos dará el don de la vida eterna. Un día tendremos que estar de pie ante nuestro Creador. Si confiamos en alguna supuesta bondad, moralidad, piedad o religiosidad que haya en nosotros mismos, no lo lograremos nunca. Corramos hacia la cruz, para ser allí vestidos con la justicia de Cristo, para que podamos comparecer sin mancha ante nuestro Creador.


[i] Louis T. More, The Dogma of Evolution (El dogma de la evolución) Princeton, University Press, 1925, pág. 1601.
[ii] Citado en Henry M. Morris, Scientific Creationism (Creacionismo cristiano). San Diego, California, Creation Life Publishers, 1974, pág. 8.
[iii] Citado en Meldan, Why We Believe in Creation (Por qué creemos en la creación), pág. 8
[iv] Citado de James F Coppedge, Evolution: Possible or Impossible? (Evolución: ¿posible o imposible?). Grand Rapids, Michigan, Zodervan Publishing House, 1973, pág., 180
[v] Robert T. Clarky James D. Bales, Why Scientists Accept Evolution (Por qué aceptan los científicos la evolución). Grand Rapids, Michigan, Baker Book House, 1966.
[vi] Henry M. Morris, The troubled Water of Evolution (Las agitadas agues de la evolución), San Diego, California Creation – Life Publishers, 1974, pág., 58
[vii] Citado en H. Enoch, Evolution or Creation? (¿Evolución o creación?), Londres, Evangelical Press, 1966, pág. V.
[viii] Citado en Coppedge, Evolution, pág. 177.
[ix] Revista Time 30 de diciembre de 1974, pág. 48.
[x] Ibíd.
[xi] Coppedge, Evolution, capítulo 6.
[xii] Ibíd., págs. 166, 167.
[xiii] Citado en Enoch, Evolution or Creation? ¿Evolución o creación?), pág. 22.
[xiv] Citado en Did Man Get Here by Evolution or Creation? (¿Llegó el hombre aquí por evolución o por creación?) Nueva York, Watchtower Bible Tract, 1967, pág. 45.
[xv] Citado en Morris, The Troubled Waters of Evolution (Las agitadas aguas de la evolución), pág. 91.
[xvi] Citado en Duane Gish, Evolution — The Fossits Say No! (La evolución: Los fósiles dicen: ¡No!) San Diego, California, Creation-Life Publishers, 1978, pág. 14.
[xvii] Citado en Enoch, Evolution or Creation? (¿Evolución o creación?), pág. 67.
[xviii] Ibíd., pág. 28.
[xix] Ibíd., pág. 84.
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