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Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Salmo 37:4 BLS

viernes, 30 de septiembre de 2011

Desde la página de Paco Palafox

copyright PacoPalafox

Devocional Día 83

Devocional Día 83
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar


9. CREER

Este es un paso difícil para muchos de nosotros: Creer. Al igual que en la parábola del juez injusto que acabamos de estudiar, Dios dice que después de alegar nuestro caso, debemos creer. El preguntar en sí no hará que usted reciba. Lea cuidadosamente las palabras de Cristo en este pasaje de Marcos 11. Este es otro mini seminario sobre la oración:

Respondiendo Jesús, les dijo: "Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed..." (vv. 22-24).

¿Cuál es la siguiente frase?, "...que lo recibiréis". ¿Puede usted ver la aseveración en "recibiréis"? Cuando usted pida, crea en ese preciso momento que usted ya lo ha recibido. Es posible pedir algo en oración y no creer. Lo hacemos todo el tiempo. Normalmente nos rendimos demasiado pronto.

En el libro de Daniel, leemos que Daniel oró y que el mismo día que él oró, la respuesta fue enviada. Sin embargo, Daniel no lo sabía (Véase Daniel 10:10-14; 9:23). ¿Qué hizo Daniel? El continuó orando. Después de veintiún días, un ángel llegó con la respuesta. El punto aquí es que Daniel no dijo, "han pasado diez días. Esto no funciona. Voy a volver a hacer lo que antes hacía". No. Daniel creyó que si Dios decía algo, se suponía que eso ocurriera. El no iba a dejar de orar hasta que fuera manifestado. El iba a perseverar hasta que lo viera con sus propios ojos.

¿Cree usted que la oración que usted hizo anoche será contestada? Quiero confesarle algo. Diga, "Señor, yo creo". Puede que usted no crea completamente. Puede que usted tenga la tendencia a dudar. Pero cuando usted comience a dudar, sea honesto, como el padre del joven endemoniado y diga, "¡Sí creo! ...¡Ayúdame en mi poca fe!" (Marcos 9:24, NVI). Esa es una buena oración. No debemos permitir que la duda penetre en nuestras oraciones porque eso causaría un corto circuito.

y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor (Santiago 1:5-7).

En cambio cuando usted crea que usted ha recibido lo que pidió, eso será suyo.


Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

jueves, 29 de septiembre de 2011

NVI AudioBiblia

NVI AudioBiblia


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Cualidades de un líder - Tip 4

Tips
Cualidades indispensables de un líder

Comunicación


SIN ELLA, VIAJAS SOLO

Desarrollar excelentes habilidades de comunicación es esencial para el liderazgo efectivo. El líder tiene que ser capaz de compartir conocimientos e ideas para trasmitir un sentido de urgencia y entusiasmo a otros. Si no puede hacer comprender un mensaje claramente y motivar a otros a actuar, entonces no tiene sentido tener un mensaje.
—Gilbert Amelio,
Presidente de la National Semiconductor Corp.

Los educadores toman algo simple y lo vuelven complicado. Los comunicadores toman algo complicado y lo hacen simple.
—John C. Maxwell

UN GRAN COMUNICADOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA

Muchos presidentes de los Estados Unidos han hecho un impacto tremendo como grandes comunicadores. John F. Kennedy, Franklin D. Roosevelt y Abraham Lincoln vienen a mi mente como destacados ejemplos. Pero solo a un presidente en el lapso de nuestra vida se le ha llamado el Gran Comunicador, y ese fue Ronald Reagan.

Temprano en su carrera se reveló el talento de Reagan como comunicación. Comenzó en la radio. Cuando tenía como veinte años, rápidamente se convirtió en uno de los mejores narradores del oeste medio. Generalmente narraba juegos en vivo, pero ocasionalmente simulaba la trasmisión de un juego de los Cachorros de Chicago usando reportes de la Western Union de cada juego. Durante uno de esos juegos, el cable que llegaba a él se cortó, mientras Augie Galan estaba al bate en una situación difícil. Ronald Reagan hábilmente mantuvo a Galan bateándole foul tras foul al pitcher durante un pitcheo imaginario de seis minutos hasta que pudo reanudar los detalles del juego.

A lo largo de su carrera, Reagan demostró una habilidad poco común para relacionarse y comunicarse con la gente. Nunca fue esto más evidente que durante el tiempo que aspiraba a la presidencia y cuando ya estaba en la Casa Blanca. Mientras en 1980 anunciaba su candidatura para la presidencia, lanzó la visión para su campaña clara y simplemente, diciendo: «En el centro de nuestro mensaje deben haber cinco sencillas palabras familiares. No grandes teorías económicas. No sermones sobre filosofías politicas. Solo cinco cortas palabras: familia, trabajo, vecindario, libertad, paz».

Durante su campaña, Reagan debatió exitosamente con su contrincante Jimmy Carter. El antiguo gobernador de California se mostró como un americano medio tranquilo, simpático y competente. Ganó con facilidad. Más tarde cuando se le preguntó si se había puesto nervioso debatiendo con el presidente, Reagan respondió: «No, no del todo. He estado en el mismo escenario con John Wayne».

Ya sea que estuviera hablando a un grupo, mirando a la cámara, o hablando cara a cara con alguien, Reagan era capaz de comunicarse con la máxima efectividad. Aun cuando baleado lo llevaban a la sala de operaciones, su objetivo era hacer que los otros se sintieran tranquilos. Su comentario con el cirujano fue:

«Por favor asegúrenme que todos ustedes son republicanos».

Reagan fue un buen ejecutivo porque poseía una clara visión, hacía decisiones fácilmente, y delegaba con mucha efectividad. Pero fue un gran líder debido a su habilidad sobrenatural para comunicarse.

Cuando llegó a dirigir el país, la gente sabía quién era él, dónde estaba situado, y qué quería, y no vacilarían en subir a bordo con él. La comunicación lo hizo el tipo de líder que la gente quería seguir.

AL GRANO

Aun cuando no pretendas dirigir al país, como hizo Ronald Reagan, aún así necesitas poseer su habilidad para comunicarte. El éxito de tu matrimonio, tu trabajo, y tus relaciones personales depende de esto. La gente no te seguirá si no saben lo que quieres o a dónde vas.

Tú puedes ser un comunicador efectivo si sigues cuatro verdades básicas.


1. Simplifica tu mensaje

La comunicación no es solo lo que se dice. Es también cómo se dice. Contrario a lo que algunos educadores enseñan, la clave para la comunicación efectiva es la simplicidad. Olvídate de impresionar a la gente con grandes palabras u oraciones complejas. Si quieres relacionarte con las personas sé sencillo. Napoleón Bonaparte acostumbraba decir a sus secretarios, «sea claro, sea claro, sea claro».

Una anécdota sobre un secretario ejecutivo recién nombrado nos da una pauta para una comunicación efectiva. Lo invitaron a hablar a un grupo grande por primera vez, por lo que se acercó a su mentor pidiéndole consejos sobre como dar un buen discurso. El hombre, mayor que él, le dijo: «Escribe una apertura estimulante que pueda cautivar a todos en la audiencia. Después escribe un resumen y una conclusión dramáticos que haga que la gente desee actuar. Después pónlos tan juntos como sea posible».


2. Mira a la persona

Los comunicadores efectivos se concentran en las personas con las que se están comunicando. Saben que es imposible comunicarse con efectividad con una audiencia sin saber algo sobre ellos.

Cuando te comuniques con las personas, ya sean individuos o grupos, hazte estas preguntas: ¿Quién es mi audiencia? ¿Cuáles son sus preguntas? ¿Cuáles son las necesidades a suplir? y, ¿Cuánto tiempo tengo? Si quieres llegar a ser un mejor comunicador, déjate orientar por la audiencia. La gente cree en los grandes comunicadores porque los grandes comunicadores creen en la gente.

3. Muestra la verdad

La credibilidad precede a la gran comunicación. Hay dos formas de transmitir credibilidad a tu audiencia. Primero, cree en lo que dices. Personas comunes se convierten en comunicadores extraordinarios cuando son fervientes en sus convicciones. El mariscal de campo Ferdinand Foch observó: «El arma más poderosa sobre la tierra es el alma humana encendida». Segundo, vive lo que dices. No hay mayor credibilidad que la convicción en acción.

4. Busca una respuesta

Cuando te comuniques nunca olvides que el objetivo de toda comunicación es la acción. Si descargas un montón de información sobre las personas, no estás comunicando. Cada vez que hables a la gente, dales algo que sentir, algo que recordar, y algo que hacer. Si tienes éxito al hacer esto tu habilidad para guiar a otros tomará otro nivel.

REFLEXIONEMOS

Dante Marquez hijo, presidente de MVM, Inc., ha dicho lo siguiente sobre la habilidad de un líder para comunicarse: «Un líder tiene que hacer que otros hagan las cosas; por lo tanto, tiene que tener la habilidad de inspirar y motivar, guiar y dirigir, y escuchar. Es solo a través de la comunicación que el líder es capaz de provocar que otros interioricen su visión y la pongan en acción.

¿Cómo evalúas tu capacidad de comunicarte con otros? ¿Es la comunicación una prioridad para ti? ¿Puedes inspirar y motivar a otros? ¿Expresas tu visión de tal forma que la gente sea capaz de entenderla, asimilarla, e implementarla? Cuando hablas con las personas una por una, ¿eres capaz de establecer un vínculo con ellos?, ¿y con los grupos? Si sientes en tu corazón que tu visión es grande, y todavía la gente no la capta, tu problema puede ser una incapacidad para comunicarte efectivamente.

CONVENCIMIENTO

Para mejorar tu comunicación haz lo siguiente:

Sé claro como una campana. Examina una carta, un memorándum u otro artículo que hayas escrito recientemente. ¿Son tus frases cortas y directas, o son vagas? ¿Serán capaces los lectores de captar las palabras que has escogido, o tendrán que leerte con un diccionario en la mano? ¿Has usado la menor cantidad de palabras posibles? Para un comunicador, los mejores amigos son la sencillez y la claridad. Escribe tu próximo trabajo de comunicación teniendo ambas cosas en mente.

Reenfoca tu atención. Durante la próxima semana, mientras comunicas, pon atención a tu enfoque. ¿Está puesto en ti, en tu material o en tu audiencia? Si no está puesto en las personas, necesitas cambiar eso. Piensa en sus necesidades, preguntas y deseos. Acércate a las personas donde están, y serás un mejor comunicador.

Vive tu mensaje. ¿Hay alguna discrepancia entre lo que comunicas y lo que haces?

Habla con algunas personas confiables y pregúntales si creen ellos que estás viviendo tu mensaje. Tu esposa, un consejero, o un amigo cercano pueden ver cosas a las cuales tú eres ciego. Recibe sus comentarios sin defensividad. Hazte el propósito de hacer cambios en tu vida para ser más consistente.

PARA EXTRAER DIARIAMENTE

El 7 de abril de 1865, el presidente Abraham Lincoln tomó una difícil decisión, y necesitó comunicársela a su general en el campo. En ella descansaban todas sus esperanzas y todo el peso de su liderazgo como presidente. Usando toda su habilidad como comunicador, escribió el siguiente mensaje:

Tnte. Gral. Grant,
El Gen. Sheridan dice: «Si la cosa se pone difícil, creo
que Lee se rendirá». Deje que la cosa se ponga difícil.
A. Lincoln

El presidente no permitió que la importancia de una comunicación afectara su sencillez. Nosotros tampoco deberíamos permitirlo.

Fuente: Maxwell, J.C. (2000) Las 21 cualidades indispensables de un líder. Betania. EE.UU.

Devocional Día 82

Devocional Día 82
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar


8. ALEGAR EL CASO

Seguidamente, alegue su caso. Veamos más detenidamente lo que significa "alegar". Alegar su caso no significa rogar, gemir o ponerse emocional. A Dios no le impresiona nada de eso. Cuando usted grita, todo lo que logra es cansarse. Usted no obtiene respuestas. Nuevamente, la oración es un arte legal. Es algo que usted hace porque legítimamente merece lo que usted pide basado en las promesas de Dios.

De hecho, en Lucas 18, Jesús le dijo a Sus discípulos, "permítanme no sólo enseñarles a orar, sino también a obtener respuesta" (Véase el versículo 1). Él les reveló cómo entrar de lleno en la oración hasta ver a Dios.

Jesús comenzó diciendo: "Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre" (v. 2). Este es Dios mismo enseñando sobre la oración, y Él nos dice, "como ilustración, imagínense a alguien que no le importa quién es Dios y no se preocupa por su situación. Imagínense tener que pedirle a esta persona algo". Él usó el peor ejemplo de recurso. Creo que él quería ilustrar el hecho de que la oración no tiene nada que ver con que usted le agrade o no a Dios [como persona]. Nosotros decimos, "Señor, si Me amas, bendíceme". A esto Dios contesta, "Te bendeciré por dos razones: primero, calificas por medio de tu fe en Mis promesas y tu recta manera de vivir; y segundo, Yo soy santo; por consiguiente, Yo cumplo Mi palabra".

Jesús luego continuó diciendo: "Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario" (v. 3). La razón por la cual Él usó el ejemplo de la viuda es que, en los tiempos de Jesús, una viuda era alguien que estaba por el suelo en su vida. En la cultura israelita, si un hombre casado moría, su hermano debía casarse con la viuda del primero, cuidarla y proteger el nombre de su hermano para que ella no tuviera que salir a las calles a mendigar y traer desgracia al nombre de la familia. Si el segundo hermano moría, el tercer hermano debía casarse con ella y así sucesivamente. Por ende, cuando una mujer enviudaba, era porque no quedaban más hermanos. No había más parientes que cuidaran por ella y le ayudaran.

Por consiguiente, cuando Dios enseñó acerca de la oración, Él usó el peor panorama para describir no sólo al que debía contestar la oración, sino también al que oraba. Permítame decirle porque la viuda es tan importante en esta ilustración. Dios quiere que usted ore con una actitud que diga, "Tú eres el único que puede ayudarme". A menudo oramos para que Dios nos ayude, pero tenemos un plan auxiliar, por si acaso. Dios dice, "puedes orar todo lo que quieras. No te contestaré hasta que no tengas otro lugar a donde ir. Entonces sabrás que Yo soy tu Proveedor".

Dios quiere que usted ore con una actitud que diga, "Tú eres el único que puede ayudarme".

Dios no quiere ser usado como una llanta de repuesto. Nosotros tenemos la tendencia de decir, "si no puedo lograr la ayuda de nadie más, se la pediré a Dios". Esta mujer no tenía ninguna opción, ninguna alternativa. A veces nos encontramos en situaciones similares: "Señor, si Tú no me ayudas, perderé esta casa". Tenemos que depender completamente de Él.

Jesús continuó diciendo: "Durante algún tiempo él [el juez] se negó" (v. 4, NVI). ¿Por cuánto tiempo? No lo dice. Cuando oramos, a veces la respuesta no llega inmediatamente, pero eso no significa que no esté por llegar. Puede que las personas le pregunten, "¿hasta cuándo creerá usted que esto ocurrirá?" "¿Por cuánto tiempo?" "Durante algún tiempo". "¿Cuánto tiempo es eso?" "No lo sé. Me aferraré a esto hasta que lo vea, porque el puro de corazón verá a Dios. Sin santidad, sin claridad de propósito, nadie verá la salvación de Dios".

Jesús concluyó Su historia con, "pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia" (vv. 4-5). ¿Dijo el juez, 'veré que ella halle descanso'? No, él usó una palabra legal. "Le haré justicia [para que obtenga lo que legítimamente le pertenece]".

Dios no puede mentir. Por lo tanto, lo que Él prometió se cumplirá. Es la integridad de Su nombre y de Su Palabra la que nos llama a ser persistentes en nuestra oración. "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?" (Números 23:19).

Prosiguió Jesús a explicar la parábola: "Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia" (vv. 6-8, el énfasis fue añadido). Jesús estaba diciendo aquí, "si un hombre no reconoce a Dios o Su justicia verá porque una mujer que a él no le agrada obtenga lo que merece, cuánto más Dios, quien los ama, verá para que ustedes obtengan justicia—y rápidamente". En otras palabras, Dios no tomará tanto tiempo como ese juez al que no le gustaban las personas. Él hará justicia a Sus escogidos, a aquellos que han recibido Sus promesas como herencia espiritual.

Jesús añadió: "Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?" (v. 8). La fe es creer en las promesas. Las personas oran, pero no quieren creer sino hasta después que llegan las respuestas. Esta parábola nos dice que cuando creemos en la Palabra de Dios y le repetimos Sus promesas a Él, Dios dice, "Yo te contestaré—no porque 'me agradas', sino porque Yo soy santo". Por consiguiente, alegue su caso basado en la Palabra e integridad de Dios.


Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

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Devocional Día 81

Devocional Día 81
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar


7. ASEGURAR LAS PROMESAS

El siguiente paso va relacionado al anterior: Asegure sus promesas. "Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios" (2da Corintios 1:20). Aférrese a las promesas de Dios cuando presenta Su Palabra ante Él, aplicándola a la petición particular que usted está presentando.

Cuando Jesús quería ministrar a las personas, Él nunca asumió lo que ellos necesitaban. Él les preguntaba: "¿Qué queréis que os haga?" (Mateo 20:32). Dios contesta las peticiones específicas basadas en Sus promesas. Veamos un ejemplo de esto.

Bartimeo era ciego y mendigaba junto al camino. Cuando él escuchó que Jesús se acercaba, dijo, "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Marcos 10:47). Jesús se le acercó y dijo: "¿Qué quieres que te haga?" (v. 51). Usted podrá pensar que era obvio lo que Bartimeo necesitaba. Con todo, hay personas que prefieren quedarse en la condición en que se encuentran. "Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tufe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino" (v. 52).

Bartimeo fue sanado porque pidió sanidad basado en sus derechos legales. El gritaba, "Hijo de David" (Marcos 19:47-48). Esa era una declaración legal. El pacto de Abraham llegaba por medio de David. Las Escrituras dicen que el Mesías descendía del linaje de David y que el trono de David duraría para siempre (Isaías 9:6-7). Bartimeo razonó, "si Jesús es el Mesías, Él debe ser Hijo de David. Si Él es el Hijo de David, entonces toda promesa de pacto que Dios le hizo a Abraham, Moisés y David llegan a mí por medio de Él". Entonces dijo, "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Marcos 19:47-48). "Y Jesús le dijo: Vete, tufe te ha salvado" (v. 52). Este hombre merecía ser sanado porque él apeló presentó su petición específicamente por medio de las promesas. De igual forma, nosotros debemos asegurar las promesas cuando oramos.

Veamos un caso bíblico en el cual una persona fue sanada sin pedirle a Jesús que la sanara, pero fue sanada basada en las promesas. Un día, en el sábat, Jesús entró en una sinagoga. Había una mujer sentada entre la multitud, ésta tenía problema en su espalda. Jesús se levantó y leyó las Escrituras. Cuando él terminó, Él vio entre la multitud a la mujer. La Biblia dice que ella andaba encorvada. Ella no podía enderezarse. Entonces Jesús puso Sus ojos en ella, la llamó, impuso manos sobre ella y la sanó. La Biblia dice que "ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios" (Lucas 13:13).

Dios nos sana porque le presentamos evidencia de que ese es nuestro derecho legal basado en Sus promesas.

El líder del templo y otros líderes religiosos comenzaron a murmurar entre sí diciendo, "¡cómo se atreve a sanarla en el día de reposo!, Jesús se volvió a ellos y dijo: "Ya esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?" (Lucas 13:16).

¿Qué estaba haciendo Jesús? Él sacaba cantidad de archivos que contenían evidencias. Por alguna razón, tenemos la impresión de que si nos vemos enfermos, Dios se apiadará de nosotros y nos sanará. Con todo, aunque esta mujer se miraba terrible, ella no fue sanada sino hasta que la acción legal entró en juego. Jesús dijo: "Y a esta hija de Abraham...". Esa fue una declaración poderosa. En otras palabras, ella tenía el derecho de ser libertada y sanada, conforme a la promesa de Dios. Jesús no la sanó solamente porque era el día de reposo. Él la sanó porque, en el contrato que Dios había trazado con Su pueblo escogido en nombre de Abraham, Él había dicho, "quitará Jehová de ti toda enfermedad" (Deuteronomio 7:15).

Le pedimos al Señor que nos sane porque padecemos, y, Él nos muestra Su compasión al sanarnos (Véase Mateo 14:14). Sin embargo, la razón principal por la cual Él nos sana es porque le presentamos evidencia de que ese es nuestro derecho legal.


Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

martes, 27 de septiembre de 2011

Devocional Día 80

Devocional Día 80
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar

6. ESPECIFICAR LAS PETICIONES

El paso a seguir es el de especificar las peticiones. La oración no es jerigonza. Es más bien una comunicación bien articulada e intencional. Es un arte. Un abogado debe estudiar mucho antes ir ante un juez o un jurado a presentar su caso. Por eso se le paga. El investiga para poder presentar la información pertinente al caso. Algo común que se le escucha decir a un abogado fiscal o defensor es "¡irrelevante!". Cuando usted presenta delante de Dios sus peticiones por cosas que usted desea que Él haga, usted debe asegurarse que la evidencia que usted presenta sea relevante al caso. Es por eso que Dios tiene tantos nombres. Usted debe dirigirse a Él específicamente de acuerdo a sus peticiones particulares.

La oración debe ser intencional y práctica.

Si usted quiere paz, usted apela ante Él como Jehová Shalom (Dios es nuestra paz), en vez de Jehová Yiréh (Dios es nuestro proveedor). Si usted necesita sanidad, Él es Jehová Rafa (Dios es nuestro sanador). "Señor, necesito que seas Jehová Rafa específicamente en este caso. Apelo ante la corte por sanidad. No necesito un carro ahora mismo; ni siquiera puedo manejarlo. Necesito ser sanado. Tú dices que si Te amo y guardo Tus mandamientos, 'quitará Jehová de ti toda enfermedad'" (Deuteronomio 7:15).

Por consiguiente, especifique sus peticiones reconociendo el nombre y la Palabra de Dios. Una forma de lograr esto es escribiendo las cosas por las cuales desea orar; a la par de esas cosas escriba los pasajes que usted usará en su oración.

Una vez más, la oración debe ser intencional y práctica. No es algo que usted junta al azar. Sería bueno que escriba las cosas específicamente. Entonces, cuando usted ore por su lista de peticiones, Dios sabrá que hay pensamiento e intención detrás de sus peticiones. Cuando usted ora por cada una de sus peticiones, usted ora de acuerdo con la Palabra de Dios, y, a cambio Dios enviará ayuda por cada petición. "Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho" (1ra Juan 5:14-15, el énfasis fue añadido).


Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Desde la página de Paco Palafox

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Devocional Día 79

Devocional Día 79
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar


5. SUPLICAR

El siguiente paso es presentar oración y ruego. Filipenses 4:6 dice, "por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias". [La Biblia de las Américas traduce "oración y ruego" como "oración y súplica"].

"Súplica" es una palabra que implica tres cosas. Suplicar significa interceder, pedir e incubar. Por incubar me refiero a una pasión profunda. Cuando usted presenta una súplica, eso quiere decir que usted siente el corazón de Dios. Usted desea Su voluntad tanto que se vuelve una experiencia emocional.

Normalmente, es entonces cuando usted comienza a sollozar en la oración u ora más fervientemente. Es una arrolladora experiencia emocional con Dios. Dios le muestra a usted algo de lo que Él está sintiendo y usted se une a Sus propósitos y deseos. La súplica es un resultado natural de la acción de gracias. Cuando usted da gracias, usted usualmente se mueve a la súplica porque el dar gracias agrada a Dios y Él le revela a usted lo que hay en Su corazón.

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

domingo, 25 de septiembre de 2011

SonoBiblia (NT Dramatizado - MP3)

SonoBiblia
NT Dramatizado - MP3


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Las Sociedades Bíblicas Unidas presentan un Nuevo Testamento dramatizado en audio con el texto bíblico de la Traducción en lenguaje actual, denominado SONOBIBLIA. Con esta locución bíblica se hace agradable escuchar la palabra de Dios, pues ha sido realizada poniendo especial énfasis en la comprensión oral del mensaje bíblico.

SONOBIBLIA, con una producción de alta calidad, un magnífico elenco de destacadas figuras del teatro, la radio y la televisión, música original y efectos especiales de sonido, te transporta a los escenarios en que tuvieron lugar las historias y los eventos bíblicos.

Ofrece una locución bíblica muy amena con voces masculinas y femeninas y musica ambiental conforme al entorno relatado que la hace muy amena de oir.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Devocional Día 78

Devocional Día 78
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar


4. DAR GRACIAS

Después que usted haya confesado, comience a dar gracias. "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús" (Ira Tesalonicenses 5:16-18). El dar gracias es parte de la voluntad de Dios para con nosotros.

Por supuesto, ahora que usted ha confesado, usted podrá dar gracias abundantemente porque su corazón ha sido liberado. Dios no sólo le da libertad, sino que también le da algo por lo que usted pueda estar agradecido. Él le acaba de perdonar sus pecados. Usted ahora tiene razón suficiente para dar gracias por largas horas.

David pensaba en dar gracias aun mientras confesaba. "Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza" (Salmos 51:14-15). Así es como se debe orar. De hecho, este salmo de confesión concluye con una alabanza. "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios...Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces ofrecerán becerros sobre tu altar" (vv. 17, 19). El ofrecer sacrificios y ofrendas quemadas era un método de adoración en el Antiguo Testamento. Si usted ha confesado su pecado ante Dios, entonces su corazón está limpio y usted podrá ofrecer sacrificios de alabanza a Dios (Véase Hebreos 13:15).

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

viernes, 23 de septiembre de 2011

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Devocional Día 77

Devocional Día 77
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar


3. CONFESAR

El siguiente paso es la confesión. Por casi tres años, cuando estaba en la Oral Roberts University, cada semestre impartí un curso sobre la oración para el Ministerio Cristo para las Naciones. Cuando llegué a esta lista para enseñarles a los estudiantes cómo ir paso a paso en la oración, la mayoría preguntó, "¿no deberíamos comenzar con la confesión?" Yo les contestaba, "si lo hacen así, entonces no sabrían qué confesar".

A la mayoría de nosotros se nos ha enseñado que la confesión significa sacar a relucir nuestros pecados pasados, sentir remordimiento, volvernos emocionales y así sucesivamente. Pero, ese no es el centro de la confesión. El confesarse es un concepto muy distinto. Esto significa estar de acuerdo con Dios en lo que Él le dice a usted y acerca de usted. Usted puede estar de acuerdo con Dios solamente cuando usted escucha lo que Él le dice. Esto nos lleva, una vez más, a la adoración.

Confesar significa estar de acuerdo con Dios en lo que Él le dice a usted y acerca de usted.

Cuando usted entra en la presencia de Dios por medio de la adoración, Él no va a comenzar a tratar con las otras personas primero. Él comenzará a resplandecer Su luz en lugares que usted pensó que Él no conocía. Él traerá las cosas a la luz. Usted incluso pensará, "espero que nadie se entere de lo que estoy pensando. Si ellos supieran las cosas que Dios me dice, ellos no se me acercarían". De hecho, Dios nos dice a todos: "No quiero que se condenen a sí mismos; quiero que me digan que estoy en lo correcto. ¿Estoy en lo correcto? ¿Estás en pecado?, si es así, entonces tú debes estar de acuerdo conmigo en que lo que haces está mal y deben dejar de hacerlo".

La confesión se da cuando Dios señala algo en su vida y dice, "deshazte de eso", o, "eso es rebeldía", o, "sabes que no debiste haber hecho eso", o, "eso es pecado", y usted contesta, "Sí, Dios, estás en lo correcto. No seguiré haciendo esto". Entonces usted coloca su confianza en Él para que le ayude a caminar en el Espíritu. "Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne" (Gálatas 5:16). Cuando el Espíritu Santo le muestra que algo en su vida no anda bien, entonces usted debe estar de acuerdo con Él. Si usted disiente con Él, usted no confiesa.

Veamos este paso en términos prácticos. Suponga que Dios señala un pecado particular en su vida, pero usted ignora Su sugerencia. Usted va a una reunión de oración y el Espíritu Santo le dice, "no me pidas nada hasta que resuelvas este problema", pero usted continúa orando por otras cosas. El Espíritu entonces le dice, "hiciste algo malo y no lo haz resuelto todavía. Quiero que lo resuelvas esta noche". Sin embargo, usted sigue cantando y tratando de ahogar la culpabilidad. Usted no confiesa. Cuando usted está de acuerdo con Dios, entonces usted confiesa.

Como escribí anteriormente, este pasaje fue escrito para los creyentes: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados" (Ira Juan 1:9). Cuando Él nos perdona, ¿qué más hace? "limpiarnos de toda maldad"

(v. 9). La palabra rectitud significa "ser íntegro" o estar en posición de autoridad. Eso significa que Dios nos limpiará de todo lo que pueda detenerle a Él de colocarnos nuevamente en integridad o alineamiento con la perfecta voluntad de Dios para después bendecirnos.

¿Cómo llega esa limpieza? Usted tiene que hacer algo. Usted debe admitir su pecado y apartarse del mismo. Decirle a Dios que siente mucho haber hecho lo que hizo mientras piensa volverlo a hacer es demostrarle a Dios que usted no está de acuerdo, eso es un problema. "Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros" (v. 10).

La Biblia dice, "él es fiel y justo". "Justo" quiere decir recto [o correcto]. Dios dice: "Si estás de acuerdo con que lo que digo es verdadero y que lo que te he señalado es pecado, entonces tengo el derecho de perdonarte por medio de la expiación de Cristo por tus pecados". En otras palabras, Dios responderá de manera justa y le perdonará. Esto significa que el pecado no perdonado es todavía pecado que usted no reconoce como tal. Usted sigue guardándolo y haciéndolo; por consiguiente, Dios no le limpia de ello.

Así es que la adoración le lleva a pasar tiempo en la oración tratando con usted mismo. Créame, Dios tiene una manera de revelarle su corazón una vez que usted comienza este proceso. La Biblia dice que Dios habita en la alabanza de Su pueblo. Cuando usted se retira a un lugar quieto y se deshace de las distracciones, cuando usted comienza a adorar a Dios y Él comienza a habitar en usted, usted comienza a ver la santidad en su presencia, y, Él señala las iniquidades. Usted no responde diciendo, "eso no es totalmente cierto, Señor". Él contesta, "Yo no puedo hacer negocio contigo si tú no estás de acuerdo conmigo. ¿Me estás diciendo que estoy equivocado?"

Puede que Dios le inste a llamar a alguien y pedirle disculpas por lo que usted hizo. Entonces Dios le dirá, "¿haremos negocio o no? Todavía guardas iniquidad en tu corazón y quiero que hagas algo al respecto, ahora". "Pero, Dios, ¿Tú quieres que yo lo llame a él? "Mira, no entiendes. Esto está bloqueando tu vida de oración".

David fue uno de los peores pecadores del mundo. El cometió adulterio, concibió un hijo fuera del matrimonio y mató a un hombre. Con todo, Dios dijo: Este es "varón conforme a [mi] corazón" (Véase Ira Samuel 13:14). ¿Por qué Dios dijo esto acerca de David? Si hubo alguien que confesó rápidamente después de que se le señaló su pecado, ese fue David. El fue completamente honesto con respecto a su pecado. El no puso excusas; él admitió que había pecado contra Dios. Este hecho asombroso hizo que su vida de oración fuera poderosa. Él estuvo de acuerdo con Dios, he aquí su confesión:

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio (Salmos 51:1-4).

Cuando David confesó, él expresó, "contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos" (v. 4). Cuando pecamos, nosotros pecamos contra la naturaleza y el carácter de Dios, contra Su pureza y rectitud, contra Su amor y gracia. David confesó, "yo 'he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio', Tú lo llamas pecado y estás en lo correcto, Dios".

Si usted continúa jugando con el pecado y no está de acuerdo con Dios en ello, el pecado le destruirá. Lo que usted ha deseado para su vida nunca ocurrirá, porque usted será la ruina de lo que persigue alcanzar. Piense en lo que Dios está diciendo. Confesar no busca simplemente traer a luz su pasado. Más bien significa estar de acuerdo con Dios y obedecerle inmediatamente cuando Él le muestras que usted está en el error. Sólo entonces Dios se le acercará a usted. Él dirá, "me agrada esta persona. Él es alguien conforme a Mi corazón. Él tiene una mente como la Mía. Él no se permite morar en el engaño".

Si usted ha hecho algo malo, confiéselo inmediatamente. Yo practico este principio porque es algo que aprendí desde temprano en mi vida como creyente. Por varios años trabajé como capellán de Oral Roberts University. Mi supervisor inmediato era el capellán principal de la universidad. Por sobre él estaba el Decano de la Facultad de Teología. Un día, ellos me llamaron a una reunión y los tres hablamos acerca de algo que estaba mal en mi departamento. Tratando de ayudar a alguien, yo había hecho algo indebido. Me senté con ellos tratando de explicarles por qué había hecho lo que hice.

Una vez que Dios lo haya limpiado a usted, no hay nadie que pueda condenarle.

En medio de mi explicación, el decano me detuvo y dijo, "detente, si quieres que Dios te bendiga, nunca hagas eso". A lo que yo contesté, "¿hacer qué?". El respondió, "no te has arrepentido si tratas de justificarte. Lo que trates de explicar no lo lamentas. Simplemente di, 'hice lo incorrecto, perdóname', y, pídele a Dios que te perdone. Esta reunión debió haber concluido en los primeros dos minutos. Estás haciendo que esta reunión se alargue y complicando tu vida. No lleves este hábito contigo cuando salgas de esta oficina".

Si usted alguna vez encuentra que ha errado, simplemente confiéselo, asienta, pida perdón y siga su vida. Lo que usted trate de explicar, usted realmente no lo lamenta Quizás usted trate de justificar el por qué cayó en cierto pecado. En vez de esto, simplemente diga, "Dios, perdóname. Hice mal. Voy de regreso a casa". No se meta a dar explicaciones largas y tediosas acerca del por qué usted pecó y sus ramificaciones. Dios pregunta, "¿estás en pecado?" "Sí". "Bien, como estás de acuerdo conmigo de que estás en pecado, ahora Yo te perdonaré. Yo te limpiaré de toda iniquidad. Permíteme limpiarte". Dios es fiel. Una vez que Dios lo haya limpiado a usted, no hay nadie que pueda condenarle. "¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará?" (Romanos 8:33-34).

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cualidades de un líder - Tip 3

Tips
Cualidades indispensables de un líder

Compromiso

ES LO QUE SEPARA A LOS HACEDORES DE LOS SOÑADORES

La gente no sigue a los líderes no comprometidos. El compromiso puede mostrarse en un amplio rango de aspectos que incluyen las horas de trabajo que decides emplear, cómo trabajas para mejorar tus capacidades, o qué es lo que haces por tus compañeros en materia de sacrificio personal.
—Stephen Gregg
Presidente de Ethix Corp.

El que ha hecho lo mejor para su propio tiempo, ha vivido para todos los tiempos.
—Johann von Schiller, Dramaturgo

MUCHO ANTES DE SU TIEMPO

Hace algunos años, mi esposa Margaret y yo tuvimos la oportunidad de ir de vacaciones a Italia. Nuestras dos prioridades mayores eran la comida y el arte. Para encontrar la comida más fina, hablamos con amigos que habían estado allí. Para ver las obras de arte más finas pedimos la ayuda de un guía fantástico que es un comprador del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York. Durante esa gira vimos muchas piezas de arte realmente grandiosas. Pero ninguna me impresionó tanto como el David de Miguel Ángel. Fue entonces que entendí por qué se la conoce como una obra maestra.

Miguel Ángel vivió una vida increíble. Posiblemente el artista más grande de la civilización occidental, y por cierto, el más influyente, nació para hacer esculturas. Una vez dijo que su amor por las herramientas de cantería nació en la época misma cuando lo amamantaban. Su primera obra maestra la esculpió a los veintiún años. Y antes de los treinta terminó La Piedad y David.

Precisamente cuando tenía unos treinta años fue llamado a Roma por el Papa Julio II para que esculpiera una espléndida tumba papal, pero después se le pidió que en lugar de eso, trabajara en un proyecto de pintura. Al principio, Miguel Ángel quería negarse porque no le simpatizaba la idea de pintar una docena de personajes en el techo de una pequeña capilla del Vaticano.

Aun cuando había aprendido a pintar desde que era un niño, su pasión era la escultura. Sin embargo, cuando el Papa lo presionó, accedió de mala gana.

Los expertos creen que los rivales de Miguel Ángel ejercieron presión para que le dieran el trabajo, esperando que rehusara y perdiera el favor del Papa o lo tomara y se desacreditara. Pero una vez que Miguel Ángel aceptó realizar el trabajo, se comprometió consigo mismo a terminarlo, ampliando incluso el proyecto de una simple pintura de los doce apóstoles a más de cuatrocientos personajes y nueve escenas del libro de Génesis. Durante cuatro agotadores años el artista (tendido sobre su espalda) pintaba el techo de la Capilla Sixtina. Fue sumamente alto el precio que tuvo que pagar por realizar aquella obra. El intenso trabajo afectó sus ojos, dañándoselos permanentemente. Miguel Ángel dijo: «Después de cuatro torturantes años, más de cuatrocientas figuras de un tamaño superior al de la vida real, me sentí tan viejo y cansado como Jeremías. Tenía solo treinta y siete años, pero mis amigos no reconocían al viejo en que me había convertido».

El impacto del compromiso de Miguel Ángel fue amplio. Complació a su benefactor, el Papa, y recibió otras encomiendas del Vaticano. Pero más importante, hizo un tremendo impacto en la comunidad artística. Sus frescos de la Capilla Sixtina estaban tan intrépidamente pintados, eran tan originales y tan exquisitamente ejecutados que hicieron que muchos artistas, incluyendo al dotado pintor Rafael, alteraran sus propios estilos. Los historiadores de arte sostienen que la obra maestra de Miguel Ángel cambió para siempre el curso de la pintura en Europa. Y esto sentó las bases para su impacto igualmente importante sobre la escultura y la arquitectura.

Sin duda, el talento de Miguel Ángel creó el potencial para su grandeza, pero sin compromiso, su influencia hubiera sido mínima.

El nivel de compromiso puede verse en su atención a los finos detalles, así como a la visión de conjunto. Cuando le preguntaron por qué trabajaba con tanto ahínco sobre una esquina oscura de la Capilla Sixtina que nadie podría nunca ver, la simple respuesta de Miguel Ángel fue, «Dios la verá».

AL GRANO

El mundo nunca ha visto a un gran líder que carezca de compromiso. Ed McElroy de la fuerza aérea de los Estados Unidos habló de esta importancia: «El compromiso nos da nueva fuerza. No importa lo que pueda venir: enfermedad, pobreza, o desastre, nunca quitamos la vista del objetivo».

¿Qué es compromiso? Para cada persona significa algo diferente:

Para un boxeador, es levantarse de la lona una vez más de las que ha sido tumbado.
Para un maratonista, es correr otras diez millas, cuando ya no le quedan fuerzas.
Para el soldado, es subir la colina, sin saber lo que le espera del otro lado.
Para el misionero, es decir adiós a su propia comodidad, para hacer a otros la vida mejor.

Para el líder, es todo eso y más porque cada uno de los que diriges está dependiendo de ti.

Si quieres ser un líder efectivo, tienes que comprometerte.

El verdadero compromiso inspira y atrae a la gente. Les muestra que tienes convicciones. Ellos creerán en ti solo si tú crees en tu causa. Como sucede con la ley no escrita, la gente acepta primero al líder, después su visión.

¿Cuál es la verdadera naturaleza del compromiso? Echa un vistazo a tres observaciones.

1. El compromiso empieza en el corazón

Algunas personas quieren que todo sea perfecto antes de comprometerse con algo. Pero el compromiso siempre precede a la acción. Dicen que en el Derby de Kentucky, el caballo ganador se queda sin oxígeno después de la primera media milla, y el resto de la distancia la corre con el corazón. Es por eso que todos los grandes atletas reconocen su importancia. Michael Jordan, leyenda de la NBA explica que «el corazón es lo que separa lo bueno de lo grande». Si quieres influir en la vida de otras personas como líder, mira dentro de tu corazón para ver si estás realmente comprometido.

2. El compromiso se prueba con la acción

Una cosa es hablar de compromiso y otra muy diferente es hacer algo en cuanto a esto. La única medida real del compromiso es la acción. Arthur Gordon lo dijo así: «Nada es más fácil que hablar palabras. Nada es más difícil que vivirlas día tras día».

Alguien me contó de un juez que había ganado una elección para un cargo en un condado. Durante su discurso de aceptación, dijo: «Quiero dar las gracias a las 424 personas que prometieron votar por mí. Quiero dar las gracias a las 316 personas que dijeron que votaron por mí. Quiero dar las gracias a las 47 personas que vinieron el pasado jueves a votar, y quiero agradecer a las 27 que realmente votaron por mí». ¿Cómo te va cuando tienes que seguir adelante con tus propios compromisos?

3. El compromiso abre la puerta del logro

Como líder, enfrentarás muchos obstáculos y oposiciones, si es que no los has enfrentado ya. Habrá momentos en que el compromiso será lo único que te impulse hacia adelante. David McNally comentó, «El compromiso es el enemigo de la resistencia, porque es la promesa seria que nos presiona, que nos levanta, no importa cuántas veces nos hayan derribado». Si quieres llegar a algún lugar que valga la pena, tienes que comprometerte.

REFLEXIONEMOS

Cuando se trata de compromiso, hay realemnte solo cuatro tipos de personas.

1. Los que no tienen objetivos y no se comprometen.

2. Los que no saben si pueden alcanzar sus objetivos, por lo que tienen miedo de comprometerse.

3. Los que empiezan a caminar hacia un objetivo pero se rinden cuando la situación se pone difícil.

4. Los que fijan metas, se comprometen con ellas y pagan el precio por alcanzarlas.

¿Qué tipo de persona eres tú? ¿Has estado alcanzando tus objetivos? ¿Estás logrando todo lo que crees que puedes? ¿Cree la gente en ti y te siguen fácilmente? Si tu respuesta a alguna de estas preguntas es no, el problema puede ser tu nivel de compromiso.

CONVENCIMIENTO

Para mejorar tu compromiso, haz lo siguiente:

Mídelo. A veces pensamos que estamos comprometidos con algo, pero nuestras acciones indican lo contrario. Toma tu calendario y tu chequera. Invierte algunas horas revisando cómo gastas tu tiempo y dónde gastas tu dinero. Mira cuánto tiempo inviertes en el trabajo, en el servicio a otros, con la familia, en actividades de salud y recreativas, y así por el estilo. Calcula cuánto dinero gastas en vivir, en pasatiempos, en desarrollo personal, y en dar. Todas estas son una medida real de tu compromiso. Puede que te sorprendas de lo que descubras.

Asegúrate de saber por qué es que vale la pena morir. Una de las preguntas que cada líder tiene que hacerse es, ¿qué es por lo que estoy dispuesto a morir? Si llegas hasta ahí, ¿qué es lo que en la vida no serías capaz de dejar de hacer no importa cuáles sean las consecuencias? Pasa algún tiempo meditando en esto. Escribe lo que descubras. Luego ve si tus acciones están en concordancia con tus ideales.

Usa el método Edison. Si dar el primer paso hacia el compromiso es un problema, trata de hacer lo que hizo Thomas A. Edison. Cuando tenía alguna idea nueva para un invento, llamaba a una conferencia de prensa y anunciaba el invento. En seguida tenía que irse a su laboratorio a inventarlo. Haz tus planes públicos, y estarás más comprometido a llevarlos a cabo.

PARA EXTRAER DIARIAMENTE

Cuando tenía quince años de edad, el ex jugador profesional de básquetbol Bill Bradley asistió a un campamento de verano de básquetbol dirigido por Ed Macauley. Durante ese campamento Macauley hizo una afirmación que cambió la vida de Bradley: «Solo recuerda que si no estás jugando al máximo de tu capacidad, habrá alguien fuera de allí, en algún lugar, con iguales capacidades. Y algún día jugarán entre sí, y él tendrá la ventaja». ¿Cómo te mides tomando este ejemplo?

Fuente: Maxwell, J.C. (2000) Las 21 cualidades indispensables de un líder. Betania. EE.UU.

Devocional Día 76

Devocional Día 76
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




Doce pasos de acción para orar
2. ADORAR

El segundo paso para orar es la adoración. Este paso corresponde a santificar el nombre de Dios, lo cual fue mencionado en el modelo de oración de Jesús (Véase Lucas 11:2). La adoración significa alabar a Dios. Cuando usted adora a alguien, usted expresa cuan preciada es esa persona para usted. La primera parte de Salmos 95 es un buen pasaje bíblico para este propósito. Creo que servirá como un gran cántico de adoración hoy. De hecho, usted podría ponerle su propia música a este salmo y cantarlo durante el día:

Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos. Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano (Salmos 95:1-7).

¡Qué cántico de adoración! "Venid, adoremos y postrémonos". Debemos adorar a Dios por quien Él es: el Rey de toda la tierra, nuestro Creador, nuestro Salvador, nuestro todo. Comience adorándole a Él. Comience alabándole a Él. Comience bendiciéndole a Él. Comience describiéndole a Él. Dígale cómo usted lo ve. Usted podría decirle, "Señor, eres poderoso, grande, maravilloso, omnipotente, sin igual. Eres Dios sobre todos y sobre todo. Eres misericordioso y maravilloso, Eres mi Consolador. Eres perfecto. Moras en mí. Nunca te debilitas. Eres eterno. Estás por sobre todas las cosas y en todas las cosas. Todas las cosas reciben su significado en Ti, Señor. Eres poderoso. No hay nada a la par Tuya ni nada que se te compare. Eres el único Dios. Eres el único Dios sabio: Nadie más es tan sabio como Tú. Todo lo sabes: Sabes todo acerca de mí y de los demás. Entiendes cosas que nosotros no entendemos. Eres más alto y más profundo que nuestros problemas. No tenemos problemas cuando Tú estás presente. Eres nuestro todo y estás en medio de todo; no hay nadie como Tú".


Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

HEROES - Dante Gebel

HEROES
Dante Gebel


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Los Hombres son de Marte, las Mujeres de Venus

Los Hombres son de Marte, las Mujeres son de Venus
John Gray, Ph.D


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Audiolibro: Los Hombres son de Marte y las Mujeres de Venus

QUE PASA CUANDO NO DESAYUNAS ???

QUE PASA CUANDO NO DESAYUNAS ???

Fuente: de un mail de nuestra corresponsal Violeta





RIIINNNGGGG!!!!!!!!!

Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse:

"Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible'"...

Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre.

Desde la sangre le responden:' Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada más'.

El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera: 'De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver qué tiene en reserva'. En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que 'a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos'.

En total no hay sino cerca de 290 gramos de glucosa, es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre desayunar.

Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: 'Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico. Cortisona, hija, saque lo que pueda de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel'.

La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta que volvamos a comer.

Como se ve, quien cree que no desayuna se está engañando: Se come sus propios músculos, se auto devora. La consecuencia es la pérdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento. No sé ¿Cómo afecta eso nuestro peso? Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas.Alienígena Por eso, si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de 'grasa de reserva' y la persona engordará.

La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.

Desayuna como un Rey.
Almuerza como un Burgués
Cena como mendigo.

Y NO COMAS CHATARRA DURANTE EL DÍA, TEN A LA MANO ALGO DE FRUTA POR LAS MAÑANAS Y NUECES Ó MANÍ EN LA TARDE. BUÉN PROVECHO!!!

Caricatura Ganadora en Congreso de Educación

Para Reflexionar
Caricatura Ganadora en Congreso de Educación

Fuente: una de nuestras corresponsales vía mail desde Ecuador


Esta caricatura fue la ganadora en un congreso sobre educación
y vida sostenible celebrado en Sao Paulo.

"Todo el mundo piensa en dejar un planeta mejor para nuestros hijos...
Cuando lo que debería pensar es en dejar Mejores Hijos para el Planeta."

Desde la página de Paco Palafox

copyright PacoPalafox

Devocional Día 75

Devocional Día 75
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración



Doce pasos de acción para orar


Principios de oración comprobados por personajes bíblicos cuyas oraciones fueron poderosas y eficaces.

Desde este día quiero mostrarle un método útil para organizar sus pasos para orar. Los siguientes principios fueron desarrollados al evaluar las vidas de oración de Jesús, Abraham, José, Moisés, David, Ezequiel y otros personajes bíblicos. Cuando usted estudia estos personajes bíblicos, usted ve que todos ellos usaron un patrón similar de oración. Sus oraciones recibieron la atención de Dios y produjeron poderosos resultados. "La oración del justo es poderosa y eficaz" (Santiago 5:16, NVI).

1. GUARDAR SILENCIO

Primero, la oración debe comenzar con el silencio. Usualmente no hacemos una práctica de esto, pero es un aspecto muy importante de la oración. El guardar silencio significa retirarse, estar quieto.

En Mateo 6:6, Jesús dijo: "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Jesús nos dice que vayamos a un lugar quieto y apartado donde no seamos perturbados. En los tiempos del Nuevo Testamento, la mayoría de los techados de las casa eran planos y las personas acostumbraban a oran en el techo. Ese era su lugar quieto. Ellos iban ahí para alejarse del ruido y de las ocupaciones del hogar.

Cuando usted comienza a entrar en la oración, primero aquiétese y elimine las distracciones. Usted no podrá orar eficazmente cuando los niños jueguen alrededor suyo, el tocadiscos esté sonando, la televisión esté encendida, y haya personas haciéndole preguntas.

Para poder orar usted necesita recogerse a sí mismo—o sea, recoger sus pensamientos, su atención, su concentración. Usted necesita silencio o aislamiento porque usted debe recogerse completamente. Normalmente muchas cosas nos distraen cuando oramos. Nuestros cuerpos están ahí, pero nuestras mentes están en algún otro lugar. Puede que experimentemos todo tipo de emociones. Por consiguiente, usted necesita recogerse en un lugar de quietud. Permita que el Señor traiga calma a su corazón. "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado" (Isaías 26:3). La palabra hebrea traducida como "paz" es "shalom", la cual significa "más que suficiente". Ésta significa prosperidad. Todo lo que usted necesita, Dios se lo provee para que usted no sea distraído por las preocupaciones cuando ora.

Para poder orar usted necesita recogerse a sí mismo y apartarse a un lugar quieto para estar ante Dios.

Este paso puede tomar diez minutos, una hora o cinco horas, pero es la entrada a la oración. Algunas veces usted lee historias de personas que oran en el bosque por diez horas. ¿Cómo lograron eso? Usted tendrá que leer los detalles en sus vidas de oración. Ellos pasan dos o tres horas caminan para poder descartar los pensamientos que les distraen. Por lo tanto, cuando usted vaya delante del Señor, en cualquier lugar privado que usted encuentre para hacerlo, quédese quieto y escuche nada más que a Dios. Permita que su corazón descanse y apártese a un lugar quieto. Sólo entonces usted habrá comenzado a orar. Demasiadas veces tratamos de apresurar este proceso. La Biblia dice, "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios" (Salmos 46:10). En este sentido, nosotros podemos decir—

La oración es la dependencia del hombre en Dios para todas las cosas.

Le insto a que pase tiempo en quieta contemplación ante el Señor. Está bien no decir nada. Muchas veces comenzamos a hablar inmediatamente. Pensamos en todas las cosas que ocurrieron ese día y en todas las cosas que hemos escuchado. Simplemente guarde silencio y entregue todo su ser en la oración. Si usted trata de orar, pero su espíritu, cuerpo, mente y emociones están separados, entonces usted no es uno—usted no está unido. Usted no podrá orar a Dios con claridad de propósito. El silencio le ayuda a llegar a la unidad de corazón y propósito entre usted y Dios.

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

martes, 20 de septiembre de 2011

Devocional Día 74

Devocional Día 74
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




PRINCIPIOS


1) La oración es más importante que todas las otras actividades del día. Por medio de la oración, Dios da guía, sabiduría y discernimiento para cumplir Su voluntad y propósito.
2) Por medio de Su intimidad con el Padre, Jesús conocía los pensamientos y el corazón de Dios, y, manifestó en Su ministerio lo que Dios haría en el mundo.
3) Dios quiere la misma comunión con nosotros que Él mantuvo con Jesús, para que nosotros podamos manifestar de manera natural Sus obras.
4) La oración no llega automáticamente. Ésta debe ser aprendida.
5) Orar es pedirle a Dios que cumpla Su voluntad en la tierra. Cristo enseñó a Sus discípulos cómo cumplir con este propósito al darles una oración que podrían usar como patrón o modelo.
6) Los elementos del modelo de oración de Jesús son los siguientes:
  • "Padre nuestro": Llevamos ante Dios las preocupaciones de los demás como también las nuestras, reconociendo que Dios es nuestra Fuente.
  • "Que estás en los cielos": Admitimos que necesitamos ayuda externa en nuestro reino terrenal—que necesitamos la ayuda de Dios. Dependemos de Jesús y del Espíritu como nuestros intermediarios con Dios. "Santificado sea tu nombre": Adoramos al Padre como al Santo, glorificando todos Sus atributos. Le honramos con nuestra vida y de la forma en que tratamos a los demás. "Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo": Expresamos interés en el reino de Dios y en lo que Él quiere lograr antes que en nuestros propios intereses. "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy": Le pedimos a Dios que supla las necesidades diarias de los demás como también las nuestras, y, que provea el proceso que hace factible ese sustento.
  • Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben": Nosotros perdonamos a los demás para que Dios también nos perdone a nosotros, para que luego Él escuche y conteste nuestras oraciones.
  • "Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal": Nos mantenemos alerta de las tentaciones y debilidades que Satanás explotará para dañar nuestra relación con Dios. Oramos para que Dios nos proteja para no sucumbir ante ellas.
  • "Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén": Adoramos al Padre nuevamente, de antemano dándole a Él toda la gloria por la oración contestada.

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Desde la página de Paco Palafox

copyright PacoPalafox

Devocional Día 73

Devocional Día 73
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración



¿VERDADERAMENTE APRENDIERON LOS DISCÍPULOS EL SECRETO DE JESÚS?


Los discípulos de Jesús observaron Su estilo de vida de oración y le pidieron que les enseñara a orar. ¿Tenemos alguna evidencia de que ellos aprendieron Su secreto?

En Hechos 1:14, leemos que después de la resurrección y ascensión de Jesús "todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego" (Hechos 1:14). Ellos esperaban por el "poder desde lo alto" (Lucas 24:49) que Jesús les había prometido— y ellos "velaban y oraban", tal como Él les había enseñado. El Día de Pentecostés, Dios llenó a los discípulos con Su Santo Espíritu. Como resultado del derramamiento del Espíritu tres mil personas se convirtieron y "sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles" (Hechos 2:43). Las oraciones de los discípulos resultaron en el recibimiento del bautismo con el Espíritu Santo, y, en que ellos obraran señales y prodigios para la gloria de Dios, al igual que Jesús lo había hecho.

Más adelante, vemos que los discípulos continuaron con el estilo de vida de oración que Jesús les había demostrado. Ellos declararon, "nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra" (Hechos 6:3-4). Todo el libro de Hechos describe cómo ellos continuaron con el ministerio de Jesús por medio de la oración y el poder del Espíritu Santo. Ellos aprendieron el secreto de la eficacia de Jesús en el ministerio. Ahora que usted ha aprendido el mismo secreto, ¿qué hará con este secreto?

OREMOS JUNTOS

Padre celestial:

Al igual que los discípulos, nosotros también necesitamos aprender a orar. Gracias por darnos este modelo de oración para que nosotros podamos saber cómo orar así como Jesús lo hizo, y, ser eficaces en el ministerio, al igual que Él lo fue. Tu palabra dice: "Fiel es el que os llama, el cual también lo hará" (1ra Tesalonicenses 5:24). Nos has llamado a un estilo de vida de oración, Te pedimos que cumplas Tu llamado en nosotros. Danos un corazón que busque una relación íntima contigo cada día y que sigamos Tus pensamientos y caminos en vez de nuestros propios pensamientos y caminos—o las opiniones de los demás. Oramos en el nombre de Jesús, nuestro Gran Intercesor. Amén.

PONIENDO EN PRÁCTICA LA ORACIÓN

Pregúntese usted mismo:

• ¿Busco una relación íntima con el Padre diariamente?
• ¿Son mis oraciones expresiones sinceras de comunión con Dios?
• ¿Estoy siendo eficaz en mi vida y ministerio para que la voluntad de Dios y Su reino sean cumplidos en la tierra?

Pasos de acción:

• En las próximas semanas, cada día aumente el tiempo que usted pasa con Dios en oración, para así poder establecer una relación íntima con Él.
• Use el modelo de oración de Jesús como guía para sus oraciones. Tome cada paso y personalícelo para que sea una expresión sincera de su creciente relación con Dios.
• Desafío: Establézcase la meta de emplear una hora diaria en oración.


Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Mi Regalo - Marcos Vidal

Mi Regalo
Marcos Vidal


No son muchos pero Dios los puso ahí,
un poquito más cercanos,
me los regaló a mí,
para hacerme comprender un poco más
el calibre del amor
de mi Padre celestial.

No son muchos,
pero no los hay mejores en la tierra,
sin temor a los leones en la arena.
Sólo pendientes de que alguien me proteja,
aunque el precio sea mayor,

Son AMIGOS, y no tengo que dar nombres o apellidos...
... porque ellos mismos ya se saben aludidos.

No son muchos pero Dios los puso ahí,
extranjeros de otra talla,
tan insólitos aquí,
Lyrics www.allthelyrics.com/lyrics/marcos_vidal/
que me respetan y regañan a la vez,
y me quieren como soy,
aunque me conocen bien.

Están cerca,
no me es fácil engañarles,
porque llevan mis heridas
y miserias en su pecho,
y jamás me echan en cara lo que han hecho,
aún teniendo una razón.

Son AMIGOS,
no hace falta dar sus nombres o apellidos...
...porque de sobra ellos se saben aludidos.

No son muchos pero Dios los puso ahí,
peregrinos incansables,
luchadores de marfil,
forasteros con nostalgia del hogar,
en sus frentes brilla el sol,
en sus manos siempre hay pan......

...y en sus labios
no hay engaño ni traición porque son sellos,
y jamás he visto zánganos más bellos,
ni me he reído tanto,
como junto a ellos,
aún en medio del dolor...

Son AMIGOS,
y no quiero dar sus nombres ni apellidos...
...ellos lo saben y se dan por aludidos.

Devocional Día 72

Devocional Día 72
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




NO NOS METAS EN TENTACIÓN, MAS LÍBRANOS DEL MAL


Por último, Jesús dijo: "Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal". Esto no quiere decir que Dios nos empuja a la tentación en contra de nuestra voluntad. Esto solamente indica que debemos pedirle a Dios sabiduría para que nosotros mismos no nos coloquemos en situaciones que nos llevarán a poner en peligro nuestra relación con Él. En otras palabras, debemos pedirle a Dios por fortaleza y sabiduría para dejar de tomar malas decisiones y dejar de meternos en malas situaciones, las cuales nos tientan para pecar. Algunos de nosotros buscamos los problemas y luego le pedimos a Dios que nos libre de ellos. Lo que Dios está diciendo aquí es, "cuando vengas delante de Mí, ora pidiendo sabiduría para tomar buenas decisiones sin complicar tu vida en ninguna forma".

Cuando Jesús les pidió a Pedro, Santiago y Juan que se quedaran con Él mientras Él oraba en el Huerto de Getsemaní antes de Su arresto y crucifixión, los discípulos se durmieron. Jesús le "dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mateo 26:40-41). Jesús sabía que Pedro estaba por ser tentado para negarle a Él—después de haber declarado que estaría dispuesto a morir con Él. Él le dijo a Pedro que se mantuviera alerta y orando. Jesús se refería a velar y a orar cuando nos enseñó a orar "no nos metas en tentación. Debemos estar alerta de las tentaciones y debilidades que puedan dañar nuestra relación con Dios y nuestro testimonio para Él, cosas que Satanás explotará para hacernos caer. Debemos también orar para que Dios nos proteja para no sucumbir ante ellas. La Biblia dice, "vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo" (Efesios 6:11).

PORQUE TUYO ES EL REINO, Y EL PODER, Y LA GLORIA, POR TODOS LOS SIGLOS

Algunos de los manuscritos bíblicos incluyen esta bendición al final de la enseñanza de Jesús acerca de la oración en el evangelio de Mateo: "Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén" (Mateo 6:13). Después de que usted haya orado, alabe al Padre nuevamente. Cuando usted lo haga, usted le estará diciendo a Dios: "Sé que contestarás esta oración; por lo tanto, Te agradeceré de antemano. Te daré toda la gloria que viene por lo que ocurrirá. Cuando la respuesta sea manifestada, le diré a todos que eso viene de Ti". Todo el poder y la gloria pertenecen a Dios para siempre.

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Desde la página de Paco Palafox

Devocional Día 71

Devocional Día 71
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración




PERDÓNANOS NUESTROS PECADOS, PORQUE TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS


"Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben". Jesús ahora trata con las relaciones. Él dice: "Tu oración debe tomar en consideración a aquellos con quien tú te relacionas". Cuando usted llegue ante Dios examine si alguien tiene algo contra usted o si usted tiene algo contra alguien. Si usted le pide a Dios que lo perdone pero usted mismo se rehúsa a perdonar a otros, no llegue ante la presencia de Dios esperando recibir respuesta a sus oraciones.

El mantener buenas relaciones es una de las claves para que nuestra oración sea contestada.

El evangelio de Mateo incluye esta lúcida declaración sobre la enseñanza de Jesús acerca de la oración: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" (Mateo 6:14-15). Y si Dios no le perdona, Él no contestará la oración que usted eleve.

A menudo pasamos por alto la importancia de nuestras relaciones—y de cómo esas relaciones afectan nuestras oraciones. El diablo usa esta tendencia en contra nuestra. Vamos a la iglesia y cantamos algunos cánticos de adoración, pero se nos olvida que estamos molestos con otras personas y no determinamos enmendar la situación. Dejamos que los cánticos cubran nuestro enojo. Pero éste se queda en nosotros. Cuando vamos a casa, nos recordamos de lo que nos enojó y seguimos molestos hasta que eso se vuelve en amargura. Sin embargo, en lo que a Cristo respecta, el mantener buenas relaciones es una de las claves para que nuestra oración sea contestada:

"Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allítu ofrenda delante del altar, y anda, reconcilióte primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda" (Mateo 5:23-24).

No podemos llevar a cabo ninguna acción en el altar santo si tenemos un corazón amargado. Debemos perdonar abiertamente. "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete" (Mateo 18:21-22).

Cuando usted ore y ayune, Dios le revelará a usted toda herida, amargura y molestia que usted guarda contra los demás. Habrá convicción en su vida porque Dios le recordará de la relación rota que usted había olvidado. ¿Por qué? Porque Él ahora puede hablarle a usted acerca de ellas.

Finalmente Él puede llegarle porque ahora usted está presto para escuchar.

Quizás usted dirá, "tengo fe para creer que Dios contestará mi oración", pero usted retiene su falta de perdón. La Biblia dice, "ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor" (Gálatas 5:6). Así que Dios le dirá: "Sí, pero la fe obra cuando el amor está en orden y tú no vives en el perdón". No importa cuánta fe usted tenga, si sus relaciones no son claras, éstas obstruirán su fe al punto que la misma no funcionará. Usted necesita de fe para agradar a Dios (Hebreos 11:6), pero también necesita amor porque "Dios es amor" (1ra Juan 4:8, 16). El perdón liberará sus oraciones para que las mismas puedan funcionar.

Por lo tanto, examine si sus relaciones son correctas. ¿Ha hecho usted algo malo en contra de alguien? ¿Guarda usted rencor? ¿Hay alguien en su familia o iglesia local, alguien en su trabajo con quien usted no mantiene una buena relación? Dios busca por manos limpias y un corazón puro (Salmos 24:3-4). El Señor no ignorará ni despreciará al corazón quebrantado o contrito (Salmos 51:17). Si guardamos iniquidad en nuestros corazones, el Señor no nos escuchará (Salmos 66:18). Sin embargo, cuando perdonamos a los demás, Dios también nos perdonará a nosotros—y se abrirá el camino para que Él escuche y conteste nuestras oraciones.

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Cualidades de un líder - Tip 2

Tips
Cualidades indispensables de un líder

Carisma

LA PRIMERA IMPRESIÓN PUEDE SER DETERMINANTE

¿Cómo puedes tener carisma? Preocúpate más en hacer que otros se sientan bien consigo mismos que hacerlos sentir bien contigo.
-Dan Reiland,
vice presidente de desarrollo de liderazgo, INJOY

Aún no encuentro al hombre, que por alta que sea su posición, haya hecho su mejor trabajo o haya puesto su mayor esfuerzo bajo un espiritu de aprobación en lugar de bajo un espíritu de crítica.
-Charles Schwab, industrial

EL HOMBRE MÁS LISTO DE INGLATERRA

Durante la segunda mitad del siglo XIX, dos hombres fuertes compitieron por el liderazgo del gobierno de Gran Bretaña: William Gladstone y Benjamín Disraeli. Los dos políticos eran rivales formidables. El siguiente comentario de Disraeli te permitirá entender cómo se sentía uno respecto del otro:

«¿La diferencia entre una desgracia y un desastre? Si Gladstone se cayera al río Támesis, sería una desgracia; pero si alguien lo sacara, sería un desastre».

Mucha gente cree que Gladstone, líder del Partido Liberal por tres décadas, personificaba las mejores cualidades de la Inglaterra victoriana. Era un servidor público profesional, un gran orador, especialista en finanzas y un hombre de moral intachable. Fue Primer Ministro del Reino Unido por cuatro períodos diferentes, la única persona en la historia de la nación en lograr tal honor. Bajo su liderazgo, Gran Brataña estableció un sistema de educación nacional, instituyó reformas parlamentarias, y vio cómo se permitía votar a un número importante de gente de las clases obreras.

Benjamín Disraeli, quien sirvió dos veces como Primer Ministro tenía un trasfondo diferente. Entró a la política cuando tenía unos treinta años, haciéndose de una reputación como diplomático y reformador social. Pero su más grande logro fue dirigir la compra por parte de Inglaterra de acciones en el canal de Suez.
Aunque ambos hombres hicieron mucho por Gran Bretaña, lo que los separaba realmente como líderes era su acercamiento a la gente.

La diferencia puede ser ilustrada por una historia contada por una joven que cenó con cada uno de ellos en dos noches consecutivas. Cuando se le preguntó su impresión de ellos, dijo: «Cuando salí del salón después de haber estado sentada cerca del señor Gladstone, creía que él era el hombre más inteligente de Inglaterra. Pero después de haber estado sentada cerca del señor Disraeli, creía que yo era la mujer más inteligente de Inglaterra». Disraeli poseía la cualidad de atraer a la gente hacia él y hacer que quisieran seguirlo. Tenía carisma.

AL GRANO

La mayoría de la gente piensa que el carisma es algo místico, casi indefinible. Que es una cualidad que se trae de nacimiento y que, por lo tanto, no se puede adquirir. Pero eso no es cierto.

El carisma, dicho claramente, es la habilidad de atraer a la gente hacia sí mismo. Y como otras características del carácter, se puede desarrollar.

Para hacer de ti la clase de persona que atrae a otros, necesitas:

1. Amar la vida

A la gente le agradan los líderes que aman la vida. Piensa en las personas con quienes te gusta pasar tiempo. ¿Cómo las describirías? ¿Gruñones? ¿Amargados? ¿Depresivos? Por supuesto que no. Son alegres, optimistas, no quejosos. Son apasionados por la vida. Si quieres atraer a los demás, tienes que ser como la gente con la que te gusta estar. El evangelista del siglo XVIII Juan Wesley lo reconoció cuando dijo, «Cuando te prendes fuego, a la gente le gusta venir y ver como te quemas».

2. Pon un «10» en la cabeza de cada persona

Una de las mejores cosas que puedes hacer por la gente (que también las atrae hacia ti) es esperar lo mejor de ellos. Yo le llamo a esto poner un «10» en la cabeza de cada persona. Esto ayuda a los demás a pensar más alto de sí mismos, y al mismo tiempo te ayuda a ti. Según Jacques Wiesel, «Un estudio hecho a 100 personas que llegaron a ser millonarios mostró un denominador común. Estos hombres y mujeres altamente exitosos veían solo lo bueno de los demás».
Benjamín Disraeli entendió y practicó este concepto, y este fue uno de los secretos de su carisma. Una vez dijo, «El mayor bien que usted puede hacer por otro no es mostrarle sus riquezas sino revelarle las de él». Si aprecias a los demás, estimúlalos y ayúdalos a alcanzar su potencial. Te amarán por eso.


3. Darle esperanza a la gente

Para el general francés Napoleón Bonaparte los líderes son «distribuidores de esperanza». Como todos los grandes líderes él sabía que la esperanza es la mayor de todas las posesiones. Si tú puedes ser la persona que otorga esa dádiva a otros, ellos serán atraídos a ti, y estarán siempre agradecidos.


4. Darte a los demás

Las personas aman a los líderes que comparten lo que son y que dan el tiempo que les pertenece. Al dirigir a otros, date a ti mismo. Comparte sabiduría, recursos, e incluso ocasiones especiales. Esta es una de las cosas favoritas que yo hago. Por ejemplo, recientemente fui a un festival anual de narración de cuentos en Jonesborough, Tennessee. Esto era algo que desde hacía años quería hacer, y cuando finalmente lo pude incluir en mi agenda, mi esposa Margaret y yo llevamos con nosotros a dos líderes de mi personal con sus esposas. Pasamos un tiempo maravilloso y, más importante aún, pude añadir valor a sus vidas al pasar un tiempo especial con ellos.

Cuando se trata de carisma, lo fundamental es la disposición hacia los demás. Los líderes que piensan en otros y en sus intereses antes de pensar en ellos mismos, muestran carisma.

REFLEXIONEMOS

¿Cómo te evaluarías en cuanto a carisma? ¿Atraes a ti naturalmente a otras personas? ¿Le caes bien a la gente? Si no, quizás tengas alguno de estos impedimentos:

Orgullo. Nadie quiere seguir a un líder que piensa que él es mejor que todos.
Inseguridad. Si no te aceptas a ti mismo, los demás tampoco te aceptarán.
Reserva. Si la gente nunca sabe qué esperar de ti, dejará de esperar algo.
Perfeccionismo. Las personas respetan el deseo de excelencia pero rechazan totalmente las expectativas irreales.

Cinismo. Las personas no quieren ser influídas por alguien que ve una tormenta detrás de cada nube.

Si puedes mantenerte alejado de estas características, puedes cultivar el carisma.

CONVENCIMIENTO

Para mejorar tu carisma, haz lo siguiente:

Cambia tu enfoque. Durante los próximos dos o tres días, observa la forma en que interactúas con los demás. Al hablar con otros observa cuánto de tu conversación está centrada en ti mismo. Decide inclinar la balanza en favor de centrarte en los demás.

Practica el juego de la primera impresión. Haz un experimento. La próxima vez que te encuentres con alguien por primera vez, haz todo lo posible por dar una buena impresión. Apréndele el nombre. Preocúpate de sus intereses. Sé positivo. Y lo que es más importante, trátalo como un «10». Si puedes hacer esto por un día, lo podrás hacer todos los días. Y esto aumentará tu carisma.

Comparte de ti mismo. Que el compartir tus recursos con los demás sea tu objetivo a largo plazo. Busca la manera de añadir valor a las vidas de cinco personas este año. Puede tratarse de miembros de tu familia, compañeros, empleados o amigos. Provee recursos para ayudarlos a crecer personal y profesionalmente, y comparte tu vida personal con ellos.

PARA EXTRAER DIARIAMENTE

A Perle Mesta, la anfitriona más conocida de Washington desde Dolley Madison, se le peguntó el secreto de su éxito en lograr que tanta gente rica y famosa asistiera a sus fiestas. «Todo está en la bienvenida y en la despedida», contestó. Cuando llega un huesped, ella lo saluda diciendo: «¡Al fin estás aquí!» y cada vez que alguien se va, le dice: «¡Siento que se tenga que ir tan temprano!» Su agenda era concentrarse en los demás, no en ella misma. Eso es carisma.


Fuente: Maxwell, J.C. (2000) Las 21 cualidades indispensables de un líder. Betania. EE.UU.
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