Te invitamos a visitarnos en:

http://www.laquepagina.es.tl/


Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Salmo 37:4 BLS
Mostrando entradas con la etiqueta Tips liderazgo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tips liderazgo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de febrero de 2016

Las 21 Cualidades indispensables de un líder

Las 21
Cualidades indispensables de un líder

Las 21 cualidades indispensables de un lider es un libro accesible y conciso acerca de las cualidades indispensables del liderazgo eficaz.


Siguiendo la tradición de su éxito millonario Las 21 leyes irrefutables del liderazgo, el autor John C. Maxwell presenta un libro accesible y conciso acerca del liderazgo que le ayuda a los lectores a ser líderes más eficientes desde adentro hacia fuera. Realza veintiún cualidades esenciales del liderazgo además de incluir las secciones «Reflexionando» y «Poniéndolo en práctica» que les ayuda a integrar y aplicar el material cada día.


Aquí en LQP te invitamos a realizar esta lectura a manera de devocional durante 21 días. Para hacerlo puedes dar clic en cada una de las cualidades, leerla, interiorizarla y, lo más importante, llevarla a la práctica.
 
         Éxitos en tu liderazgo.

Fuente: Maxwell, J.C. (2000) Las 21 cualidades indispensables de un líder. Betania. EE.UU.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Pilares bíblicos de la Administración

Pilares bíblicos de la Administración
-Ghis-

Como bien sabemos, desde que Dios hizo al ser humano le delegó la administración de todo lo creado (Gn 1:26). Es asombroso como Dios mismo pudo asignarle tan magna tarea al hombre, le delegó el dominio de la tierra y todo lo que hay en ella, así como le ordenó que la cuidara (Gn 2:15). En el principio el hombre y la mujer sólo administraban cosas naturales directamente creadas por las manos de Dios, con el pecado y el paso del tiempo, de alguna manera lo que Dios había creado no fue suficiente para el hombre y aparecieron el dinero y los bienes materiales, y aunque esto no estaba en el diseño inicial de Dios, estas cosas también le pertenecían (Sal 24:1) y el hombre seguía siendo su administrador, quien habría de rendir cuentas en su momento ante el dueño de todo. Es tan importante para Dios que llevemos con excelencia esta labor, que cuando nuestro Señor Jesucristo caminó por esta tierra, empleó mucho de su tiempo glorioso entre nosotros para enseñarnos cómo cumplirla.

En el mundo  moderno, la administración de bienes y servicios es parte de la vida cotidiana, hay muchas personas en todo el mundo que estudian administración como una carrera profesional y se desempeñan en campos tan amplios y variados que su mención sería muy extensa. La palabra administración proviene del latín ad: “dirección”, y minister: “obediencia”, “al servicio de”; y significa ‘aquel que realiza una función bajo el mando de otro’, más claro no puede estar: somos nosotros cumpliendo una labor al servicio de Dios. Como hijos de Dios estamos llamados a ser tomados como ejemplo de administradores íntegros, y ahí viene la pregunta, ¿Debemos estudiar una carrera? ¿Hacer una especialización? ¿Cómo debemos prepararnos?, la respuesta a estas preguntas es una respuesta directa de Dios: su Palabra es el libro guía, Jesús el maestro por excelencia y el Espíritu Santo el ayudador y hacedor de esa Palabra en nosotros; nuestro trabajo: dejar que Dios nos moldee, nos enseñe y sea Él mismo quien actué; recordemos que ninguna tarea que nos haya dejado Dios es para que la cumplamos en nuestras propias fuerzas, si no para que seamos el medio por el cual El cumple, así que la pregunta no es ¿Quién soy yo?¿Cual es mi grado de capacitación o conocimientos? Si no que es ¿Qué tan cerca estoy de Dios?, veamos algunas cosas que Dios ha dejado en su Palabra para cumplir con nuestro deber de administradores.

Desde hace varios años los avances de administración como ciencia han definido cuatro pilares para su desarrollo: Planear, Organizar, Ejecutar e Inspeccionar; puede que esto haya surgido de la “investigación del hombre” a lo largo de los años, pero a Dios nada lo toma por sorpresa, es por eso que en su Palabra, vemos reflejados estos cuatro pilares y sus instrucciones directas para ser buenos administradores.

Planear: En la biblia podemos encontrar muchos ejemplos de cuanto le gusta a Dios que planeemos, ha dejado expresado sus deseos y órdenes. Aunque no sabemos cuántos días estaremos aquí en la tierra, el Señor nos pide que planeemos y tengamos una visión hacia el futuro y que la tengamos muy clara (Hab 2:2), nos exhorta a hacer planes bien pensados (Pr 21:5), que no debemos afanarnos, porque estaríamos condenamos al fracaso, y como Dios es un Dios de abundancia y que da más de lo que pedimos, nos dio para esto nada más y nada menos que la poderosa mente de Cristo (1Co 2:16), con tremenda herramienta ¿Quién no hace excelentes planes que agraden a Dios?


Organizar: Bien se escucha “Dios es un Dios de orden” (1Co 14:33a), todo lo que Dios ha hecho (que nos ha permitido conocer) ha sido en un orden estricto: su creación, los mandamientos, la construcción del tabernáculo, el ministerio de Jesús, la iglesia primitiva y la evangelización por citar algunos ejemplos, revelan cómo Dios actúa de una manera ordenada y sistemática en la realización de sus obras. De este modo, Dios nos hizo a su imagen y semejanza (Gn 1:26) y debemos imitar su actuar. Además nos ha dejado instrucciones precisas en su Palabra para ser ordenados: “Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden” (1Co 14:40, NVI). 


Ejecutar: Cuando Jesucristo hablaba de la obra de Dios y su propósito nos alentaba a ser activos y diligentes (Mt 7:18; Mt 16:24) y el nuevo testamento es muy enfático en que nuestra Fe debe estar acompañada de obras, y aunque nuestra salvación no es por obras, somos llamados a ejecutar la Palabra: “Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta” (Stg 2:17, NVI). Jesucristo mismo es la Palabra hecha carne y nosotros estamos llamados a alcanzar la estatura del varón perfecto. Dios da la orden (Éx 36:1) y es el hombre con la llenura del Espíritu Santo quien la lleva a cabo: “Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió” (Juan 9:4,NVI). 


Inspeccionar: El llamado de Dios no se queda en ejecutar y dar fruto, Dios siempre va más allá y nos pide cuidar y velar por nuestras obras, nuestro llamado y especialmente nuestra salvación (Fil 2:12). Nos llama a estar alerta en todo momento (1P 5:8, Ef 6:18,1Co 16:13, Hch 20:31), recordemos que tenemos un enemigo en común que está en contra de la obra de Dios y su propósito principal es destruir toda buena obra de Dios (1P 5:8), así que inspeccionar y estar alertas porque así lo manda Dios.


En conclusión, nuestra función de administradores es cíclica y constante mientras Dios nos dé días de vida en la tierra: planear, organizar, ejecutar e inspeccionar de la mano de Dios nos lleva indiscutiblemente a avanzar hacia el propósito de Dios en nuestras vidas y cada vez que repetimos el ciclo se harán mejoras (al igual que en la administración secular), y esas mejoras serán el moldeamiento de nuestra alma al propósito de Dios, nuestro corazón en las manos del alfarero sometido a su voluntad y el carácter de Cristo reflejado en nuestro andar. Así que ser administradores íntegros, no es una opción: debe ser fruto y consecuencia de nuestra salvación, del actuar del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Hermanos, amados en Cristo, por último recuerden que no podemos permitirnos el alejarnos de Dios, que aunque hayamos avanzado a pasos agigantados de Su mano, no podemos nunca soltarnos “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Co 10:12).




jueves, 9 de febrero de 2012

Cualidades de un líder - Tip 21

Tips
Cualidades indispensables de un líder



Visión:

Puedes conseguir solo lo que puedes ver
El valor de un gran líder para cumplir su visión viene de la pasión, no de la posición.
—John C. Maxwell
El futuro pertenece a aquellos que ven las posibilidades antes de que sean obvias.
—John Sculley
Ex ejecutivo de Pepsi y de las Computadoras Apple
No hay pintura descascarada … todos los caballos saltan
Uno de los más grandes soñadores del siglo veinte fue Walt Disney. Quienquiera que haya sido capaz de crear los primeros dibujos animados con sonido, los primeros dibujos animados a todo color y la primera película animada de largometraje es definitivamente alguien con visión. Pero las obras maestras más grandes de la visión de Disney fueron Disneylandia y Walt Disney World. La chispa para esa visión vino de un lugar inesperado.
Cuando las dos hijas de Walt eran jóvenes, él acostumbraba llevarlas a un parque de diversiones en el área de Los Ángeles los sábados por la mañana. A sus hijas les encantaba y a él también. Un parque de diversiones es un paraíso para los niños, con una atmósfera maravillosa: el olor a rositas de maíz y algodón de azúcar, los colores llamativos de los carteles de anuncios de los aparatos, y el sonido de los niños gritando cuando la montaña rusa cae cuesta abajo.
Walt se sintió especialmente cautivado por el carrusel. Al acercarse, vio una mancha de imágenes brillantes cabalgando alrededor al sonido de la música del órgano de vapor. Pero cuando estuvo más cerca y el carrusel se detuvo, pudo ver que sus ojos habían sido engañados. Observó caballos gastados con la pintura agrietada y descascarada, y notó que solo los caballos de la línea exterior se movían arriba y abajo. Los otros se mantenían sin vida fijos en el suelo.
El desengaño le dio una gran visión. Con los ojos de su mente pudo ver un parque de diversiones donde la ilusión no se evaporara, donde niños y adultos pudieran disfrutar una atmósfera de carnaval sin el aspecto deteriorado que acompaña a algunos circos o parques de entretenimiento itinerantes. Su sueño se convirtió en Disneylandia. Como Larry Taylor propone en Be an Orange [Sé una naranja], la vision de Walt podría resumirse como, «No hay pintura descascarada. Todos los caballos saltan».
Al grano
Para un líder, la visión es todo. Es absolutamente indispensable.
¿Por qué? porque es la visión la que lo que guía. Es ella la que marca la meta. Enciende y alimenta el fuego dentro de él, y lo lleva hacia adelante. También es el encendedor para otros que siguen a ese líder. Muéstrame un líder sin visión, y te mostraré alguien que no va a ningún lugar. En el mejor de los casos, viaja en círculos.
Para conocer algo de visión y como esta forma parte de la vida de un buen líder, entiende estas cosas:

1. La visión comienza adentro
Cuando doy conferencias, de vez en cuando alguien me pide que le dé una visión para su organización. Pero yo no puedo hacer eso.
La visión no se puede comprar, mendigar, ni pedir prestada. Tiene que venir de adentro. Para Disney, la visión nunca fue un problema. Debido a su creatividad y búsqueda de la excelencia, siempre vio lo que podía ver.
Si careces de visión, mira dentro de ti. Saca tus deseos y dotes naturales. Mira a tu llamado, si tienes uno. Si todavía no sientes una visión propia, piensa en la posibilidad de conectarte con un líder cuya visión esté en consonancia con la tuya. Hazte su compañero. Esto es lo que Roy, el hermano de Walt Disney, hizo. Él era un buen hombre de negocios y un líder que podía hacer cosas, pero Walt era el que le proveía la visión. Juntos hicieron un equipo increíble.
2. La visión proviene de tu historia
La visión no es una cualidad mística que viene de un vacío, como algunas personas parecen creer. Esta brota del pasado de un líder y de la historia de la gente que lo rodea. Este fue el caso para Disney, pero es cierto para todos los líderes. Habla con cualquier líder y es probable que descubras sucesos claves en su pasado que fueron instrumentales en la creación de su visión.
3. La visión enfrenta las necesidades de otros
La verdadera visión es de largo alcance. Va más allá de lo que un individuo puede lograr, y si tiene verdadero valor, hace más que solo incluir a otros; les añade valor. Si tienes una visión que no sirve a otros, probablemente sea demasiado pequeña.
4. La visión ayuda a conseguir recursos
Uno de los más valiosos beneficios de la visión es que actúa como un imán; atrae, reta y une a la gente. También reune dinero y otros recursos. Mientras más grande sea la visión, mayor el potencial de atraer a más ganadores. Mientras más desafiante sea la visión, más duro lucharán los participantes por lograrla.
Edwin Land, el fundador de la Polaroid, aconsejó, «Lo primero que debes hacer es enseñar a la persona a sentir que la visión es muy importante y casi imposible. Esto es lo que da impulso a los ganadores».
Reflexionemos
¿De dónde viene la visión? Para encontrar la visión que es indispensable para el líderazgo, tienes que convertirte en un buen oyente. Tienes que escuchar varias voces.
La voz interior
Como ya dije, la visión comienza adentro. ¿Sabes cuál es la misión de tu vida? ¿Qué agita tu corazón? ¿Con qué sueñas? Si lo que sigues en la vida no viene de un deseo interno; de las profundidades de lo que eres y de lo que crees, entonces no serás capaz de lograrlo.
La voz de la insatisfacción
¿De dónde viene la inspiración para las grandes ideas? De saber qué es lo que no funciona. Estar descontento con el estado de las cosas es un gran catalítico para la visión. ¿Te dejas llevar con complacencia por la inercia? ¿O estás ansioso por cambiar tu mundo? Ningún gran líder en la historia ha luchado para evitar el cambio.
La voz del éxito
Nadie puede lograr grandes cosas solo. Para hacer realidad una gran visión, necesitas un buen equipo. También necesitas un buen consejo de alguien que vaya delante de ti en el viaje del liderazgo. Si quieres llevar a otros a la grandeza, búscate un consejero. ¿Tienes un consejero que pueda ayudarte a aguzar tu visión?
La voz más alta
Aunque es cierto que tu visión tiene que venir de adentro, no debes dejarla confinada por tus capacidades limitadas. Una visión verdaderamente valiosa tiene que tener a Dios en ella. Solo Él conoce todas sus capacidades. Cuando has buscado tu visión, ¿has mirado más allá de ti, incluso más allá del tiempo de tu vida? Si no, puedes estar perdiendo tu verdadero potencial y lo mejor de tu vida.
Convencimiento
Para mejorar tu visión, haz lo siguiente:

     Mídete. Si has pensado previamente en tu visión para tu vida y la has enunciado claramente, mide cuán bien la estás llevando a cabo. Habla con varias personas claves, tales como tu cónyuge, un amigo de confianza y empleados claves, y pídeles que digan lo que piensan que es tu visión. Si la pueden describir, entonces es probable que la estés viviendo.
     Escríbela. Si has pensado en tu visión pero nunca la has escrito, tómate el tiempo para hacerlo hoy. Escribir clarifica tu pensamiento. Una vez que la hayas escrito, evalúa si es digna de lo mejor de tu vida. Entonces dedícate a ella con todas tus fuerzas.
     Haz un chequeo de tu ánimo. Si no has trabajado mucho en tu visión, pasa las próximas semanas o meses pensando en esto. Considera lo que realmente te impacta a nivel de tu ánimo.

¿Qué te hace llorar? _______________

¿Qué te hace soñar? _______________

¿Qué te da energía? _______________

Piensa también en lo que te gustaría ver cambiar en el mundo que te rodea. ¿Qué ves que no es, pero puede ser? Una vez que tus ideas se vayan aclarando, escríbelas y habla a un consejero sobre ellas.
Para extraer diariamente
Robert Woodruff fue, de 1923 a 1955, presidente de la Coca-Cola. Durante ese tiempo, trabajó para que cada estadounidense tuviera acceso a una botella de Coca-Cola por el precio de cinco centavos, sin importar cuánto le costara a la compañía. ¡Qué meta! Pero eso no era nada comparado con el cuadro mayor que podía ver con los ojos de la mente. En el lapso de su vida, quiso que cada persona en el mundo pudiera gustar la Coca-Cola. ¿Qué ves cuando miras hondo dentro de tu corazón y tu alma en busca de una visión?
Conclusión
Espero que hayas disfrutado la lectura de Las 21 cualidades indispensables de un líder y te hayas beneficiado al hacer los ejercicios en la sección de «Convencimiento» de cada capítulo. Estas tareas están diseñadas para ayudarte a echar una mano a cada cualidad e iniciarla en el proceso de crecimiento personal continuo en tu vida.

Fuente: Maxwell, J.C. (2000) Las 21 cualidades indispensables de un líder. Betania. EE.UU.

jueves, 2 de febrero de 2012

Cualidades de un líder - Tip 20

Tips
Cualidades indispensables de un líder



Aprender:

Para mantenerte dirigiendo, mantente aprendiendo
Escuchar y leer debe tomarte aproximadamente diez veces más tiempo que hablar. Esto te asegurará que estás en un proceso de continuo aprendizaje y mejoramiento.
—Gerald McGinnis, presidente de Respironics ,Inc.
Lo que cuenta es lo que aprendes después de saberlo.
—John Wooden, entrenador de baloncesto del Salón de la Fama
El éxito disfrazado de vagabundo
Si ves a un hombre pequeño con un bigote corto, con un bastón, pantalones bombachos, zapatos grandes y torpes y un sombrero de hongo, inmediatamente sabrás que se trata de Charlie Chaplin.
Casi todo el mundo lo reconoce. En los años entre 1910 y 1920 era la persona más famosa y reconocible del planeta. Si miramos a las celebridades de hoy, la única persona en la misma categoría de Chaplin en popularidad podría ser Michael Jordan, pero para medir quién es la mejor estrella tendríamos que esperar otros setenta y cinco años para saber cómo el mundo recuerda a Jordan.
Cuando Chaplin nació, nadie le hubiera predicho tanta fama. Nacido en la pobreza dentro de un matrimonio de músicos ingleses, se encontró en la calle desde muy pequeño cuando su madre fue internada en una institución para enfermos mentales. Después de años en asilos y orfanatos, comenzó a trabajar en el teatro para sobrevivir. A los diecisiete ya era un actor veterano. En 1914, cuando estaba en la mitad de la década de sus veinte, trabajó para Mack Sennett en los estudios Keystone en Hollywood ganando 150 dólares a la semana. Durante ese primer año en el negocio de la cinematografía hizo treinta y cinco películas, trabajando como actor, escritor y director. Todos reconocieron su talento de inmediato y su popularidad creció.
Un año más tarde, ganaba 1250 dólares a la semana. En 1918 hizo algo sin precedente: firmó el primer contrato de un millón de dólares de la industria del entretenimiento. A los veintinueve años de edad era rico, famoso y el productor de películas más poderoso del mundo.
Chaplin tuvo éxito porque tenía un gran talento y un empuje increíble. Pero esas características eran alimentadas por la habilidad para aprender. Continuamente se esforzaba por crecer y perfeccionar su arte. Aun cuando era el actor más popular y mejor pagado del mundo, no estaba satisfecho con lo que había logrado.
En una entrevista explicó su deseo de mejorar:

Cuando estoy viendo alguna de mis películas presentadas a una audiencia, siempre pongo mucha atención a lo que no los hace reír. Si, por ejemplo, varias audiencias no se ríen en un acto que para mí es cómico, inmediatamente comienzo a desmenuzar ese fragmento para descubrir qué estaba equivocado en la idea o en su ejecución. Si oigo un ligero murmullo de risa por algo que yo no esperaba que fuera gracioso, me pregunto por qué esa parte en particular produjo risas.

Ese deseo de crecer lo hizo exitoso económicamente y le produjo un alto nivel de excelencia para todo lo que hacía. En esos primeros días, el trabajo de Chaplin fue aclamado como entretenimiento maravilloso. Con el paso del tiempo fue reconocido como un genio cómico. Hoy en día muchas de sus películas son consideradas obras maestras y él es apreciado como uno de los más grandes productores de todos los tiempos. El crítico de cine y escritor de guiones James Agee escribió: «En la obra de Chaplin se encuentra la más fina pantomima, la más profunda emoción, la más rica y más conmovedora poesía».
Si cuando alcanzó el éxito Chaplin hubiera sustituido su habilidad para aprender por autosatisfacción arrogante, su mombre hubiera estado exactamente junto con Ford Sterling o Ben Turpin, estrellas de películas silentes que ya se han olvidado. Pero Chaplin se mantuvo creciendo y aprendiendo como actor, director y algunas veces ejecutivo de películas. Cuando la experiencia le enseñó que los productores de películas estaban a merced de estudios y distribuidores, inició con Douglas Fairbanks, Mary Pickford y D.W. Griffith su propia compañía, Artistas Unidos, la que hoy día sigue estando en el negocio.
Al grano
Los líderes enfrentan el peligro de sentirse satisfechos con el statu quo. Después de todo, si un líder ya posee influencia y ha logrado un nivel de respeto, ¿para qué querer seguir creciendo? La respuesta es sencilla:

Tu crecimiento determina quién eres.
Quien eres determina a quién atraes.
A quién atraes determina el éxito de tu organización.

Si quieres que tu organización crezca tienes que mantenerte aprendiendo.
Déjame darte cinco pautas que te ayudarán a cultivar y mantener una actitud de aprendizaje permanente:
1. Cúrate de la enfermedad de destino
Irónicamente, con frecuencia la falta de habilidad para aprender tiene sus raíces en los logros.
Erróneamente, algunas personas creen que si pueden alcanzar una meta en particular, ya no tienen que crecer más. Esto puede ocurrir con casi todo: ganar un grado académico, alcanzar una posición deseada, recibir un reconocimiento o lograr un objetivo financiero.
Pero los líderes efectivos no pueden resistir pensar de esa manera. El día que dejen de crecer ese es el día de la pérdida de su potencial; y el potencial de la organización. Recuerda las palabras de Ray Kroc: «Mientras esté verde, está creciendo, en cuanto madure, comienza a podrirse».
2. Supera tu éxito
Otra ironía de estar siempre aprendiendo es que con frecuencia el éxito lo impide. Los líderes efectivos saben que lo que los llevó allí no los mantendrá allí. Si has tenido éxito en el pasado, ten cuidado. Considera esto: si lo que hiciste ayer todavía te parece grande, no has hecho mucho hoy.
3. No tomes atajos
Mi amiga Nancy Dornan dice: «La mayor distancia entre dos puntos es un atajo». Esto es verdaderamente cierto. Por casi todo en la vida se paga un precio. Cuando desees crecer en una esfera particular, analiza lo que realmente costará, incluyendo el precio, y entonces decide pagarlo.
4. Deshazte de tu orgullo
Tener una disposición a aprender requiere admitir que no lo sabemos todo, y eso nos puede hacer lucir mal. Además, si nos mantenemos aprendiendo, también seguiremos cometiendo errores. Pero como dice el escritor y experto artesano Elbert Hubbard: «El mayor error que uno puede cometer en la vida es estar temiendo continuamente que va a cometer uno». No se puede ser orgulloso y estar aprendiendo al mismo tiempo.
Emerson escribió, «Por cada cosa que ganas, pierdes algo». Para ganar crecimiento, renuncia al orgullo.
5. Nunca pagues dos veces por el mismo error
Teddy Roosevelt afirmó, «El que no se equivoca, no progresa». Esto es cierto. Pero el líder que sigue cometiendo los mismos errores, no progresa. Como líder dispuesto a aprender, cometerás errores, olvídalos, pero recuerda siempre qué fue lo que te enseñaron. Si no lo haces, pagarás por ellos más de una vez.
Reflexionemos
Cuando era un muchacho y crecía en la zona rural de Ohio, vi este letrero en una tienda de alimentos: «Si no le gusta la cosecha que recoge, revise la semilla que siembra». Aunque el letrero era un anuncio para las semillas, contenía un principio maravilloso.
¿Qué clase de cosecha estás recogiendo? ¿Parecen tu vida y liderazgo mejorar día tras día, mes tras mes, año tras año? ¿O luchas constantemente solo para mantener tu terreno? Si para este tiempo en tu vida no te encuentras en el lugar que esperabas estar, tu problema puede ser falta de disposición para aprender. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? ¿Cuándo fue la última vez que te hiciste vulnerable al meterte en algo para lo cual no eras un experto? Durante los próximos días o semanas observa tu actitud hacia crecer y aprender para ver dónde estás situado.
Convencimiento
Para mejorar tu habilidad para aprender, haz lo siguiente:

     Observa cómo reaccionas a los errores. ¿Reconoces tus errores? ¿Te disculpas cuando corresponde? ¿O permaneces a la defensiva? Obsérvate. Y pide su opinión a un amigo confiable. Si reaccionas en mala forma, o no cometes ningún error, necesitas trabajar en tu habilidad para aprender.
     Intenta algo nuevo. Abandona tu rutina hoy y haz algo distinto que te obligue mental, emocional o físicamente. Los retos nos cambian para bien. Si realmente quieres empezar a crecer, haz de los nuevos retos parte de tu actividad diaria.
     Aprende en tu área fuerte. Lee de seis a doce libros al año sobre liderazgo o sobre tu campo de especialidad. Continuar aprendiendo en un área donde ya eres un experto evita que te agotes y te conviertas en alguien que no aprende.
Para extraer diariamente
Después de ganar su tercer campeonato mundial, el montador de toros Tuff Hedeman no tuvo una gran celebración. Se fue a Denver para una nueva temporada. Y todo el proceso comenzó de nuevo. Su comentario fue: «Al toro no le interesa lo que hice la semana pasada». Ya seas un novato no probado o un veterano de éxito, si quieres ser campeón mañana, tienes que estar dispuesto a aprender hoy.

Fuente: Maxwell, J.C. (2000) Las 21 cualidades indispensables de un líder. Betania. EE.UU.
Create your own visitor map