Propósitos para el Nuevo Año
Los planes bien pensados: ¡pura ganancia!
Los planes apresurados: ¡puro fracaso!
Proverbios 21:5 NVI
“Si lo que estás haciendo no te acerca a tus metas,
significa que tus acciones te están alejando de ellas”.
Brian Tracy
¿Recuerdas los propósitos que te hiciste al iniciar el año? ¿Los cumpliste?
La mayoría de las personas iniciamos el año con un ánimo entusiasta, embriagados de las alegrías que dejan los festejos decembrinos. Nos fijamos ambiciosos planes y propósitos para realizarlos durante el año recién nacido. Sin embargo, pocas personas logran realizar todos sus propósitos y un número aún menor cumple sus metas, lo que nos lleva a que cada año tengamos los mismos propósitos y metas: "Hacer ejercicio e iniciar una dieta para bajar de peso". "Ahorrar para comprar una casa o un auto". "Administrar mejor el tiempo para pasar más rato con la familia". "Terminar nuestros estudios". "Terminar mi curso de inglés"… y un largo etcétera de buenas acciones que todos quisiéramos realizar.
Este reciclamiento nos lleva a un estancamiento en nuestro desarrollo personal y demuestra una falta de compromiso con nuestros propósitos. Deberíamos cumplir estos acuerdos con nosotros mismos tan cabalmente como procuramos cumplir nuestros compromisos con los demás, que, en la mayoría de los casos, sí lo hacemos.
¿Cuáles fueron los planes y propósitos que me planteé al inicio del año? ¿Cuáles cumplí? ¿Cuáles no? ¿Por qué? ¿Qué me hizo falta? Quizás mis metas eran demasiado ambiciosas o surgieron situaciones que me lo impidieron. Sin embargo, ¿realmente me fue imposible cumplirlas o sólo son pretextos o excusas para justificarme?
En el año 2007, el psicólogo británico Richard Wiseman monitoreó los
propósitos de Año Nuevo de 3000 personas. Sólo el 12% cumplieron sus
objetivos. Durante estos años ha estudiado los resultados, intentando
descubrir qué habían hecho distinto las personas que había cumplido sus
retos para el nuevo año, con respecto a los que habían fracasado.
La
principal conclusión es que supone un gran error confiar sólo en
nuestra fuerza de voluntad. Si afrontamos los retos aportando únicamente
nuestra intención de superarlos, fracasaremos.
¿Qué es un propósito?. El diccionario lo define como: Ánimo o intención de hacer o de no hacer algo.
¿Para qué sirven los propósitos? Definitivamente algo que nos ayudara a encontrarle un sentido a nuestra vida, son los propósitos que tengamos para con ella, es decir que de la manera que tengamos propósitos así también le hallaremos sentido a nuestra vida:
1. Los propósitos de ayudaran a tener algo por que luchar en esta vida.
2. Los propósitos serán una motivación extra para tratar de alcanzar tus sueños más anhelados.
3. Los propósitos te ayudaran a entender la voluntad de Dios.
4. Los propósitos te ayudaran a conocer más y mejor a Dios.
Posiblemente al iniciar el nuevo año formularás nuevos planes y propósitos, los cuales quizá muchos creerán que no los podrás alcanzar, o a lo mejor tus propósitos para el nuevo año parecerán inalcanzables. Es momento que des un alto y reflexiones acerca del Poder de Dios para que tu cumplas los propósitos que te has trazado para este año ya sea para tu familia, ministerio, trabajo, estudio, negocio o para tu vida personal.
Algunos trucos para establecer propósitos para tu vida
Se realista. Tus metas deben ser razonablemente alcanzables en el
tiempo previsto y con los recursos que dispones. Quizás requieras más de
un año para lograrlas, pero debes fijarte un porcentaje de alcance. Por
ejemplo, si pretendes construir tu propia casa, la meta para el nuevo año podría ser comprar el terreno.
Se objetivo. Tus propósitos
deben ser claros, concretos y precisos. Si tu meta no es fácilmente
cuantificable, encuentra indicadores que sí lo sean. Por ejemplo: si
quieres ser más culto, puedes fijarte un número de libros a leer durante
el año.
Se disciplinado. Los propósitos deben ser acciones
que puedas incorporar a tu vida diaria a fin que sean parte de tu rutina
y se queden contigo aun habiendo cumplido tu meta principal. Tus metas
deben estar continuamente en tu mente, todos los días.
Toma tiempo para elaborar definir tus propósitos. Haz una lluvia de ideas acerca de los cambios y mejoras que quieres hacer. Puede ser acerca de cualquier cosa, no solo de cosas importantes como dejar de fumar y perder peso, que mucha gente asocia con los propósitos de año nuevo.
Escribe algunas notas mientras haces lo siguiente: 1) Considera tu relación con Dios. ¿Hay maneras en las que puedas
ser un mejor hijo de Dios?. 2) Considera cómo mejorar tu salud. Pregúntate, ¿puedo beber más agua, dejar de fumar, dejar de comer comida rápida o frituras o hacer más ejercicios?. 3) Considera tu relación con los demás. ¿Hay maneras en las que puedas ser un mejor cónyuge, padre, otro miembro de la familia o amigo?. 4) Considera tu vida de trabajo. Pregúntate, ¿puedo ser más exitoso y feliz en el trabajo, ser más organizado o dejar de postergar las cosas?. 5) Considera maneras de hacer la diferencia. ¿Hay maneras en las que puedas hacer la diferencia en el mundo por medio del activismo, de la concientización o promoviendo una causa?.
Escoge una o dos metas grandes que sean alcanzables. Repasa tus notas y determina qué puntos son los más importantes para ti. No te demores mucho al escoger. A menudo, las cosas que resaltan de inmediato son las que tienen más significado para ti de manera personal.
Observa tu lista y reflexiona usando la regla de SMART (por sus siglas en inglés). Asegúrate de que tu meta sea: 1) Específica (o significante). Quiere decir que tus metas incluyen sistemas para lograrlas. Tienes acciones específicas que puedes llevar a cabo para lograr una meta grande. 2) Medible. Quiere decir que los cambios que ves una vez que la meta se alcanza son evidentes. Te sentirás diferente (mejor), ya que estarás más sano, debido a la mejora en tu vida social y familiar, etc. 3) Alcanzable. Quiere decir que la meta es realista y que se puede alcanzar. Pensar en objetivos ambiciosos tiene beneficios, pero no debes ser demasiado ambicioso, ya que puedes terminar decepcionado y desanimado al hacer algún cambio y no poder lograr la meta establecida. Por ejemplo, si nunca has corrido en tu vida, no te pongas como meta correr una maratón aún. Quizás debas empezar con carreras más cortas (por ejemplo, una de 3K o 5K) y subir progresivamente. 4) Relevante (o gratificante). Quiere decir que hay una necesidad real de la meta. Has estado insatisfecho con un área determinada de tu vida por algún tiempo y tienes una fuerte motivación para desear un cambio. 5) Rastreable. Esta palabra se parece a medible, pero quiere decir que puedes evaluar tu progreso durante el proceso. ¿Has hecho un programa y lo sigues? ¿Pierdes peso gradualmente (si esa es tu meta)? ¿Te llevas mejor con tus seres queridos? Y así sucesivamente.
Habla con otros sobre tus metas. Discute tus metas y la razón por la que las estableciste con tus familiares y amigos. Este paso es muy importante. Pide el apoyo de otros en estas metas a lo largo del año. Si es posible, forma un equipo y vayan al gimnasio o compren en una tienda de alimentos saludables juntos. Pídeles que te den su opinión si cedes a la tentación y pides una Coca Cola de dieta en vez de agua u olvidas otra meta en tu lista. Las personas que les cuentan a otros sus metas son más propensas a lograrlas, ya sea porque tienen el apoyo adicional que necesitan o porque temen terminar avergonzados si no las logran. Es difícil saber la razón.
Elabora
un plan. Tus propósitos necesitan estar expresados en un proyecto
propio, elaborado por ti. Es recomendable que tu planeación la tengas
por escrito, esto te ayudará a organizar tus ideas de cómo hacer las
cosas.
Crea un programa. Incluso más importante que un plazo
específico para tus metas es establecer un programa sobre cómo
alcanzarás la meta. Algunas metas son cambios de larga duración que
continuarán después de haber alcanzado la meta. Por ejemplo, los
sistemas para perder peso y para mejorar tus relaciones no “terminan”
necesariamente cuando alcanzas la meta. Pare seguir perdiendo peso,
debes mantener el sistema de estilo de vida más saludable que has
creado. Para mantener relaciones saludables, tendrás que continuar con
las cosas que empezaste a hacer con tus propósitos. Así que considera lo
siguiente: Si la meta es perder peso, asegúrate de haber investigado
una buena cantidad de tiempo para perder una cierta cantidad de peso y
anota tu programa de ejercicios y los cambios que harás en tu dieta cada
día. Si tratas de ser un mejor padre o amigo o ser más exitoso en el
trabajo, haz un programa de cuándo y cómo harás cada cosa que esté en tu
lista de sistemas.
Crea “sistemas”. Los sistemas son formas de llevar a cabo metas grandes.
Debes descomponer las metas grandes en pequeñas acciones que puedan
ejecutarse más fácilmente. Si tus metas grandes son muy vagas, es
probable que te confundas y cambies de parecer frecuentemente sobre las
maneras de cumplirlas. Este es el objetivo de crear sistemas. Por
ejemplo: si tu meta es perder 13 kilos (30 libras) el próximo año,
puedes proponerte dejar la comida rápida, los refrescos o gaseosas, los
bocadillos y las bebidas azucaradas, beber más agua y caminar tres veces
a la semana hasta marzo y luego añadir gradualmente dos días en el
gimnasio.
Imprime copias de tus propósitos. Guarda una copia en cada computadora o dispositivo electrónico que tengas, como el teléfono celular y la tableta. Envía un correo electrónico con una copia a la dirección de tu trabajo y guárdala en la computadora de tu trabajo. Haz una copia más pequeña y mantenla en tu billetera. Publica una copia en la parte exterior de tu refrigeradora. Usa un papel brillante para que capte tu atención y no la dejes debajo de cupones e ilustraciones.
Has algo cada día. Usa el principio del impulso para el
éxito, ponte en marcha hacia la meta y haz algo cada día que te acerque
a lo que quieres lograr. Estar orientado a la acción es esencial para
lograr tu objetivo.
Empieza a seguir tu plan inmediatamente. No esperes a sentirte inspirado. Lo mejor que puedes hacer es empezar el 1ero de enero y comenzar a rastrear tu progreso. Si tu meta es perder peso, no digas “Empezaré mañana”. Empieza de inmediato. Empezar puede ser la parte más difícil, pero una vez que empieces con la rutina se volverá más fácil.
Rinde cuentas. Establece citas para la evaluación con un mentor. Esto te ayuda a mantener el enfoque y a evaluar los métodos para las mejoras. Incluso es mejor si buscas a alguien que tenga el mismo propósito. Si tienes un amigo que también trata de perder peso, pónganse en contacto y motívense mutuamente. También puede ayudar si consultas a un doctor o a un entrenador acerca de tu progreso.
Recuérdate a ti mismo tus metas. Cada día en el calendario o en el programa, escribe lo que harás ese día y a qué hora lo harás y no te olvides de hacerlo sin importar que tan ocupado estés. Enfócate en el proceso en vez de en el final de la meta. Da un paso a la vez y sé feliz con el progreso. La única manera de llegar a donde quieres ir es dar cada paso pequeño a lo largo del camino, tachando cada paso con orgullo a medida que lo cumplas. Crea el ambiente para que puedas lograr tus metas. También es bueno deshacerse de los hábitos que no coincidan con tus metas y no contribuyan a que puedas alcanzarlas
Sé paciente. Poco a poco y siguiendo los
consejos anteriores verás resultados favorables en el cumplimiento de
tus metas y propósitos. Persevera. La perseverancia es autodisciplina en
acción y la auténtica medida de tu confianza.
Mantén un diario. Registra al menos una cosa por la que estás agradecido cada día del siguiente año y escribe una oración por el progreso que has hecho. Al escribir, considera: ¿qué momentos memorables puedes rescatar de cada día? ¿De qué forma creciste o cambió tu consciencia hoy? Mantener un diario de esto te ayudará a permanecer conectado a tierra y a estar motivado con tus metas
Recompénsate a ti mismo. Determina con anticipación cuál será la recompensa para cada logro pequeño. Ten recompensas pequeñas frecuentes y un “gran premio” para cuando completes la meta. Piensa en tus logros. Puede ser difícil mantener la motivación y la dedicación al hacer un cambio en tu vida cuando no puedes ver resultados inmediatos por tus esfuerzos. En cada periodo de desánimo, ten fe de que persistir y ser constante al alcanzar tu meta traerá su recompensa en el largo plazo.
Algunos consejos espirituales para cumplir los propósitos
Reconocer que para ganar hay que perder, es decir si quieres ver los resultados de tus propósitos debes de rendirte a ti mismo, deja a un lado el carácter que no te deja obtener la bendición de Dios, desecha todo acomodo espiritual y comienza a rendir a los pies del Señor ese orgullo que muchas veces no te deja alcanzar tus sueños más anhelados.
Dejar que Dios te tome de la mano de Dios, algo que te ayudara a vencer cualquier obstáculo que se te presente en este año es el hecho de que Dios te tome de la mano, muchas veces nosotros queremos tomarnos de la mano de Dios y nos soltamos, esta vez ya no se la tomes, mejor deja que Él te la tome porque Él nunca te soltara, es decir confía ciegamente en el Señor pues Él jamás te fallará.
No rendirse, pese a los obstáculos, tropiezos o errores, en este año te enfrentaras con tantas situaciones que no querrán permitir que tus propósitos para este año se cumplan, pero debes de sacar a relucir el carácter de guerrero de Dios, pues si te das por vencido no eres digno de obtener tu bendición, solo aquellos que se amaran bien los pantalones espirituales y no se quedan vencidos en el suelo son dignos de obtener las bendiciones por las que luchan.
Consejos científicos para cumplir los propósitos
El profesor Wiseman ha analizado toda la información obtenida de su estudio y ha preparado algunos consejos para superar los retos de forma más sencilla, sin que todo el peso recaiga en nuestra fuerza de voluntad.
Proponerse sólo un reto importante. Cambiar los hábitos de más de una cosa diferente es muy difícil.
Antes de intentar cumplir un propósito pensar un tiempo en él, y dedicar tiempo a sentirnos reflejados en el proyecto: cómo lo vamos a afrontar, qué muros encontraremos, cómo vamos a superarlos, etc.
No rememores antiguos fracasos. Hay que mirar hacia adelante y centrarse en los nuevos retos
Céntrate en lo que de verdad desees. No afrontes un propósito porque está de moda, como convertirte en un runner o vestir cierto tipo de ropa.
Divide tu propósito en pasos concretos, con un plazo de cumplimiento. Por ejemplo, si quieres adelgazar no te pongas a dieta el primer día. Comienza quitándote un dulce o añadiendo un plato de verdura en la dieta, y ve añadiendo retos específicos.
No lo afrontes en solitario. Díselo a la familia, los amigos, las redes sociales... ¡a todo el mundo! Como más gente lo sepa el miedo al fracaso te ayudará a superar el reto. Además tu familia y amigos te apoyarán para conseguirlo.
Redacta una lista con todas las cosas que mejorarán en tu vida cuando consigas cumplir tu propósito.
Cada vez que completes un pequeño paso hacia el éxito, date una recompensa.
Documenta tu aventura: escribe un diario, crea gráficas y tablas, todo eso ayuda a mentalizarse y a mantenerse concentrado en el reto.
No te castigues ni abandones si das un paso atrás y vuelves a los malos hábitos. Considéralo un obstáculo previsible, y sigue adelante.
Consejos finales
Trata de no planificar tus propósitos cuando estés de mal humor o te sientas presionado por el tiempo. Considera
organizar una pequeña competencia con tus familiares o amigos para
mantenerte enfocado en una meta difícil (por ejemplo, el perdedor debe
comprar un almuerzo saludable). Tal vez puedes llevar a tu familia a una
gran playa de vacaciones si todos logran sus metas para julio. Investiga tus metas. Asegúrate de entender cómo programar tu sistema para lograr lo que quieres lograr.
No es malo que te propongas cuantas cosas quieras, lo que si debes entender es que en el camino te enfrentaras a muchos gigantes, tendrás enfrente a muchos mares y a lo mejor te enfrentaras a una que otra muralla de Jericó, pero debes saber que pese a todo lo que te pueda venir en contra para no alcanzar o no concretar tus propósitos, existe un Dios que abrió el mar rojo, un Dios que derribó las murallas de Jericó, un Dios que por medio de David venció al Gigante, y ese mismo Dios es el que está contigo hoy, ese mismo Dios es el que te quiere dar la victoria frente a cualquier circunstancia y quiere ver en ti cumplidos cuanto propósitos pusiste en sus manos.
Y el Señor me respondió: "Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá". Hab.2:2-3 NVI
Fuente:
http://www.forbes.com.mx/el-engano-de-los-propositos-de-ano-nuevo/
http://es.wikihow.com/cumplir-los-prop%C3%B3sitos-de-a%C3%B1o-nuevo
http://computerhoy.com/noticias/life/10-trucos-cumplir-tus-propositos-ano-nuevo-38633
http://destellodesugloria.org/blog/2009/01/propositos-de-ano-nuevo/
https://parroquiaicm.files.wordpress.com/2011/12/lista-propositos.jpg
http://blog.hedonai.com/wp-content/uploads/2013/01/newlife-430x272.jpg
http://contenido.com.mx/revista/wp-content/uploads/2015/03/Mujer-pensando.jpg
https://aprendamosaorar.files.wordpress.com/2014/01/postrado.jpg
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http://static3.objetivobienestar.com/2014/04/abuelos-nietos-relacion-20096.jpg
Es una gran bendición estos devocionales.
ResponderEliminarMuchas gracias. Dios los bendiga.