Marzo 27
Cheques del Banco de la Fe - C.H.Spurge
Acercaos a Dios, y Él se acercará
a vosotros.
Santiago 4:8
Cuanto más nos allegamos a Dios, más
benigno se muestra con nosotros. Cuando el hijo pródigo vuelve
a la casa paterna, su padre sale al encuentro. Cuando la paloma
llega al arca, Noé extiende su mano y la introduce en ella.
Cuando la solícita esposa busca la compañía de su esposo, éste
se acerca a ella con las alas del amor. Alleguémonos, querido
amigo, al Señor que con tanta bondad nos espera y viene a nuestro
encuentro.
¿Te has fijado alguna vez en el pasaje de
Isaías 53:9? Aquí podemos ver cómo el Señor se pone a la disposición
de su pueblo, diciéndole: «Heme aquí». Como si dijera:
«¿Tienes que decirme algo? ¿Qué puedo yo hacer por ti? Estoy
esperándote para bendecirte». ¿Por qué, pues, tardamos tanto
en acercarnos a Él? Dios está muy cerca para perdonar, para
bendecir, para consolar, ayudar, vivificar y dar la libertad. Sea
nuestra más importante preocupación acercarnos a Dios. Si esto
hiciésemos, lo tendremos hecho todo. Si nos allegamos a los
hombres, éstos se cansarán pronto y nos abandonarán; mas si
sólo buscamos a Dios, Él jamás cambiará; antes al contrario,
cada vez se acercará más a nosotros con la más amplia y gozosa
comunión.
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