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Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Salmo 37:4 BLS

viernes, 2 de diciembre de 2011

Devocional Día 132

Devocional Día 132
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración


Entendiendo el ayuno

RESULTADOS DEL AYUNO

Poder de Dios

Segundo, el ayuno nos permite recibir la llenura del poder de Dios para el ministerio. Algunas veces la oración no es suficiente para lograr los propósitos de Dios. La Biblia cuenta de un hombre cuyo hijo estaba poseído por los demonios. Los discípulos de Jesús trataban de echar fuera ese demonio, pero el demonio se reía de ellos. ¿Por qué? Ellos no estaban preparados. Entonces Jesús llegó y echó fuera ese demonio. Los discípulos apartaron a Jesús y le preguntaron por qué ellos no habían podido liberar al joven. Su respuesta fue, "este género no sale sino con oración y ayuno" (Mateo 17:21).

Cristo pudo echar fuera el demonio al que se enfrentaba porque Él había pasado cuarenta días preparándose para el ministerio por medio de ayuno y oración, y, debido a que Él continuaba orando y ayunando regularmente. ¿Alguna vez asistió a un servicio de adoración y no sentía deseos de adorar a Dios? ¿Alguna vez le ha dicho a Dios que usted deseaba sentir más de Su poder? Puede que usted se sienta así porque ha estado alimentando su carne y descuidando su espíritu. De nuevo, aunque Dios creó nuestros cuerpos físicos para que necesitaran alimento, Él quiere que sean controlados por nuestros espíritus. Yo enseño la Palabra de Dios casi todos los días de mi vida. No como nada antes de exponerla, porque lo peor que se debe hacer antes de presentar la Palabra es comer. Su carne interrumpirá el fluir de la unción.

A esto se refería Jesús cuando les dijo a Sus discípulos que el demonio que afligía al hijo de ese hombre saldría solamente con oración y ayuno. En efecto, Él les estaba diciendo, "ustedes han orado por la liberación del hijo de este hombre, la oración es buena. Sin embargo, algunas veces ustedes necesitan agregar algo más a sus oraciones: un espíritu de consagración a Dios y una abstinencia de lo que pudiera interferir con el fluir del poder de Dios en sus vidas".

¿Ha pensado alguna vez?, "he sido creyente por diez años, pero Dios parece estar tan lejos. Me siento tan vacío. Me siento como si estuviera en el desierto. No tengo ningún celo espiritual. No tengo ninguna pasión espiritual por Dios". Permítame hacerle estas preguntas: ¿Es usted salvo todavía? Sí. ¿Tiene usted todavía a Espíritu Santo? Sí. Entonces, ¿por qué se siente tan vacío y seco? ¿Por qué no quiere asistir a la iglesia, leer la Biblia, orar o hablar con nadie acerca de Dios?

Para contestar estas preguntas, veamos el ejemplo de Cristo. Cuando Él estuvo en la tierra, Él tenía toda la capacidad de la unción de Dios para suplir las necesidades de las personas. Con todo, el ayuno era una necesidad para Él. La Biblia dice, "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días" (Lucas 4:1-2, el énfasis fue añadido). Luego dice, "Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo...Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea" (Lucas 4:13-14, el énfasis fue añadido).

Cuarenta días antes, cuando Jesús fue bautizado por Juan en el Jordán, los cielos se abrieron y el Espíritu Santo descendió sobre Él (Lucas 3:21-22). Pero leemos que, después de ayunar, Él "volvió en el poder del Espíritu"—el cual ya había recibido antes de ayunar. Jesús no recibió el Espíritu Santo después de ayunar, sino que el Espíritu que estaba en Él se manifestó con un nuevo poder después del ayuno. En Juan 3:34, Juan el Bautista dice acerca de Jesús, "Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida". Yo creo que durante el ayuno de Jesús, Dios le dio el Espíritu sin medida.

Un ayuno encenderá el poder del Espíritu dentro de usted.

De manera similar, aunque usted recibió el Espíritu Santo cuando nació de nuevo, un ayuno encenderá Su poder dentro de usted. Cuando ayune, usted desarrollará un hambre por Dios como también una intimidad con Él, y, la obra del Espíritu Santo será manifestada poderosamente en su vida. Su amor por el Padre será renovado. Será un gozo para usted testificar a otros acerca del amor y la gracia de Dios. Usted podrá servir a Dios en formas nunca antes esperadas.

Una de las primeras cosas a las que Jesús se enfrentó después de Su ayuno fue un hombre poseído por un demonio. Cuando usted ayuna, Dios le enviará algunos problemas difíciles porque ahora usted estará listo para tratar con ellos por medio de Su Espíritu. Hay personas a las que Dios quiere que usted les ministre, pero todavía no se han cruzado por su camino porque usted todavía no está facultado para ayudarles. El ayuno le preparará para el ministerio.

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

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