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Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Salmo 37:4 BLS

miércoles, 26 de febrero de 2014

BENDICIONES VOLADORAS

BENDICIONES VOLADORAS
Por: Juan Sebastián Ramírez N.
15/07/06
 


"Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo." Ef. 1:3

Tuve la oportunidad de conversar con mi hermano detenidamente de algunos situaciones que se habían suscitado en su colegio y en su vida durante este periodo, y mientras compartíamos ese tiempo Dios permitió que meditáramos en Efesios 1:1-14. Al hacerlo, el Espíritu Santo, nos regaló una perla de mucho valor, y es la que quiero compartir contigo.

Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, escribe un canto de alabanza a Dios porque Él “nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo”. Siendo Cristo la bendición por antonomasia, Dios nos añade toda bendición espiritual, y me atrevería a decir que si Él suple para la necesidad espiritual, cómo no lo hará para el resto de necesidades.

La voluntad de Dios fue bendecirnos y ¡Ya nos bendijo! Él se ingenio las bendiciones. Y desde el instante en que confesamos con nuestra boca que Jesús es el Señor, y creímos en nuestro corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, fuimos salvo (Ro.10:9) y nos hicimos partícipes de “toda bendición”. Aún con esa verdad grabada en nuestras vidas (Heb.10:16-17) a veces ponemos en tela de juicio las bendiciones que Dios ya nos ha regalado. Y permitimos que la duda corrompa nuestra fe y cuestionamos a Dios preguntando: “¿Será tu voluntad que yo sea bendecido con tal o cual situación?”. Antes de cuestionar a Dios deberíamos tener cuidado de nuestra manera de vivir (Ef.5:15-17; Ro.12:2).

Nuestro Señor Jesucristo dijo que "el siervo que conoce la voluntad de su señor, y no se prepara para cumplirla, recibirá muchos golpes (Lu.12:47)”. Y uno de esos golpes es ver como se aleja la bendición por nuestra negligencia. Por que no tuvimos la suficiente prolijidad para asirnos de ella y no soltarla, lucharla con pasión y disfrutar de ese regalo de Dios en Cristo. La voluntad de Dios es que no perdamos nada de lo que Él me ha dado (Jn.6: 39a). Creer y confiar que si la bendición está en función de sus parámetros y se basa en sus principios viene de Él."(Ro.10:11)

Con mi hermano analizamos como cada uno de nosotros hemos perdido muchas bendiciones y ahora sólo nos queda el arrepentimiento: “hubiéramos hecho…, hubiéramos tomado…”, todo por la negligencia. Le contaba que lo peor es que nos decimos para nuestros adentros “de pronto no era la bendición de Dios para mi”, como para tratar de callar la voz del Espíritu que nos recuerda, con dolor, que era un regalo para nosotros que fue destinado desde la eternidad y ese era el tiempo oportuno para que recibirlo.

Dios nos ministró aquel día que hablamos de ésto. Y propusimos estar sintonizados a la voz de Dios llevando una vida de santidad, para así no dejar escapar otra vez las valiosas bendiciones del Padre. Si ya tenemos la más grande, que es Cristo, no podemos dejar que las pequeñas bendiciones se pierdan, porque esa no es la voluntad de Dios. Aún con esto tenemos que ser buenos mayordomos, esforzados y valientes. ¿Y tú que harás con las bendiciones de Dios?
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PELIGRO: ZONA LIBERADA

PELIGRO: ZONA LIBERADA

Por Pastora Silvia Himitian

Fuente: Mali enviado por nuestra corresponsal Mercedes... gracias


Resulta casi increíble la manera en que se ha incrementado la comunicación en estos últimos pocos años. La utilización del E-mail y el chat proveen una forma rápida, práctica y efectiva de transmitir y recibir información. Se ha logrado obviar al correo: ya no hay que escribir en papel, ensobrar, llevar al correo, esperar que llegue y que se nos envíe una respuesta. Y lo más asombroso es que además se produce una comunicación instantánea con el sitio más remoto. En cuestión de segundos nuestro mensaje está en la computadora del destinatario a la espera de ser leído. ¡Y además con un costo ínfimo! Sin lugar a dudas, las comunicaciones han alcanzado un nivel óptimo.

Pero junto con los grandes beneficios que Internet proporciona, también se producen ciertos fenómenos que no tienen nada de positivo. Como, por ejemplo, el abuso en la transmisión de información por el hecho que ésta se haya vuelto simple y prácticamente gratuita. De los E-mails que aparecen en mi casilla, casi el cincuenta por ciento (y a veces más) proceden de personas que se dedican a distribuir información que no les es solicitada, o a reenviar mensajes que han recibido. Algunos incluyen archivos pesados y complican el flujo de la información. Pero en realidad no es éste el peor de los problemas.

Algo más grave es el tipo de relaciones que se establecen a través de la Internet. Entre aquellos que comienzan a vincularse con cierta asiduidad se produce una especie de intimidad virtual diferente de la que se crea cuando el trato es personal. Las personas se conocen no por lo que son sino por lo que dejan saber de sí mismas. Y por lo tanto lo que cada uno percibe del otro es en verdad una imagen distorsionada. Todo el acercamiento se realiza dentro de la franja anónima y liberada que provee la Internet. Y no parece regirse por las normas y patrones que caracterizan a la relación cara a cara. El no poder mirar a los ojos al otro permite libertades y osadías que no se darían de otro modo. Y como en la penumbra de un confesionario, las personas se sienten movidas a una apertura que generalmente va más allá de lo prudente. Digo más allá de lo prudente porque comienzan a establecerse vínculos bastante estrechos con el otro. O con los otros, ya que muchas veces son varias las relaciones. Y se entra a la zona de los claroscuros donde las cosas pierden nitidez. Por un lado el perfil propio es dibujado a partir de la concepción que se tiene de uno mismo, pero ocultando cualquier rasgo negativo. Por el otro, la percepción que se logra de los demás es también parcial y subjetiva. A eso se le añade una intimidad virtual, mezcla de osadía y confesión. El resultado: definitivamente negativo. Todo se convierte en un juego sin reglas definidas que se da en una zona liberada, una zona que no compromete. Una zona mentirosa, en definitiva, porque toda la cuestión no se diferencia de un juego de Nintendo. Algunos deciden conocerse personalmente, pero en la mayoría de los casos sobreviene la decepción. Son contadas las parejas que se forman y permanecen a partir de este estilo.

De todas maneras, la intención no es entablar relaciones serias. Es sólo pasar un rato agradable en un jueguito “inocente” de seducción. Obviamente, me refiero a jóvenes cristianos, miembros de iglesias, líderes de jóvenes y otras yerbas. Los no creyentes no necesitan de estas ambigüedades para satisfacer sus fantasías.

Esta zona liberada parece proveer el espacio adecuado para fantasear y seducir virtualmente sin pecar. O al menos es así como lo piensan muchos jóvenes cristianos, que se conducen normal y apropiadamente dentro de sus esferas de acción, pero que se toman un recreíto a través del E-mail o del chat. Parecería que lo que no está legislado puede manejarse a discreción, con cierta flexibilidad. ¡Y como todavía no existe una pastoral al respecto!... Sí, escuchamos decir al pastor que los jóvenes deben tener cuidado con la pornografía que aparece por Internet. ¡Pero esto no es pornografía! No. Pero tal vez sea algo tan perverso como ella. Algunos jóvenes (aun dentro del liderazgo) han hecho este jueguito con dos o tres chicas a la vez, haciéndoles creer que tenían un cierto interés por ellas. Pero al encontrarlas personalmente en las reuniones o salidas de jóvenes actuaban como si nada hubiera pasado, llenándolas de desconcierto. Hasta que descubrieron lo que estaba pasando. Esto es grave porque lleva a una doble vida, a aparentar una santidad que no es tal, porque no existen zonas liberadas para tomarse un recreo. En la realidad virtual de la computadora revelamos lo que en verdad hay dentro de nosotros. Y esto no tiene sólo que ver con los varones. Hay chicas que avanzan descaradamente sobre los muchachos a través de la red mientras se muestran muy compuestas delante de la gente.

No es mi intención apuntar un dedo acusador sino ayudar a tomar conciencia. Chicas y muchachos: éste es un juego dañino y peligroso. Se hieren sentimientos, se crean ilusiones falsas, se juega con las emociones de otros, se miente. Y finalmente algunos resultan lastimados y otros se meten en problemas. Utilicemos los avances que la tecnología pone en nuestras manos, pero seamos nosotros los que señoreemos sobre ellos. De lo contrario nos convertirán en sus esclavos.

Una regla fácil y sencilla de aplicar al establecer relaciones de amistad a través de la Internet es ésta: no digas nada que no dirías teniendo a la persona frente a frente. Y no aceptes que los otros lo hagan con vos tampoco. Una vez me pidió consejo una chica que estaba asombrada por ciertas expresiones vertidas en un E-mail por un joven de su propia congregación. “Le contesto”, me preguntó. “Sí”, le respondí, “pero para decirle que sólo aceptás apreciaciones como las que él ha vertido cuando alguien te las dice frente a frente”. De más está decir que el joven no volvió a escribirle.

No hay zonas liberadas. Debemos guardar nuestra integridad delante de Dios. Él nos ve cuando nos sentamos frente a la computadora y conoce las intenciones de nuestro corazón. Estos jueguitos sólo nos meten en problemas. Así que lo más acertado es tomar una decisión seria al respecto cuanto antes.

JESÚS: EL MODELO DE AMOR PARA EL ESPOSO

JESÚS: EL MODELO DE AMOR PARA EL ESPOSO

Fuente: mail de nuestra corresponsal Paolita... gracias



Así como la instrucción de Dios para la esposa es una en todo el Nuevo Testamento, sujetarse, para el hombre encontramos tres. La primera es amar incondicionalmente, dar la vida como Cristo lo hizo. Como puedes ver, tu responsabilidad, por ser cabeza, es mayor. Cristo llegó a la cruz por amor a su esposa, la iglesia, y murió a sí mismo por ella. No hay más grande amor que éste, y a eso nos llamó el Señor como hombres y líderes del hogar. Tu esposa no se negaría a seguir a un hombre así.

Si tú, hombre, quieres ser una cabeza digna de un hogar cristiano, lo primero que tienes que hacer es morir a tus propios deseos. Si Dios te dio autoridad en tu hogar es para que sirvas a tu familia. Pero el que se casa para exigir cosas para sí mismo, no está amando como Cristo.

Me confrontó leer en 1ra de Juan 4.8. La Biblia dice que en esto consiste el amor, en que El me amó primero a mí. Jesús me enseñó que si quería amar a mi esposa como El lo hizo, yo debía ser el primero en manifestar mi amor en mi hogar. El me amó primero, y después de recibir su amor, yo le correspondí. De la misma manera, yo debo amar a mi esposa primero, no esperar lo contrario. Por lo tanto, no puedo tener ninguna excusa como hombre para no ser tierno y amoroso con ella. Jesús no las tuvo conmigo. El me amó primero.

Otro principio importante es sustentar a tu esposa. Pablo dijo que quien cuida y sustenta a su mujer, a sí mismo se ama. El Modelo de Jesús lo encontramos en 2da Corintios 8:9. Este habla sobre el manejo de las finanzas del El para nosotros. Dice que Jesús, siendo rico, se hizo pobre para bendecrinos o enriquecernos. En muchos hogares es el hombre quien trabaja y devenga un salario. En otros, ambos lo hacen. No importando quien lo genere, la Biblia enseña que la responsabilidad del hombre como cabeza en esta área, al seguir el modelo de Jesús, consiste en dejar a un lado sus propios intereses, despojarse y buscar el beneficio de su mujer.

Nuestras finanzas expresan lo que realmente amamos. "En donde está tu tesoro allí está tu corazón" nos enseñó Jesús. Creelo o no, como usas tus ingresos manifiesta lo que hay en tu corazón. Personalmente creo que cuando una pareja se casa debe unir todos sus bienes. No veo cómo una pareja dice que va a compartir toda su vida sin compartir toda sus bienes. La confianza que con mi esposa nos tenemos se demuestra también en esta área. Lo mismo hizo Dios conmigo, confió sus más preciados tesoros en mí. Y cuando tomo desiciones en mi matrimonio, lo hago pensando en bendecir a mi esposa y a mis hijos, aún si esto implica hacerlo sobre mis propios intereses. No importa de donde procedan los recursos que tenemos en el matrimonio, siempre busco el beneficio de mi familia sobre el mio propio. Esto les dice que los amo.

La tercera instrucción es ministrar a tu mujer. Jesús se entregó por su esposa, la iglesia, y la santificó por medio del lavamiento de la Palabra de Dios, y por eso puede presentarse una esposa gloriosa, sin mancha ni arruga. Jesús es responsable de la mujer que se presenta ante El. De igual manera, esposo, tú eres responsable de la esposa que se presenta ante ti. ¿Qué quiere decir esto? La mujer es, por característica propia, alguien que devuelve lo que tú le des, multiplicado. Dale una docena de rosas y te devuelve su agrado; dale un anillo y te entrega un matrimonio; dale un esperma y te devuelve un hijo; dale una casa, y te devuelve un hogar. Pero si la tratas con aspereza te devuelve contiendas y divisiones.

Tu eres responsable del estado de tu mujer. Ella es el reflejo de lo que tú has hecho por ella, es el espejo de lo que te has dedicado a darle. Lo que tú has sembrado, has cosechado. El hombre que se dedica a darle Palabra a su mujer, a cubrirla y a orar por ella, va a recibir una mujer gloriosa, sin mancha y sin arruga, como Cristo.

Esposos: La mujer es la manifestación del bien de Dios. Cuando El te quiso mostrar que era bueno contigo, te dio más que una casa o un carro. Te dio su herencia: una mujer. Ella vale más que el oro y las riquezas del mundo. Ámala, y encontrarás la benevolencia del Señor. Gózate en la mujer de tu juventud, porque esto es don de Dios.

Cuídate, o también caerás

Cuídate, o también caerás





RESUMEN DEL “CURSO VIAL”


Les quiero compartir lo que aprendí en el “Curso de educación vial” al que asistí por una foto multa. Me pareció interesante el enfoque que se le da a esta capacitación y sobre todo el hecho de que por desconocer la normatividad estamos pagando multas que podemos evitar, en resumen esto es lo que dijo el agente de tránsito instructor:


El curso se enfoca hacia las foto multas que son por exceso de velocidad por semáforos en rojo, por pico y placa, invasión de espacio público y cebras.


VELOCIDAD


Las multas por velocidad solo las colocan las cámaras, los guardas no pueden colocar multas por velocidad sencillamente porque ellos no tienen elementos para realizar esta medición. Las pistolas o radares de carretera dejaron de funcionar no tienen validez para aplicar sanciones de tránsito.


El límite de velocidad en Cali es de 60 kilómetros por hora, pero hay lugares en los que la señal indica 30 kph y se debe reducir la velocidad porque normalmente estas señales están cerca de colegios, intersecciones o sitios de tránsito de personas.


Recuerde que en todos los cruces de vías debe reducirse la velocidad.


FOTOMULTA Y HORARIO NOCTURNO


Las cámaras de foto multa por semáforo en rojo no funcionan entre las 11 pm y las 5 am, pero si sancionan por velocidad, se debe transitar a 60km hora. Se puede pasar semáforo en rojo, pero teniendo en cuenta que hay que parar totalmente el vehículo antes de pasar para prevenir que venga alguna moto o carro con personas que pueden venir alicoradas, despistada y se pueda ocasionar un accidente, pero no se cobra semáforo en rojo, esto lo hacen por seguridad.


CUIDADO 2 MULTAS EN 6 MESES QUITAN PASE


Ya está aplicando el Artículo 124 del código  nacional de tránsito, y lo que considera es que si una persona infringe la Ley en 2 ocasiones durante 6 meses, le será suspendida la licencia de conducción por otro periodo igual, por cualquier tipo de multa de tránsito. Las motos están sometidas a los mismos reglamentos.


LA CEBRA


Cuando por efectos de cambio de semáforo de amarillo a rojo se quede pisando la cebra, usted tiene 10 segundos para atrasar el vehículo y no quedar cometiendo la infracción. Pero esto como bien sabemos depende del espacio que se deje entre un vehículo y otro. Aquí hay que tener en cuenta que la norma habla de obstrucción, no de pisar, es decir que si su vehículo es tan largo que las llantas delanteras no quedan pisando la cebra pero el bomper si queda encima de la raya, será sancionado, esto les pasa mucho a los vehículos del MIO.


SEMAFORO CAMBIANDO DE AMARILLO A ROJO


Cuando usted va a pasar un semáforo y cambia a amarillo si usted considera que ya no puede parar porque el carro de atrás lo estrellaría, debe pasar, tiene 3 segundos para pisar la raya que esta después de la cebra y  no será sancionado. Con semáforo en rojo, lo aconsejable es no acelerar porque es más susceptible de accidentarse al tratar  de incrementar la velocidad.


Llama la atención que se puede girar a la derecha en la esquina cuando el semáforo esté en rojo, con precaución y dando prioridad a los peatones.


INVASION DE ESPACIO PÚBLICO


Cuando la multa es por invasión de espacio público usted está en su derecho de pedir una segunda evidencia, funciona así: el vehículo de foto multa le toma la foto mal estacionado y debe dar vuelta a la manzana y tomar de nuevo la foto, si su carro ya no está no lo pueden multar por eso se pide una segunda Evidencia. Si usted pide la segunda evidencia y no la suministran o es igual a la primera usted se gana el pleito y le deben retirar la foto multa.


En Cali está prohibido parquear vehículos en la calle o en los andenes. Solo hacen algunas excepciones en las vías internas de los barrios donde el tráfico es bajo de resto es prohibido parquear en cualquier parte. No puede parquear ni frente a su casa, ellos dicen: “su casa es de la puerta para adentro”.


Usted puede hacer una “detención momentánea” para dejar o subir un pasajero, pero si se demora o apaga el vehículo será “estacionamiento” y si está prohibido recibe multa.


Recuerde estacionar máximo a 30 centímetros de la acera y mínimo a 5 metros de la esquina.


DOCUMENTOS

No tener la tarjeta de propiedad, cédula y revisión técnico mecánica da inmovilización del vehículo. No sirven fotocopias de ninguno de estos documentos, deben ser originales todos. Pero usted tiene 60 minutos para presentar los documentos del vehículo (licencia de conducción y SOAT), de todas formas esto da multa pero evita la inmovilización.


Cuando un POLICIA lo pare solo le puede pedir cédula y tarjeta de propiedad. Si le pide otros documentos usted está en su derecho de hacer llamar al tránsito y no entregarlos al policía, la policía no cumple funciones de transito la policía no puede multar por este concepto. Además NADIE puede retenerle los documentos.


PICO Y PLACA


Si un policía lo para por pico y placa, usted para su vehículo, ojalá en una calle secundaria, y exige que se llame al tránsito. Cuando el guarda llega el carro está parado y no lo pueden multar, así el policía indique que lo paro por pico y placa, este solo aplica para vehículos que están circulando durante el horario prohibido.


VIDRIOS POLARIZADOS


Respecto a los vidrios polarizados, está permitido oscurecer hasta el  30%. De ahí en adelante debe tener un permiso de la SIJIN, que cuesta entre $800 y $900 mil pesos, y para que se le autorice debe pasar un estudio de seguridad que hacen ellos mismos. Nadie te puede multar por polarizado sin que antes te realicen una medición con un FOTOMETRO, equipo que maneja la SIJIN, es decir ni un guarda ni un policía te pueden multar sin que te hayan hecho ese estudio, ellos pueden llamar a la SIJIN para hacer la medición, pero solo hay 30 minutos de tiempo de espera después de esto deben dejarte ir pues el polarizado no da inmovilización del vehículo, y más tiempo se convierte en SECUESTRO SIMPLE por eso normalmente cuando les mencionas el aparato te dejan ir sin pedir nada más.


REVISIÓN TECNICO MECANICA


La revisión técnico mecánica se debe hacer cada año para vehículo de más de 6 años de matriculados. Por ejemplo los vehículo del año 2008 empiezan revisión en 2014 y luego cada año.



Att. Conductor Juicioso (a partir de ahora)

martes, 11 de febrero de 2014

Día 8: El Ayuno del Señor

El Ayuno del Señor

Por: Yiye Ávila




EL AYUNO DE VICTORIA


E1 día primero de noviembre de 1972 entré en un ayuno que nunca soñé que ocurriría. No entré en el ayuno con la intención de establecer un récord. Mucho menos de ayunar más que mi Señor, a quién amo más que a mi vida. Tampoco pensé en alcanzar gracia con las personas o impresionarlos. Sencillamente tenía problemas que me estaban atribulando en tal forma que sentí entrar en ayuno y al empezar le dije al Señor: "No entrego aunque me muera, hasta que Tú no me des la victoria". Estaba automáticamente en el ayuno del Señor. Él iba a disponer los días y me iba a dar la fortaleza. Yo no entendía aún esto, ni tenía una idea de los días que iba a ayunar. Creo que si hubiese sabido que eran cuarenta y un días probablemente hubiese sentido temor.

Los primeros días de este ayuno pasaron y sentía una fortaleza sobrenatural. En ningún ayuno anterior sentí tanta fortaleza. En esos días, Dios me había traído cinco hermanos a ayudarme en el ministerio. Eso había aliviado un poco la carga y aunque tenía aún mucho trabajo en el ministerio podía sacar más tiempo para orar. Al pasar las primeras semanas yo mismo estaba sorprendido pues ni siquiera había sentido debilidad. El Señor me despertaba casi siempre alrededor de las tres de la mañana a orar y clamaba como hasta las siete de la mañana. Entonces tenía culto con los hermanos que me ayudaban en el ministerio y el resto del día oraba y atendía las responsabilidades del trabajo en el Señor.

Cuando llevaba alrededor de tres semanas en el ayuno me visitó la hermana Elsa Ayala, misionera del Señor. Mientras hablábamos, Dios le dio una visión y ella me dijo que vio una V muy grande, y muchas otras V dentro de ella. Sentí enseguida que esto implicaba victoria por medio de ese ayuno.

Para esos días sucedía algo raro que me maravillaba. Todo el tiempo sentía un sabor raro en la boca que nunca antes en ningún ayuno anterior había sentido. Parecía como si tuviera en la boca una substancia que producía ese sabor raro pero agradable.

Para esos días recibí carta de la hermana Sally Olsen que me decía que había tenido una revelación y vio ángeles que me servían durante el ayuno. Algo me servían, y aquel sabor agradable en mi boca me hacía sentir que alguna substancia celestial me era suministrada por los ángeles. Gloria a Dios por sus misericordias. Era el ayuno del Señor y El suplía la fortaleza.

Todos los días de madrugada Dios me daba mensaje para los hermanos que trabajan conmigo y me revelaba enseñanzas importantes para ellos. Uno de los hermanos tuvo una visión y vio ángeles que me traían cartas. Entendí entonces cómo era que venían todos aquellos conocimientos.

En uno de esos días oraba con confianza sintiendo una gran fortaleza física. Le decía: "Señor, aunque tenga que ayunar cuarenta días sé que Tú me das la victoria, pero creo que no tendré que ayunar más de cuarenta pues Tú ayunaste cuarenta y yo no soy más grande que Tú". En ese momento el Espíritu Santo me habló y me dijo: "Pero él dijo, que obras más grandes que esas harían. Me quedé asombrado y no podía sacar esas palabras de mi mente. Algo me hacía sentir que ayunaría más de cuarenta días. Estaba tan fortalecido y tan confiado que ya nada me atemorizaba.

Amanecía el día veintisiete del ayuno cuando recibí carta especial de la hermana Merani Castro. Me decía que el Señor le había revelado que yo ayunaba por un problema muy grande, pero que en siete días me daría la victoria. Siete días implicaba el día número treinta y tres del ayuno. Creí con toda mi alma que así sería. No lo sabía, pero estaba en el ayuno del Señor que es ayuno de victoria. Ayunaba con Su fortaleza.

Decidí entonces apartarme solo con el Señor y me encerré en una pequeña habitación en mi hogar. Oraba entonces más intensamente que antes. Llegó por fin la noche número treinta y tres del ayuno. Oraba esperando la victoria y de pronto algo como un rayo de luz bajó del cielo, vino sobre mí. Sentí que penetró profundo a través de todo mi ser. Sentí que una paz increíble me invadió y tuve que gritar: "Gracias que por fin me he convertido verdaderamente a ti". Yo era convertido. Tenía salvación. ¿Por qué grité así? Era que sentía una libertad increíble. Algo que nunca antes había experimentado. El gozo era sobrenatural. Joel 2:12 dice: Convertíos a mí de todo corazón con ayuno y llanto.

Estaba experimentando la experiencia de la plena conversión resultado del ayuno del Señor.

En aquel momento el Señor empezó a hablarme y me dijo: "¿Y el problema"? Le grité: ¿Qué problema? El gozo y la paz eran tan profundos que me reía en el Espíritu sin poderlo evitar. Gloria a Dios. El Señor me siguió hablando y me dijo: Te he liberado. Estabas ligado en tu espíritu, por eso estabas atribulado y triste y lleno de tantas dudas. En el ayuno has esperado en Mí lo suficiente para yo librarte. Muchos de mis siervos también están ligados en el espíritu y necesitan liberación. Necesitan entrar en mi ayuno hasta que sean liberados y se llenen de paz, de gozo y poder de Dios. Ya tú eres libre. Te he honrado. Te liberté en treinta y tres días. Es la edad de mi Hijo. Tu ayuno ha terminado.

En aquel instante sentí gritarle: "Señor sería yo injusto si ahora que siento esa paz maravillosa rompiera el ayuno. Deseo seguir adelante ocho días más, siete para completar cuarenta, y hacer tus obras y uno adicional para hacer obras mayores conforme a tu Palabra. Esos días adicionales son para que me llenes de poder y me des unción especial para llevar liberación a los "hippies", a los adictos a drogas, las rameras, los endemoniados, los retardados mentales, los afeminados, los locos, ciegos, mudos, paralíticos, leprosos y tantos otros oprimidos por el diablo". Sentí una profunda aprobación del Señor y continué en el ayuno. Pasaron los cuarenta días y me sentía muy bien. ¿Cómo es posible? Es el ayuno del Señor. Sus fuerzas estaban sobre mí. Los ángeles que le servían a Él me sirvieron a mí también y le servirán a cualquiera que entre en su ayuno. El ayunó cuarenta días en el desierto y las fuerzas de Dios que le sostuvieron nos sostendrán a nosotros si entramos en su ayuno. En esos cuarenta días sentí debilidad en una ocasión. Estuve como dos horas sintiéndome débil. Me senté en el piso a orar. Reprendí al diablo y de nuevo la fortaleza usual me envolvió. El Señor me mostró que Él me había soltado por un ratito para que yo pudiese entender cómo hubiese sido sin su fortaleza. Entiende que es cuestión de su fortaleza y no la fuerza y resistencia nuestra. Por eso al entrar en el ayuno del Señor tú tienes la fe de que sus fuerzas no fallarán en sostenerte.

Al pasar cuarenta días con tanta fortaleza pensé que el día número cuarenta y uno sería igualmente fácil, pero no fue así. En ese día una debilidad extrema me invadió por dentro y por fuera. La piel parecía que se me iba a quemar. Me sentía lastimado en mi interior. Tuve que tirarme en la pequeña camita del cuarto donde estaba encerrado y orar acostado. Fue un día de tormento. Un martirio indecible. Pensaba: ¿"Cómo es posible que después de cuarenta días tan fáciles, en este día todo se haya deshecho"? ¿Qué pasaba? En ese momento no lo entendí pero luego que entregué el ayuno, Dios me reveló todo. El Señor me mostró que su ayuno fue de cuarenta días y en ese tiempo yo ayuné con Su fortaleza. Al entrar en los cuarenta y un días, ya yo estaba prácticamente por mi cuenta. Por eso ese día final fue prácticamente un martirio, pero logré resistir y terminar el ayuno para la gloria de Dios.

Durante estos días de ayuno sucedieron cosas maravillosas. En uno de los días, pasaron un papelito por debajo de la puerta y decía que había una hermanita que tenía que hablar conmigo pues Dios la había llamado a dejar su trabajo para ayudarme en el ministerio. Le abrí la puerta y entró bañada en lágrimas y hablando en lenguas. Era la hermana Carmen Ramos, maestra de la escuela superior de Camuy. Dios me mostró que ella estaría al frente del departamento de correspondencia en nuestras oficinas generales. Pocos días más tarde ya ella estaba fuera de la escuela y trabajando en nuestro ministerio. Gloria a Dios. Mientras yo seguía encerrado en el ayuno Dios siguió llamando hermanos a ayudar en el ministerio y pocos días después de entregar el ayuno habían ya más de veinte hermanos que dejaron sus trabajos y sus estudios y se añadieron al ESCUADRON CRISTO VIENE que trabaja conmigo en la obra del Señor. Al entrar en el ayuno habíamos seis personas en el ministerio y al salir del ayuno había más de veinte llamados por Dios a ayudarme. Esta ha sido una de las grandes bendiciones fruto del ayuno del Señor. Mientras yo estaba encerrado en el ayuno los hermanos del Escuadrón daban cultos en diversos lugares y usaban las grabaciones de mis campañas. Muchos se salvaban y eran sanados por el poder de Dios. En otros lugares pasaba una de las películas del ministerio y Dios obraba en forma gloriosa. A pesar de estar encerrado en ayuno seguía ministrando con los mensajes grabados y la película, y multitud de almas se salvaban.

Para los últimos días del ayuno el diablo me lanzó un ataque tratando de romperme el ayuno. Sentí un malestar insoportable. Al quitarme la ropa me quedé asombrado pues tenía una infección en el cuerpo y salía pus en gran abundancia. Me puse la mano, oré y reprendí al diablo en el nombre de Jesús. Me sentí mejor y en pocos días la infección desapareció. "Y por cuya herida fuisteis sanados". 1 Pedro 2:24.

El Señor me visitó dos veces durante el ayuno. En ambas ocasiones yo oraba de rodillas y El entró en la habitación y me tocó por la espalda con su dedo. La segunda vez que lo hizo le pregunté qué significaba eso pues el dedo extendido que me tocaba estaba en posición de señalar. El Espíritu me habló y me dijo: "Eres señalado".

Faltando pocos días para terminar el ayuno el Señor me habló una noche que tenía un ómnibus Oldsmobile del 1970 y que la enviara a buscar a cambio de la mía que era del 1969. Envié a un hermano del ESCUADRON a la agencia de carros, y cuando el hermano le dijo que Dios me había dicho que aquel ómnibus era para mí, el comenzó a llorar, profundamente impresionado y se lo dio enseguida a cambio del ómnibus del 1969. No quiso aceptar devolución de dinero de ninguna manera. Cuando yo salí del ayuno el ómnibus estaba ya estacionado en la terraza de mi hogar tal y como el Señor me había mostrado.

Al entregar el ayuno me pesé y había rebajado treinta y seis libras. Pesaba sólo 129 libras. Subí a la parte superior del hogar a darme un baño. Al mirarme en el espejo y ver aquel cuerpo esquelético, sólo pude decir: "Dios mío permite que por cada libra que he rebajado miles de almas se salven". Creo que Dios escuchó esa plegaria pues en la primera campaña después del ayuno en el sector Levittown de Cataño, Puerto Rico, 2.303 almas aceptaron a Cristo en catorce días. En la segunda campaña en Bayamón 3.450 almas vinieron a Cristo y en Santo Domingo 4.972 almas vinieron al Señor en veintiún días de luchas, un total de 10.725 almas en las tres campañas después del ayuno. Es ayuno de victoria.

He escrito en detalles sobre este ayuno pues así me lo indicó el Señor para que multitud de hermanos se beneficien con estas experiencias y puedan entender lo que el ayuno del Señor implica, y alcanzar crecimiento espiritual pleno para dar fruto abundante para Dios y estar preparados para el Rapto. Nunca ha pasado por mi mente la idea de ostentar nada ni vanagloriarme de nada. Si esa hubiese sido mi actitud, Dios no le hubiese dado el crecimiento glorioso que le ha dado al ministerio después del ayuno. Los hombres juzgan superficialmente pero Dios que escudriña lo profundo del corazón honra conforme a nuestros esfuerzos. Por sus frutos los conoceréis. El fruto glorioso y gigante de este ayuno muestra que fue efectuado en la plena voluntad de Dios. Ora tú hermano y entra en el ayuno del Señor y conquista tú también la victoria.

Los días que siguen después del ayuno son días de gran bendición, pero también días peligrosos. En esos días Dios comienza a darnos bendición espiritual y mayor unción para el ministerio. El diablo también trata en esos días de arruinar el ayuno. Debemos estar alerta y orar con mucha frecuencia y madrugar a orar para darle la oportunidad a Dios de manifestar la bendición. Apenas yo salí del encierro para entregar el ayuno de los cuarenta y un días, Satanás me estaba esperando afuera y me lanzó un ataque cruel para tratar de atribularme pero guiado por el Espíritu me libré de la trampa. Cuando Cristo terminó su ayuno de cuarenta días y sintió hambre, el diablo vino a tentarlo tratando de que creara pan de las piedras. Jesús estaba muy alerta espiritualmente y lo reprendió con la palabra.

Cuídate de no caer en la tentación de comer de más en esos primeros días. Clama a Dios por templanza para comer conforme a la orientación que este libro te sugiere. Satanás puede traer contra ti esta y otras múltiples tentaciones.

Después del ayuno el Señor me enseñó a cantar y a danzar en el Espíritu. Me dio un género de lenguas para interceder en el Espíritu durante la oración. Cuando me unge para ello oro en lenguas prolongadamente mientras al mismo tiempo oro en el pensamiento con entendimiento.

Hay un punto muy importante que no queremos omitir. Cuando entres en el ayuno del Señor no propongas tú los días, sino que entra y pídele al Señor cuántos días son en tu caso Olvídate de los que ayunó otro siervo. No trates de imitar al que ayunó cuarenta y uno, o al que ayunó veintiuno. En la República Dominicana un hermano entró en el ayuno y él pensaba ayunar veintiún días. Durante el ayuno oraba al Señor y Dios le reveló que sólo eran siete días los que tenía que ayunar. Después de esos días se fue a predicar y el Señor lo bendijo poderosamente salvando almas y sanando enfermos. Cuando salimos de Puerto Rico en el mes de abril de 1973 para la gran campaña en Santo Domingo. Dios nos reveló los hermanos del ESCUADRON CRISTO VIENE que me acompañarían. Entre ellos Dios reveló y confirmó en forma especial a la misionera Margarita Hernández de Gurabo. No nos imaginábamos uno de los propósitos por los cuales Dios la enviaba. Durante la segunda semana de campaña Dios me mostró que había que extender la cruzada una semana más. Reuní los pastores y les informé conforme Dios me había mostrado. Casi todos estuvieron de acuerdo. Mientras hablábamos uno de los pastores dijo: "Deseo contar una revelación muy importante que Dios me dio mientras oraba muy de mañana". Contó el hermano que había tenido una visión y me vio a mí con el grupo que había ido de Puerto Rico. Vio entonces que la hermana Margarita Hernández se salió del grupo y le puso las manos y comenzó a orar por él. En ese momento él pudo ver que yo me acerqué y le dije a la hermana: "Actúa en el ayuno del Señor". El pastor vio entonces que comenzaba a caer una gran lluvia en el lugar y se formaba un gran río. Entendí que Dios iba a llamar a la hermana Margarita a entrar en el ayuno del Señor para provocar una bendición adicional en la campaña. Se lo informé a ella y esperamos.

El miércoles de la tercera semana de campaña todo el ESCUADRON estaba en ayuno. Íbamos a entregar a eso de las cinco de la tarde para luego comer y marchar a la campaña. Cuando fuimos a sentarnos a la mesa noté que la hermana Margarita se fue a orar a una habitación del hogar. Envié otra hermana a investigar lo que le sucedía. La hermana regresó y me dijo: "Ella dice que no siente entregar el ayuno sino seguir adelante". Después de la comida nos movimos varios hermanos a orar con la hermana Margarita. Allí se manifestó el poder de Dios en forma gloriosa y el Señor me mostró que se cumplía la visión del pastor y que la hermana entraba en el ayuno del Señor. No sabíamos los días pero al tercer día del ayuno ella se sintió tan mal que pensó entregar al siguiente día por la mañana. Oramos y el Espíritu nos mostró que eran cuatro días. A pesar de lo mal que se sentía ella obedeció al Señor. Ese cuarto día de su ayuno era sábado y marchamos por la noche a la campaña. Había como 20.000 personas y Dios derramó el Espíritu Santo en forma sobrenatural. Pastores, evangelistas y multitud de hermanos danzaban en el Espíritu. El poder tomó a la hermana Margarita y danzó en el Espíritu. Nos quedamos asombrados pues sabíamos lo débil que había estado, y a la mañana siguiente era que entonces entregaría. Multitudes fueron llenas esa noche por el poder de Dios. Se cumplió en forma literal la visión del pastor, que el ayuno del Señor al cual llamaría a la hermana provocaría una gran lluvia de poder en la campaña. Dios la llamó y determinó los días y esos cuatro días provocaron una de las bendiciones más grandes de la cruzada y 355 almas vinieron esa noche a Cristo. Fíjate hermano que lo importante es dejar que Él señale los días y la bendición será gloriosa.

Alguien me dijo: "No hay tal ayuno del Señor". ¿Será cierto? Para escribir la última parte de este libro Dios me apartó con El por siete días en una casa. Después de esta semana en ayuno y oración casi terminé el libro. Entregué el ayuno el martes 19 de junio de 1973. Ese día usé jugos como alimento y algunas frutas frescas. Seguí todo el día trabajando en el libro. Amanecía el día miércoles, y yo oraba de madrugada al Señor. De pronto el Espíritu me reveló lo que tenía que escribir para finalizar el libro. Dios me mostró: “Cristo predicó y dijo: Id y predicad el Evangelio a toda criatura”. Marcos 16:15. Por lo tanto como el Señor dijo: Predicad el Evangelio, decimos que es el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo o sea la palabra del Señor. Él también dijo: Entonces ayunarán. Por lo tanto como el Señor dijo ellos ayunarán, es el ayuno del Señor. En el nuevo testamento el ayuno nos fue dado por el apóstol Pablo. El hizo tres días de ayuno, no entregó hasta que Dios no le habló, lo sanó y lo bautizó con el Espíritu Santo. Era el ayuno del Señor y Dios usó al apóstol de más fruto para ilustrarlo. Después de esto la Biblia dice que Pablo vivió en ayunos, vigilias y ganando almas para Dios. El ministerio más grande en el nuevo testamento comenzó con el ayuno del Señor.

La iglesia apostólica comenzó su ministerio en el ayuno del Señor. Cristo les dijo que cuando El fuera quitado ellos ayunarían, y en el Aposento Alto la primera iglesia esperó por diez días hasta que cayó el poder de Dios. El Señor les ordenó a ayunar. Él lo ordenó. Era Su ayuno. ¿Qué clase de ayuno era? Esperando en El hasta conseguir la victoria. Al décimo día Dios derramó su Espíritu sobre ellos y los colmó de poder. La iglesia más poderosa que ha existido en el nuevo testamento nació en el ayuno del Señor.

Observa bien, el apóstol más grande que existió y la poderosa iglesia apostólica, dos columnas del cristianismo, nacieron en el ayuno del Señor.

Estos datos finales de este libro me los dio el Señor orando de madrugada, un día después de entregar un ayuno de siete días, al cual El me llamó para escribir este libro. Gloria a Dios. Entra tú en el ayuno del Señor y demanda pleno crecimiento espiritual Y Dios lo hará. 

Por eso ahora dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, y lloro y lamento.
Joel 2:12.

FIN

lunes, 10 de febrero de 2014

Día 7: El Ayuno del Señor

El Ayuno del Señor

Por: Yiye Ávila




EL AYUNO DEL SEÑOR


El ayuno del Señor no es una doctrina nueva, ni una nueva modalidad de ayuno, sino simplemente el ayuno en la perfecta voluntad de Dios. Este nombre me lo dio el Señor una noche mientras oraba a la una de la mañana y el Espíritu me dijo: "Es ayuno de victoria".

A veces proponemos ayunar un día o más días para buscar bendición de Dios. Dios nos bendice por ello y nos prospera espiritualmente. El recompensa a los que ayunan para crecer espiritualmente y romper los yugos del diablo. En el ayuno del Señor no proponemos un número de días, sino que dejamos al Espíritu Santo que nos dirija en totalidad. Tú sientes entrar en ayuno decidido a conquistar una victoria espiritual grande. Clamas a Dios para que te dirija y te decides a no entregar hasta que Dios no te muestre. Una vez que estás dispuesto a hacer los días que Él te muestre, ya estás en el ayuno del Señor. Es su ayuno. El determina los días y pone su fortaleza y su victoria a tu disposición. Tú te dispones a ser dirigido por El y a confiar en que El no fallará en darte fuerzas, revelarte los días del ayuno y darte la victoria.

Yo entré en el ayuno del Señor en muchas ocasiones pero no fue hasta el último ayuno prolongado que Dios me reveló lo que era el ayuno del Señor. Es muy importante entender esto pues así tú puedes sacarle el máximo de beneficio a cualquier campaña de ayuno.

Cuando yo me convertí al Señor inmediatamente sentí ayunar. Hice profesión de FE en una noche inolvidable.

Estuve esa tarde dando una exhibición de levantamiento de pesas en la plaza de Barceloneta. De ahí salimos para una comida que me tenían los auspiciadores del programa deportivo. Sentados en ese lugar esperábamos la comida. Mientras esperábamos mi mente estaba en el culto de campaña que conducía esa noche el evangelista José M. Ruiz en la pequeña iglesia Defensores de la Fe del barrio Montebello de Manatí. La comida se tardó un poco y no pude resistir. Me puse de pie y me marché. Prácticamente volaba por la carretera en mi Ford 1955. Me parecía que no iba a llegar nunca. Era un sábado por la noche. Llegué a la iglesia y me senté en uno de los bancos posteriores. El hermano predicó e hizo el llamado. Pasé al altar y con lágrimas acepté al Señor. Al otro día tenía trabajo en una agencia hípica que para ese tiempo yo tenía en mi pueblo de Camuy. Allí yo vendía para esa época el vicio de los caballos de carrera a mis comprovincianos. No trabajé. Puse a otro por mí pues yo sentía estar en ayuno. Fue mi primer día de ayuno. A las seis de la tarde no sentía hambre, ni sed. Hubiese podido seguir el ayuno pero pensando lo que había oído de otros, que el ayuno era hasta las seis de la tarde, entregué y tomé alimentos. Si hubiese tenido conocimiento de lo que es el ayuno del Señor, le hubiese orado a Dios que me dirigiera y no me permitiera entregar hasta que no fuera su voluntad. Estoy seguro que hubiera ayunado varios días sin entregar. La falta de conocimiento preciso de las cosas espirituales a veces nos priva de grandes bendiciones de Dios.

Antes de entender lo que era el ayuno del Señor, yo entré en él varias veces. En una ocasión Dios me habló y me dijo: "Te quiero en ayuno una semana y otra semana". Entendí que eran catorce días sin entregar. Era el ayuno del Señor. El señalaba los días y en este caso específico me llamaba a hacerlo. Entré en ayuno. Me encerraba todos los días completamente solo en cierto lugar y ahí estaba orando y leyendo la Biblia todo el día. Luego marchaba a mi hogar y tenía culto con mis hijas que eran pequeñas, y oraba con ellas y le enseñaba la palabra. Al acostarlas seguía orando y leyendo la Biblia hasta que sentía acostarme. Así transcurrieron los catorce días. Cada día me sentía mejor. Oraba de diez a doce horas diarias y clamaba por una unción mayor para el ministerio. En esos días Dios me dio muchas visiones sobre el fruto grande que vendría como consecuencia del ayuno. Me reveló la condición espiritual de algunos hermanos a los cuales les hablé después del ayuno. Salí completamente sano y con energías como si no hubiese ayunado. Era el ayuno del Señor. Él puso sus fuerzas y me mostró el número de días a ayunar. Como resultado de ese ayuno las campañas comenzaron a producir más frutos y más sanidades, y milagros y bautismos del Espíritu eran obrados por Dios. No olvido que en la primera campaña después de este ayuno, en un campo de Utuado, sentí una unción gloriosa para predicar y un gran grupo de almas vino al Señor y milagros fueron obrados por el poder de Dios. Era el primer gran fruto de aquel ayuno.

En otra ocasión sentí la necesidad de entrar en ayuno. Oré y le dije al Señor: "No entrego hasta que Tú no me hables y me digas que es suficiente". No lo entendía en aquellos días pero entraba de nuevo en el ayuno del Señor pues dejaba a Él decidir los días. Comencé el ayuno y pasaron los primeros días orando y clamando en abundancia. Me sentía muy bien. Me despertaba siempre muy de madrugada a orar el primer período. Una de esas noches oraba de rodillas como a las cuatro de la mañana. De pronto sentí a alguien frente a mí. Me quedé tenso. Sabía que era el Señor. Se acercó más y sentí cuando me echó su brazo alrededor de mi espalda. Su mano quedó al lado de mi cintura. En ese instante me habló y me dijo: "Yiye, Yiye no toques a las puertas de nadie". Entendí que ello implicaba que no tenía que depender de nadie ni suplicarle a nadie sino sólo a Él. En ese momento no pude resistir el deseo de tocarlo y extendí mi mano y lo agarré por la muñeca. Fue como si hubiese tocado a cualquier otro hombre. Sentía en mi mano sencillamente la muñeca de una persona. Mientras mantenía su brazo alrededor de mi espalda, volvió a hablarme y me dijo: "Sonríete". Entendí que me quería decir, que si Él estaba conmigo y con su brazo sosteniéndome por la cintura, podía sonreírme con confianza pues con El sólo podemos esperar victoria. El señor estuvo por un instante más a mi lado y luego se desapareció. Quedé allí de rodillas sintiendo una poderosa bendición del Espíritu Santo.

Los días siguieron pasando y yo oraba, clamaba al Señor y le recordaba que no entregaría hasta que Él no me lo revelara. En la noche número dieciséis de ayuno, tuve una revelación y vi una carta que llegó a mis manos y solo decía: "El hombre que empezó el ayuno de los dieciséis días". Entendí que el ayuno había terminado. Oré desde la madrugada y como a las siete de la mañana, rompí el ayuno y me tomé un vaso de jugo de uva. Después de este ayuno Dios me dio campañas donde se convirtieron muchas más almas que en las anteriores.

En otra ocasión sentí el llamado para ayuno nuevamente. Sentía que sería un ayuno prolongado pero no sabía cuantos días. Oraba buscando dirección precisa de Dios y sentí que estaría encerrado en una habitación sin ver a nadie hasta terminar el ayuno. Así lo hice. No sabía cuantos días serían pero oré diciéndole al Señor: "No salgo hasta que Tú me digas que el ayuno ha terminado". No sabía yo que estaba de nuevo en el ayuno del Señor, y en un ayuno decisivo para mi ministerio. Empezaron a pasar los días y oraba y leía la Biblia sin cesar. No es fácil quedarse encerrado en una habitación por días y sin ver a nadie pero esa era la voluntad de Dios. En esos días el Señor me dio la mayor parte de los tratados de mi ministerio y me dio los títulos de los discos de larga duración que están llevando tanta bendición a miles de almas en diferentes lugares. Fueron días de gran lucha y tuve experiencias muy grandes con Dios.

Amanecía el día número diecisiete del ayuno y estaba tan débil que no podía ni moverme. Oraba acostado en el piso y le pedía fuerzas al Señor y le decía que no entregaba hasta que Él no me hablara. Casi no podía ni hablar de la debilidad. Oraba en el pensamiento. "Señor dame fuerzas", era mi clamor. De pronto Jesús apareció de pie a mi izquierda. Su figura de hombre estaba allí a mi lado. Mientras lo miraba sentí al Espíritu Santo moverse a mi derecha. El Espíritu se movió como un viento que soplaba y movió mi cuerpo y me lanzó sobre el Señor. En aquel instante Jesús extendió su mano y me haló hacia arriba al mismo tiempo que gritó: "Ven". Sentí cuando mi cuerpo salió del cuarto a gran velocidad. Me encontré fuera de la habitación. El Señor estaba a mi lado. Hacía un fresco maravilloso, respiré profundamente, abrí mis brazos, noté que podía flotar en el aire y moverme con gran libertad. El Señor se mantenía en todo momento junto a mí. Volé en todas direcciones junto al Señor y sentía una sensación profunda de descanso. De pronto descendimos y volví a encontrarme acostado en el piso de la habitación. El Señor estaba de pie a mi lado. Antes de desaparecerse me dijo: "Poderes del diablo". Me avisaba de la gran visitación satánica que iba a tener en ese día. Cuando Jesús se desapareció di un salto y corrí por la habitación. Saltaba y me movía y sólo podía decir: "Dios mío, tengo más energías que cuando levantaba pesas". Así era. Estaba nuevo. Volví a orar con gran vigor y entusiasmo pero en breve comenzó la visitación de demonios que el Señor me había anunciado. Muchos entraron en el cuarto y cogieron la figura de algunos de mis familiares a los cuales oprimían. Uno de los que entró tenía la figura de mi mamá, y entendí que era el demonio que la enfermó y casi le causó la muerte. Lo reprendí y salió del cuarto. Otro tocaba guitarra y cantaba y sabía que era el demonio que mantenía a mi papá en el mundo del pecado. Entraron otros que no deseo mencionar debido a las personas que representaban y a las cuales oprimían. Según entraban yo los reprendía y se desaparecían. Algunos salían del cuarto y los escuchaba según se marchaban peleando por el pasillo.

Pasaron varios días más y un día el Espíritu Santo me habló y me dijo: "Dos ayes". No entendía lo que eso significaba pero le pregunté al Señor y esa noche en un sueño me dijeron que los dos ayes eran dos días más que me quedaban en ayuno. Estos días el veinte y veintiuno pasaron y salí del cuarto completamente sano y seguro de una gran victoria espiritual. Después de este ayuno Dios me proveyó para tirar catorce títulos diferentes de tratados, docenas de programas de radio y grabaciones. Verdaderamente el ministerio amplio nació después de este ayuno. Gloria a Dios. Fueron veintiún días de batalla grande pero el fruto ha sido en miles de almas y de enfermos que han recibido liberación. Era el ayuno del Señor. El dispuso los días pero también me dio sus fuerzas y la gran victoria que siguió a esta gran batalla de FE. El ayuno y la oración es el método de Dios para crecer espiritualmente y alcanzar la plenitud de lo que Dios quiere darnos. Es la fórmula que han tenido que usar los grandes siervos de Dios de todas las épocas. ¿Quieres mayor unción en tu ministerio? ¿Deseas un ministerio de gran fruto? Paga el precio, que aun Jesús tuvo que hacerlo y nosotros no somos mejores que el Señor. Entra en el ayuno del Señor. Es ayuno de victoria.

El ayuno del Señor puede ser usado, no sólo por un creyente interesado en crecer espiritualmente, sino también por iglesias completas. La primera iglesia nos dio ejemplo. Por diez días estuvieron apartados en el aposento alto esperando la bendición del Espíritu Santo. Dios me ha mostrado que estaban en ayuno y estaban en el ayuno del Señor pues no estaban dispuestos a ceder hasta que no recibieran la promesa del Padre. Esperaron diez días pero al cabo de ellos el Espíritu Santo descendió como un viento recio y los 120 fueron llenos del poder y todos hablaron en otras lenguas y danzaron en el Espíritu Santo. Hechos 2:3. Lleno del poder Pedro predicó su primer mensaje y 3.000 almas vinieron a Cristo. La iglesia esperó diez días todos unánimes en clamor y ayuno delante de Dios. Estaban haciendo lo que Cristo les dijo: El Señor les ordenó que estuvieran quedos en Jerusalén esperando el poder del Espíritu. Él también les había ordenado que cuando el esposo les fuera quitado ellos ayunarían. No terminó el retiro de toda la iglesia hasta que no cayó la bendición grande de Dios. Era el ayuno del Señor, ayuno de victoria y nació de una iglesia poderosa y miles vinieron a Cristo.

Si las iglesias entraran de vez en cuando en el ayuno del Señor verían la Gloria de Dios. Algunos me han dicho que esto es imposible ya que muchos trabajan. Es cierto que hay dificultades, pero si todos los hermanos se pusieran de acuerdo para coger juntos unas vacaciones, la iglesia entera podría entrar en el ayuno del Señor. Dios podría revelarle dos o tres días o quizás más tiempo para que el ayuno de toda la iglesia unida sea una victoria espiritual poderosa. Si pensamos en la victoria que Dios le dio a la primera iglesia en los diez días en el aposento alto, podemos visualizar lo que podría hacer con nuestras iglesias actuales si entraran en el ayuno del Señor los días que Él les señale. Ciertamente la iglesia se llenaría del poder como en Pentecostés. Saldrían a relucir los pecados escondidos. Se iría el modernismo y la vanidad. Las mujeres vestirían decentemente y se le iría el deseo obsesivo a los hermanos del deporte y la televisión. Los enojos y contiendas entre hermanos se desaparecerían y muchos pecadores, como en Pentecostés, se convertirían. Los dones del Espíritu se comenzarían a manifestar y muchos serían llamados al ministerio.




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