El Ayuno del Señor
Por: Yiye Ávila
AYUNOS BIBLICOS Y SU PROPOSITO
El profeta Jeremías 36:9 dice: “Y aconteció en
el año quinto de Joacím hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, que
promulgaron ayuno, en la presencia de Jehová a todo el pueblo de Jerusalén y a
todo el pueblo que venía de las ciudades de Judá a Jerusalén. Y Baruc leyó en
el libro las palabras de Jeremías en la casa de Jehová, a oídos del pueblo”. Todo
el pueblo se reunió en ayuno para oír palabra de Dios. Sería de gran provecho
que de vez en cuando se proclamaran días de ayuno en las iglesias para estudiar
la palabra de Dios.
En 1 de Reyes 21:27 dice:
Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus
vestidos y puso cilicio, sobre su carne, ayunó y anduvo en cilicio, y anduvo
humillado. Entonces vino palabra de Jehová a Ellas, diciendo: ¿No has visto
como Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado
delante de mí, no traeré el mal en sus días.
La Biblia nos muestra que Elías anunció al rey
Acab el juicio de Dios que venía por causa de la maldad que imperaba en el
reino. El rey se humilló a Dios en ayuno y el Señor no derramó el juicio en los
días de Acab. Ahora mismo nuestro país está sumido en profunda maldad. Los
asaltos, crímenes, robos, la adicción a droga, el adulterio, juegos de azar, la
prostitución, los abortos, el evitar los hijos (muchos cristianos lo hacen) la
idolatría, "la adoración de imágenes y estatuas, la hechicería, (clamar por
los muertos) y multitud de otras abominaciones a Dios, son comunes en Puerto
Rico. Continuamente Dios revela juicio para Puerto Rico. El pecado provoca ira
de Dios sobre los pueblos pero si los pueblos se humillan y ayunan, Dios aparta
su ira. Esta es la época de hacer como Acab y orar y ayunar por este país para
que Dios aparte su ira en nuestros días. Ya la ira de Dios ha caído sobre
algunos países. El reciente terremoto en Managua, Nicaragua, fue un juicio
terrible de Dios por causa del pecado. Pocos días antes del terremoto estaban a
punto de inaugurar un lugar para bailar desnudos. El juicio de Dios
prácticamente derribó toda la ciudad. Ofrezcan las iglesias días de ayuno por
Puerto Rico para que el juicio de Dios no caiga antes del rapto. Sólo el pueblo
de Dios puede lograr que Puerto Rico permanezca en la gracia de Dios y que su
mano siga extendida bendiciendo este país. El ayuno de los cristianos es la
única esperanza para nuestro Puerto Rico. En 2 Crónicas 20:3 la Biblia dice: “Y
entonces Josafat tuvo temor; y humilló su rostro para consultar a Jehová, e
hizo pregonar ayuno a toda Judá”.
¿Qué le pasaba al rey Josafat? Los pueblos
paganos de Amón y Moab le declararon guerra. Ante un problema tan serio el rey
proclamó ayuno para humillarse y consultar a Dios sobre lo que debía hacer. Es
una preciosa lección bíblica que debemos poner en práctica cuantas veces sea
necesario. Cuando hay decisiones importantes que tomar o problemas serios que
resolver, es un momento adecuado para ofrecer un día de ayuno orando a Dios y
consultándole sobre la forma de actuar. Josafat lo hizo ante la terrible
amenaza de los enemigos y dice la Biblia que en contestación de su ayuno y
oración, vino el Espíritu Santo sobre Jahaziel hijo de Zacarías, y dijo Jehová
os dice así: “No temáis delante de esta multitud tan grande, porque no es
nuestra la guerra, sino de Dios”. En 2 Crónicas 20:14 y 17 añadió: “Paraos
estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros”. Dios les indicó que
sólo era esperar su obra y así pues Josafat no tuvo que pelear pues los
enemigos fueron confundidos por Dios y se mataron unos a los otros, (v.22). Nos
muestra esta porción bíblica que en caso de problemas de gran importancia
debemos proclamar ayuno pidiendo a Dios que nos muestre qué debemos hacer. En alguna
forma Dios nos revelará y nos dará palabra de sabiduría para obtener la
victoria y obrará Él rompiendo los planes del diablo. Cuando hay problemas en
las iglesias, un día de ayuno clamando a Dios para que los resuelva traería la
pronta victoria.
En una ocasión demonios tomaron una jovencita
de una iglesia pentecostal en un campo de Arecibo. Era un problema serio para
la iglesia. Los testigos de Jehová, falsa secta de los últimos días, se
burlaban de los padres. Los espiritistas, forma trágica de hechicería o
consultar a los muertos, le aconsejaban a los padres que la llevaran a un
centro espiritista. (Los demonios se manifiestan y hablan por la boca de los
médiums). Los padres me enviaron razón y vine a su hogar. Oré por la niña y al
no ver mejoría hice un llamado por radio al pueblo de Dios a entrar en ayuno
conmigo para que la niña fuese libertada y el diablo y sus siervos quedarán en
vergüenza. Como 300 hermanos se unieron en ayuno conmigo ese día. Esa misma
tarde la niña estaba mejor y pocos días después estaba completamente libre. Era
un problema serio, pero como Josafat, proclamamos ayuno y las huestes de Satán,
fueron derrotados y Dios glorificado.
En algunos casos de enfermedades graves de
siervos de Dios, a la Iglesia actual se le ha olvidado el método bíblico del
ayuno en masa. Han recurrido a los médicos y a la oración regular. Al fallar
estos no se han profundizado en el método bíblico más poderoso que es llamar a
ayuno al pueblo. Hombres de Dios aun jóvenes y útiles en la obra han partido
antes de tiempo cortados por un cáncer o algún otro ataque del diablo. Si toda
una congregación, o varias congregaciones, o todo un concilio hubiesen
proclamado un día de ayuno y clamor, hubiesen roto la obra del diablo. Yo lo hice en el caso de mi madre y en sólo
tres días sin agua ni alimento ella se levantó. Gloria a Dios. Cuánto más
no podría hacer multitud de creyentes unidos en ayuno. Es bueno entender que la
Biblia dice que la vida del hombre es de setenta años y ochenta en los robustos
y que Dios ha prometido colmar el número de nuestros días. Éxodo 23:25-26. No
le permitamos al diablo que corte los cristianos antes de tiempo. Démosle la
batallas, que nuestras armas no son carnales sino poderosas con Dios. Gloria a Él.
El libro de Esdras 8:21-23 dice:
Y publique ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos
delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros y
para nuestros niños, y para nuestros bienes. Porque tuve vergüenza de pedir al
rey tropas y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino;
porque habíamos hablado al rey diciendo: “La mano de nuestro Dios es para bien
sobre todos los que le buscan, mas su poder y su furor contra todos los que le
abandonan”. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto y él nos fue
propicio.
Podemos notar que este es un ayuno para pedir
protección a Dios. Esdras marchaba hacia Jerusalén y llevaba muchos bienes.
Corrían peligro de ser asaltados en el camino, pero como le habían hablado al
rey que Dios protegía a los suyos, no se atrevieron pedirle soldados para que
los protegiera. Proclamaron, pues ayuno reclamando a Dios su promesa. Dios no
falló. El nunca falla y por consiguiente ellos hicieron el viaje y llegaron a
salvo a Jerusalén. Es maravilloso notar la fe de Esdras y los suyos en la
palabra de Dios y en el poder del ayuno y la humillación para traer a
cumplimiento las promesas de Dios. Es un ejemplo para nosotros hoy en día para
que aprendamos a vivir lo que predicamos. Muchos cristianos hoy en día predican
que Cristo sana, pero al enfermarse corren al médico. ¿Por qué no podemos creer
como Esdras? Si Dios dice que la oración de le sanará al enfermo y el Señor lo
levantará, Santiago 5:14, podemos creer eso y esperar confiados en su palabra.
Esperar en Dios y El hará. Si hay dudas y titubeos entra en ayuno y oración
para que tu fe aumente y obtengas la victoria y Dios sea glorificado. En el
pueblito de Hatillo había un médico que cuando los pentecostales iban a
consultarse, después que se marchaban él se burlaba diciendo: “Y eso que dicen
que Cristo sana, pero en cuanto les duele algo corren a traerme, los $2.00”. El
Señor era avergonzado por ese impío por causa de la incredulidad de los
cristianos. No olviden los hermanos que sin fe es imposible agradar a Dios. ¡Cómo
anhela el Señor que creamos a su palabra y confiemos en El! Los que Dios ha
llamado a un ministerio son los más responsables de tener fe en su Palabra y
vivir su Palabra para poder predicar fe al pueblo. Los pastores y evangelistas
y otros líderes cristianos son los más responsables de dar el ejemplo a los
creyentes para que el pueblo empiece a depender más de Dios y de su Palabra. No
olvidemos que estamos en días de Rapto y vamos a necesitar fe para irnos con
Cristo. Hebreos 11:5 dice: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y
no fue hallado porque lo traspuso Dios”. Dependamos pues, como Esdras, del
ayuno y la oración para conquistar las victorias por fe en sus promesas, y no
por confianza en la ciencia y el poder de los hombres.
Noten que el propósito del ayuno de Esdras fue
para buscar protección de Dios en el viaje a Jerusalén. El necesitaba que Dios impidiera
que los ladrones le robaran. Hoy podemos
también reclamar protección de Dios para nuestras propiedades y aun para
nuestras propias vidas. Muchos hermanos usan perros para proteger sus
hogares y propiedades pero la Biblia dice: “Fuera los perros”. Apocalipsis
22:15. No es cuestión de perros, sino de hacer lo que hizo Esdras, proclamar
ayuno y humillarse a Dios reclamando su protección. La Biblia dice: “El ángel
de Jehová acampa en derredor de los que le temen y les defiende”. Salmo 34:7.
Antes de salir para la campaña de Santo
Domingo varios hermanos me previnieron que Dios le había revelado que iban a
atentar allá contra mi vida. Oré profundamente mientras ayunaba varios días,
antes de salir para la República Dominicana. Una de las noches de la campaña
subió un hombre a la plataforma. Pasó por entre los ujieres y por debajo de las
sogas y luego subió las escaleras de la plataforma y nadie lo vio. Es increíble
pero yo vine a verlo cuando estaba a mi lado. Venía saturado por el espíritu de
Satanás. En el instante en que lo vi el poder de Dios me cubrió y sin poder
pensarlo siquiera le grité: “¡Que el Señor te reprenda!” El hombre se quedó inmóvil,
muchos hermanos corrieron y lo agarraron.
Cuando bajaban con él de la plataforma, sentí
una profunda compasión por aquella persona, me acerqué y le dije a los
hermanos: "Suéltenlo, lo abracé y le dije que Dios lo amaba y que alabara
conmigo al Señor. El hombre empezó a alabar a Dios y toda la multitud fue
conmovida por la presencia del Señor. La oración y el ayuno rompió la trama del
diablo y Dios se glorificó. Dios no ha cambiado. Ayuna y ora y humíllate a Dios
clamando por protección para tus hijos, tus propiedades y hasta tu propia vida.
El libro de los Hechos 13:2-3 nos dice “Ministrando
estos al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: "Apartadme a Bernabé y
a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado,
les impusieron las manos y los despidieron”. En este importante pasaje podemos
ver cómo la Iglesia Apostólica era dirigida por el Espíritu Santo. No enviaron
a Pablo y a Bernabé porque lo razonaron con su intelecto, sino porque el Espíritu
Santo habló y lo ordenó. Hoy necesitamos que el Espíritu Santo hable en la
iglesia. Si el Espíritu Santo hablaba en la iglesia primitiva debe permitírsele
que hable hoy también. Notemos que el pasaje añade que la iglesia ayunó y oró
antes de enviar los misioneros. Las iglesias de hoy en día deben también
depender del ayuno y la oración para hacer decisiones importantes y abrir la
puerta para que el Espíritu hable en la congregación.
En muchos casos hay temor de que Dios hable
pues no hay discernimiento para saber si es el Espíritu de Dios o la carne del
hombre, o el diablo el que está hablando. Los hombres con sus propios
razonamientos son los que a veces envían y trasladan y ordenan los ministerios.
Por eso hay tantos ministerios estériles y fracasados hoy en día. Volvamos a
los métodos bíblicos. Oremos y ayunemos más para que los que vayan se muevan en
victoria.
En los últimos años de mi ministerio he
obtenido las victorias de las campañas antes de comenzar la actividad. Al
reunir los pastores un día antes de la cruzada de fe, he podido decirles: “Ya
Dios nos ha dado la victoria y miles aceptarán a Cristo”. ¿Cómo es posible eso?
He orado y ayunado varios días corridos sin entregar antes de la campaña y en
esos días de oración y ayuno, Dios me ha mostrado la victoria. Antes de Pablo y
Bernabé partir en el viaje misionero la iglesia oró, ayunó y los envío.
Mientras ayunaba la iglesia, el Espíritu habló de este viaje. Toda la victoria
fue debido al ayuno y oración de ellos. Cambiemos los métodos modernos de letra
y razonamiento humano por el método de Dios de ayuno y oración y tendremos las
grandes victorias de la iglesia apostólica.
La vida apostólica era una vida profunda con
Dios. En 2 Corintios 6:5-7 el apóstol Pablo habla de su vida y dice: “En
azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en vigilias, en ayunos; en
pureza, en ciencia, en paciencia, en bondad, el Espíritu Santo, en amor
sincero, en palabras de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a
diestra y a siniestra'. Observa que ayunos y vigilias y manifestación del
Espíritu Santo era la vida apostólica. Multitud de los líderes de hoy,
pastores, evangelistas, maestros de escuela bíblica, superintendentes,
secretarios de misiones y otros se embargan en los compromisos materiales y se
olvidan de la vida espiritual profunda que Dios demanda de cada creyente. Como
consecuencia de su vida superficialmente espiritual, muchas decisiones y
enseñanzas se toman carnales y no por el Espíritu de Dios. No olviden nuestros
líderes cristianos que entre más alto nos punca el Señor más espirituales
debemos mantenernos para hacer decisiones y razonar por su Espíritu. No importa
cuántos trabajos y obligaciones podamos tener, no debemos caer en el pecado de
apartarnos del primer amor. Apocalipsis 2:4 dice: “Pero tengo contra ti, que
has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído. Y
arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no vendré pronto a ti, y quitaré
tu candelabro de su lugar, si no te hubieres arrepentido”. Nos enseña la
palabra que no importa cuántos títulos tengas no te puedes descuidar en esa
vida de ayuno y oración y profunda comunión con Dios que hará posible que seas
guiado por el Espíritu Santo.
El libro del profeta Jeremías, capítulo 14,
nos relata que por el pecado de Israel vino una terrible sequía. El pueblo
clamó a Dios pero el Señor dijo: “Se deleitaron en vagar, y no dieron reposo a
sus pies; por tanto, Jehová no se agrada de ellos, se acordará ahora de su
maldad, y castigará sus pecados (v. 10). Y el Señor le dijo al profeta: No
ruegues por este pueblo para bien. Cuando ayunen, yo no oiré su clamor, y
cuando ofrezcan sacrificio y ofrenda no lo aceptaré, sino que los consumiré con
espada, con hambre y con pestilencia (vv. ll y 12)”. Este pasaje del libro de
Jeremías nos muestra que el hombre puede llegar a un grado de maldad que ni el
ayuno pueda socorrerlo. Eran tantas las veces que Dios había amonestado a
Israel y le había enviado aviso y se había arrepentido de castigarles que esta
vez ni aun en ayuno Dios quiso oírlos y lanzó juicio sobre ellos. Te muestra
esto que no podemos insistir en permanecer en lo que desagrada a Dios pues
podríamos alcanzar la condición espiritual en la cual ni con ayuno Dios nos
contestaría. Algunos cristianos de hoy que se les predica continuamente contra
la mundanalidad y la vanidad de este siglo e insisten en seguir contaminados
con inmundicias como la televisión, el deporte, la música mundana, la
literatura mundana y aun el juego de
lotería, puede que ayunen y Dios no los oiga. Si su corazón está decidido
para Dios y usted está apartado del mundo y tratando de agradar en todo a Dios
conforme a su palabra, entonces ayune, ore y recibirá grandes bendiciones del
cielo.
Algunos puede que Dios no les oiga pues no
aman a ciertos hermanos, murmuran del pastor, critican a otros predicadores y
ofenden al prójimo. Otros puede que no den el diezmo o no paguen sus deudas.
Algunos han ofendido a otra persona, hasta odian y guardan rencor. En esa forma
no recibirían nada de un ayuno. Limpia
tu vida, y decídete para Dios y el ayuno te traerá grandes bendiciones del
Altísimo.
El libro de Jueces 20:25 nos dice que todo el
pueblo de Israel vino a la casa de Dios; y lloraron, y ayunaron aquel día hasta
la noche. ¿Qué había pasado? Israel había sufrido una derrota terrible a manos
de los hijos de Benjamín. Miles habían sido matados. El pueblo proclamó ayuno y
preguntaron a Jehová si volvían a intentar salir contra los hijos de Benjamín.
Dios contestó: "Subid porque mañana yo os los entregaré". Volvieron
de nuevo los hijos de Israel a salir contra Benjamín y los derrotaron esta vez
en forma plena. Un día de ayuno de todo
el pueblo cambió de derrota en victoria. Iglesias no crecen pueden hacer
como Israel. La iglesia entera proclamar ayuno y reunirse todos a llorar
delante de Dios para que convierta las almas. En esa forma la derrota puede ser
transformada en victoria.
En pueblos donde la obra se hace muy difícil,
las iglesias de las diferentes denominaciones se pueden reunir en ayuno
clamando por las almas en ese pueblo y Dios rompería los yugos del diablo y las
almas se convertirían. No es cuestión de ampararse en la excusa de decir:
"Este pueblo es muy duro para el evangelio", sino en darle la batalla
al diablo y unirse todas las iglesias en un día de ayuno como hizo Israel y
llorar por ese pueblo y Dios dará la victoria. En vez de estar contendiendo y criticándose las unas a las otras, como
sucede tan frecuentemente las diferentes iglesias cristianas deben unirse a
orar y a ayunar para que la obra de Dios crezca y el Señor sea honrado.
Estos ayunos unidos pueden celebrarse con frecuencia hasta que la gloria de
Dios se manifieste.
Los concilios podrían proclamar días de ayuno
en que todos los hermanos de sus iglesias estuvieran en un ayuno de seis de la
mañana a seis de la tarde, clamando por el país. Así se podrían romper los
yugos del vicio y la prostitución, los crímenes y otras obras del diablo que
oprimen los pueblos. Aún más importante todavía, todos los concilios podrían
unirse y proclamar un día de ayuno por el país. Esto implica que cientos de
iglesias de múltiples denominaciones estarían todo el día en ayuno unidos
espiritualmente clamando por liberación para los males del país. Ya es tiempo
que los líderes de los concilios se unan, y se unan para planear actividades
espirituales como éstas que provoquen un impacto espiritual en nuestro país.
Dejemos ya de criticarnos los unos a los otros y de contender hermano contra
hermano y unámonos en la batalla contra el enemigo común que es el diablo.
Usemos en unidad espiritual el arma más poderosa del cristiano; la oración y el
ayuno. Tenemos la fórmula. Si no actuamos seremos responsables delante de Dios
de tantas bendiciones que el país pudo haber recibido y no las recibió por la
indiferencia del pueblo de Dios. Proclamemos un día de ayuno todos los
cristianos unidos en este país y repitamos la actividad con frecuencia adecuada
y veremos la gloria de Dios. ¿Queremos avivamiento? Entremos en el avivamiento.
En la unidad, el ayuno y la oración están la respuesta. Hagamos lo que enseña
la Biblia en Joel 2:15-27. Vivamos la palabra y caerá lluvia y todo prosperará
espiritualmente y materialmente.
Así dice Jehová: Paraos en los caminos y
preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él y
hallaréis descanso para vuestras almas. Más dijeron: No andaremos. Jeremías
6:16. Israel no obedeció y el juicio de Dios los alcanzó. Al igual que Israel
está haciendo hoy día la iglesia actual, y si no nos tornamos a la senda
antigua el juicio nos alcanzará y miles de hermanos modernos tibios y mundanos
se perderán.
El profeta Jonás llevó mensaje de juicio a la
gran ciudad de Nínive. Jonás les gritó: “De aquí a cuarenta días Nínive será
destruida”. Jonás 3:4. La gente de Nínive proclamaron ayuno y se humillaron a
Dios. Y llegó la noticia al rey de Nínive y éste se despojó de sus vestiduras
reales y se humilló a Dios y proclamó un ayuno llamando todas las gentes y los
animales a entrar en ayuno sin agua ni alimento y a clamar a Dios y a
convertirse de sus malos caminos para que Dios apartara la ira y no los
destruyera. Y vio Dios lo que hicieron y no lanzó juicio sobre la ciudad. Jonás
3:5-10. Por el ayuno y la humillación se salvaron 120.000 personas de la
muerte. Aún los animales se quedaron sin comer. Hoy en día hay hermanos que por
causa de los animales no pueden quedarse un día de ayuno entero en la iglesia.
Ayuna hermano de vez en cuando, con toda tu casa incluyendo los niños y los
animales y saquen el día para clamar y Dios te bendecirá en forma poderosa y te
prosperará en todo y los niños y los animales se colmarán de salud.
En 1 Samuel 7:5-14 la Biblia dice:
Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Milpa, y yo oraré
por vosotros a Jehová. Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua y la derramaron
delante de Jehová, y ayunaron aquel día.
Después de ese ayuno los filisteos vinieron
contra Israel pero Samuel oró a Dios y Jehová tronó aquel día sobre los
filisteos, y los atemorizó y fueron vencidos por Israel. Y la mano de Jehová
estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel y hubo paz. ¿Cuál era el
secreto da Samuel? Oró y ayunó y llamó al pueblo a ayunar y a humillarse a
Dios. Bienaventurados los líderes que hoy en día oren y ayunen y exhorten al
pueblo a orar y ayunar. Dios tronará a favor de ellos y les colmará de paz.
El libro de Ester 3:13 nos dice que el rey
envió cartas a todas las provincias con orden de destruir, matar y exterminar a
todos los judíos jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismísimo día, y de
apoderarse de sus bienes. Era una sentencia terrible. La orden estaba dada y
parecía que nadie podía librar los judíos de total exterminio. En cada lugar
donde el decreto del rey llegaba, los judíos ayunaban y lloraban y se lamentaban.
Y dice la Biblia que le trajeron la noticia a Ester. Ella ordenó que reuniesen
los judíos que estaban en Susa y ayunaran tres días sin agua ni alimento. Ella
también ayunó con sus doncellas por tres días para luego ver al rey. Al tercer
día del ayuno entró Ester en el patio interior de la casa del rey y cuando éste
la vio extendió hacia ella el cetro de oro en señal de gracia. Ella lo invitó a
un banquete y el rey accedió. En el banquete el rey le prometió contestarle
cualquier petición. Ester capítulos 4 y 5. Ester le pidió al rey que salvara la
vida de su pueblo. Ester 7:3. El rey le concedió la petición a Ester para que
escribiese un edicto a favor de los judíos conforme ella quisiese. El edicto a
favor de los judíos los salvó. Ester 8:5-17. Lo que parecía muerte y
destrucción para el pueblo judío se convirtió en una gran victoria por el ayuno
de todo un pueblo. Tres días de ayuno y oración sin agua ni alimento salvaron
toda una nación del exterminio. Es el sistema de la Biblia. Es el método prescrito
por Dios. Úsalo para que obtengas grandes victorias espirituales y materiales
de parte de Dios.
En 1 Reyes 19 la Biblia nos dice que después
que Elías mató los profetas de Baal, la reina Jezabel le envió un mensaje
amenazándolo de muerte. Elías huyó al desierto y sentándose debajo de un
enebro, le pidió a Dios que le quitara la vida. Ahí se le apareció un ángel y
le sirvió comida y agua. Elías se durmió pero el ángel lo despertó de nuevo y
le dio comida y agua y le dijo que largo camino le restaba. Elías caminó
entonces cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al monte de Horeb, el
monte de Dios.
Allí Jehová le habló y le envió a ungir los reyes
que reinarían sobre Siria y sobre Israel y a Eliseo para que fuera profeta en
su lugar. Partió entonces de. Allí Elías, halló a Eliseo y le hizo llamamiento.
Luego llevó palabra de juicio de parte de Jehová al Rey Acab por causa d su
pecado, a Jezabel por su maldad. 1Reyes 21:17-24.
Podemos notar que cuando Elías huyó al
desierto iba completamente derrotado y pidió hasta la muerte. Luego que ayunó
cuarenta días y sus noches, no sólo llegó al monte de Dios, sino que lleno de
valor y de fe fue y ungió a reyes, y al profeta Eliseo, y esta vez se enfrentó
a Acab y lanzó juicio contra él y contra Jezabel de la cual había huido antes.
Los cuarenta días de ayuno trajeron una nueva unción al ministerio de Elías.
Luego, ni la muerte pudo con él, pues Dios se lo llevó vivo en un carro de
fuego hacia el cielo. Muchos ministerios hoy en día necesitan entrar en el
ayuno del Señor para alcanzar el monte de Dios y una nueva unción que produzca
la plenitud del fruto que el Señor les quiere dar.
Un hombre que oraba y ayunaba hizo posible que
el evangelio llegara a su casa y naciera la iglesia gentil. La Biblia dice que
un hombre llamado Cornelio, temeroso de Dios oraba y ayunaba como a las tres de
la tarde. De pronto se le apareció un ángel y le dijo que sus oraciones y limosnas
habían llegado delante de Dios. El ángel le dijo, que mandara a buscar a Pedro
y él le traería palabras de vida. Cornelio era un gentil, sin embargo su
sinceridad hacia Dios hizo que éste le oyera. Tenemos que considerar también
que sus oraciones y limosnas estaban acompañadas de ayuno. Hechos 10:30-31.
Respondiendo al llamado de Dios, Pedro vino a
casa de Cornelio y les predicó a Jesús como único y exclusivo Salvador. Aún sin
terminar el mensaje, el Espíritu Santo descendió como en Pentecostés y los gentiles
fueron llenos del poder de Dios. Hechos 10:44. Ahí nació la iglesia gentil, la
iglesia de la actualidad. Un hombre que oraba y ayunaba provocó esta poderosa
bendición.
Observa que la iglesia judía nació en
Pentecostés. Ciento veinte creyentes hacía diez días que esperaban apartados
con Dios. La iglesia gentil nació por el ayuno y la oración de Cornelio que
hacía mucho tiempo clamaba a Dios. La oración y el ayuno fueron responsables
del nacimiento de la iglesia de Jesucristo. Cristo compró en la cruz los
creyentes con sangre El hizo el sacrificio sublime. El abrió la puerta, pero
para poder entrar hubo que orar, ayunar y humillarse a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por tu comentario