Devocional Día 1
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración
No hay nada más común entre los hombres, ninguna actividad humana más universal, e incluso ninguna más misteriosa y mal interpretada que la oración. Desde el inicio de los tiempos y de la llegada de la historia escrita, la expresión religiosa de la oración se ha hallado en cada cultura, civilización y era. Desde las tribus primitivas de cada continente hasta las civilizaciones complejas del mundo han practicado este antiguo arte llamado oración hacia algún dios o deidad.
Por mucho tiempo, los psicólogos y científicos del comportamiento han estudiado los efectos de la oración en el desarrollo y la socialización humana. Algunos estudios intentan validar y documentar la eficacia de la oración en el individuo que practica dicho arte.
No hay escasez de escépticos y antagonistas que fruncen el ceño por los que creen que esa superstición humana o fanatismo religioso pudiera impactar la experiencia humana o el curso de la vida en la tierra. El ateo ni siquiera reconoce que hay alguien que pueda escucharla. Para esos cínicos, la oración es simplemente una invención humana diseñada como un escape para los temores, las frustraciones y las ansiedades del hombre — no es nada más que una experiencia psicológica que calma la mente y ayuda a sobrellevar los desafíos de la vida.
Con todo, todavía se debe dar respuesta a la pregunta, ¿por qué oran los hombres? Cientos de millones de personas alrededor del mundo participan de este ritual cada día v en cada idioma, raza y cultura. ¿Por qué las personas oran de todas las religiones? Todas las religiones principales requieren que sus adeptos practiquen regularmente oraciones diarias. ¿Por qué? ¿Por qué el espíritu humano naturalmente desea buscar quietud y consuelo en lo que no se ha visto y en lo desconocido? ¿Hay algún misterio que el hombre todavía no comprende? ¿Por qué debemos orar y por qué lo hacemos?
Estas preguntas y muchas más me inspiraron a escribir este libro. Yo también tenía mis preguntas y dudas con respecto a la oración. Muchos individuos que practican esta actividad religiosa temen abiertamente hacer preguntas sobre este tema. Algunos la practican sin creer en ella. Para muchos esto es solamente un ritual sin realidad.
Algunos se han desanimado porque han sentido que la oración es un ritual infructuoso que no tiene evidencia de resultados tangibles. Muchos más simplemente han dejado la práctica y evitan cualquier oportunidad para participar en ella.
Si deseamos ser honestos, muchos entre nosotros sufren de una desilusión silenciosa de nuestra experiencia en este ritual llamado oración. Nos hemos preguntado: ¿Realmente funciona? ¿Nos escucha alguien? ¿Hace la diferencia? ¿Puede realmente cambiar las circunstancias?
Aunque la oración es tan común, es también algo misterioso y malinterpretado. Al parecer es algo desconocido que más se practica en el planeta tierra. Cientos de libros han sido escritos sobre el tema en todas las generaciones. Se dan conferencias y seminarios en todas partes para explorar los misterios de este antiguo arte llamado oración.
A pesar de todas las preguntas, la confusión y la incertidumbre que rodea a la oración, ésta todavía es el común denominador más grande entre todos los personajes bíblicos y miles de creyentes a lo largo de la historia. Moisés lo practicó. Abraham lo practicó. El rey David, Salomón, Ester, Débora, Daniel, José y los profetas, y, por supuesto, Jesucristo mismo—tuvieron un dinámico y profundo compromiso en su vida de oración. Las anotaciones que se hacen de ellos demuestran el impacto directo de sus oraciones en sus vidas y en las circunstancias y situaciones a las que se enfrentaron.
La evidencia afirma que una cosa es segura: No importa lo que usted piense de la oración, de alguna forma funciona.
La verdadera pregunta no es si la oración es válida o eficaz, sino más bien, ¿entendemos nosotros el arte y conocemos cómo funciona? Es este el desafío que adoptaremos en esta obra a medida que exploramos los principios y preceptos establecidos por el Creador con respecto a la oración y al descubrimiento. Descubriremos también la llave para abrir el propósito y el poder de este común, pero a la vez poco común, arte divino. Comencemos haciendo un viaje a la tierra de la luda, deshaciéndonos del escepticismo y activando el más maravilloso poder que todo ser humano posee: el poder para .influenciar a la tierra desde el cielo por medio de la oración.
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