Abril 25
Cheques del Banco de la Fe - C.H.Spurge
Camina en su integridad el justo; sus
hijos son dichosos después de él.
Proverbios 20:7
Es muy natural que nos preocupemos de
nuestra familia, pero haremos muy bien en atribuir esta solicitud
a nuestro propio carácter. Si andamos delante de Dios en
integridad, haremos mucho mayor bien a nuestros hijos que
dejándoles una gran fortuna. La vida santa del padre es el más
rico legado para los hijos.
El justo deja a sus hijos su ejemplo, lo cual
es una verdadera mina de riqueza. ¡Cuántos atribuyen el éxito
de su vida al ejemplo recibido de sus padres!
Asimismo, les deja su reputación. Los hombres
tienen mejor concepto de nosotros si somos hijos de un
padre honrado, o herederos de un comerciante de excelente reputación.
¡Ojalá todos los jóvenes se preocuparan de conservar
intacto el buen nombre de la familia!
Sobre todo, el justo deja a sus hijos sus oraciones,
y la bendición de Dios que las escucha. Estas hacen que
nuestros descendientes sean favorecidos entre los hijos de los
hombres. Dios salvará a nuestros hijos aun después de nuestra
muerte. ¡Ojalá fuesen salvos desde ahora!
Nuestra integridad será tal vez el medio del
que Dios se sirva para salvar a nuestros hijos e hijas. Si ven en
nuestras vidas la realidad de la religión, tal vez llegarán al conocimiento
de Jesús por sí mismos. ¡Señor, que tu promesa sea
cumplida en mi propia casa!
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