"El Señor es mi luz y mi salvación"
VERSION POETICA DEL SALMO 27
El Señor es la luz que me ilumina
el apoyo en que firme me sostengo,
él es quien me guía y me dirige,
¿a quién pues en el mundo temer puedo?
El Señor me conserva de la vida
el deleznable curso pasajero,
él es el que me asiste y me protege,
¿de quién pues en el mundo tendré miedo?
Solo una cosa del Señor imploro,
pero la buscaré con todo anhelo,
y es habitar en su sagrada casa
todos los días de mi vida enteros.
Gozar de las delicias inefables,
que comunica a sus amantes siervos,
volver a entrar en su mansión divina
y visitarle en su sagrado templo.
A ti te busca mi alma enardecida,
a ti buscan mis ojos con anhelo,
y buscaré, Señor, tu hermoso rostro,
sin descansar hasta que llegue a verlo.
No me escondas, Señor tus dulces ojos,
no separes de mí tu amable aspecto,
y si alcanzar no puedo a complacerte,
no veas con enojo a tu fiel siervo.
Protégeme, mi Dios, no me abandones,
no oigas mis oraciones con desprecio,
porque tú eres el Dios de mi esperanza,
y el que me ha libertado de mis riesgos.
Algún día me viste abandonado,
como huérfano pobre y sin consuelo,
que padres no tenía, y tú piadoso
me recogiste en tu paterno seno.
Enséñame tus leyes soberanas,
guíame por caminos los más rectos,
a causa de mis muchos enemigos,
que me acechan con pérfidos intentos.
¡Oh Señor! a pesar de mis peligros,
mi corazón me dice de secreto,
que iré a verte en la tierra de los vivos,
en la mansión dichosa de los buenos.
Valor pues, alma mía, ten paciencia,
aguarda a tu Señor, haz un esfuerzo,
y recuerda que tu Dios a veces tarda,
pero que nunca niega sus consuelos.
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