Abril 26
Cheques del Banco de la Fe - C.H.Spurge
Y Jehová tu Dios te bendecirá en
todo cuanto hicieres.
Deuteronomio 15:18
El señor israelita debía dar la libertad a su
siervo en el tiempo designado y cuando éste abandonaba su servicio
darle un salario generoso para que pudiera establecerse.
Debía hacer esto cordial y gozosamente; el Eterno prometía bendecir
este acto de liberalidad. El espíritu de este precepto, como
toda la ley de Cristo, nos obliga a tratar bien a nuestros subordinados.
Recordemos cómo nos ha tratado el Señor y que esto nos
obliga a nosotros a tratar a los demás con consideración. Es necesario
que los hijos de un Dios de bondad sean generosos.
¿Cómo podemos esperar que nuestro gran Maestro bendiga
nuestros negocios si somos injustos con los que nos sirven?
¡Qué bendición se promete aquí a las almas
generosas! Si en todo cuanto hacemos somos bendecidos,
tenemos verdadera bendición. El Señor nos la concederá, ora en
la prosperidad, ora en el gozo de espíritu, o por el sentimiento
de su favor, que es la más excelente de las bendiciones. Él nos
hará sentir que somos objeto de sus cuidados especiales y que
estamos cercados de su amor. Nuestra vida en la tierra será así
un gozoso preludio de la vida venidera. La bendición de Dios
vale más que una fortuna. Enriquece y en ella no hay tristeza
alguna.
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