Devocional Día 84
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración
Doce pasos de acción para orar
10. DAR GRACIAS
Después de haber creído, de gracias nuevamente. Comparemos las dos acciones de gracia. Hay una progresión en la oración. La primera acción de gracias expresa su aprecio por el perdón y la misericordia de Dios. La segunda acción de gracias es la más alta forma de fe. Usted agradece a Dios por lo que usted todavía no ve, pero que usted cree que ya ha sido hecho. Eso requiere fe. Si usted realmente cree que cuando usted ora, recibirá lo que pidió, entonces usted comenzará a agradecerle a ÉL No debemos esperar hasta ver la manifestación de nuestras respuestas para entonces expresar nuestra gratitud.
Concluya su tiempo de oración con acción de gracias porque lo que usted pidió ya ha sido recibido.
De hecho, usted no le demuestra a Dios que realmente usted cree sino hasta que usted le agradece. Lo hacemos así con los humanos, pero no lo hacemos con Dios. Por ejemplo, suponga que usted va al banco y habla con el gerente para obtener un préstamo. El banquero aprueba su préstamo y le dice, "considérele hecho. El dinero será depositado en su cuenta". Usted no ve el dinero. Usted no sabe si él lo hizo o no. Pero, ¿qué le responde usted? "Muchísimas gracias". Luego usted sale a continuar con sus asuntos basado en la palabra del banquero. Dios dice, "haz lo mismo conmigo. Agradece antes de que sea registrado en tu estado de cuenta". ¿Por qué? Si creemos en Dios, entonces la respuesta llegará
Con mucha frecuencia bloqueamos las respuestas a nuestras oraciones. La respuesta llegará, pero nosotros nos alejamos diciendo, "no voy a perder mi tiempo creyendo en esto". Entonces, ¿qué pasa? "No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor" (Santiago 1:7).
No bloquee sus oraciones. Comience a dar gracias. Agradezca a Dios hasta que la respuesta sea manifestada. Si alguien le pregunta mañana, "¿cómo está?", simplemente conteste, "estoy agradeciéndole a Él por lo que he recibido". Si le preguntan, "¿cómo se siente?", conteste, "me siento muy bien". "¿Por qué?" "Estoy dándole gracias a Dios por lo que ha de ser manifestado". Cuando usted responde de esa manera, usted comienza a atraer a los ángeles. La Biblia dice, "¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?" (Hebreos 1:14).
Usted puede concluir su tiempo de oración con acción de gracias porque lo que usted pidió ya ha sido recibido. Todavía no ha sido revelado para que las otras personas lo vean.
Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.
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