Devocional Día 23
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración
La autoridad de la oración
La posición que Jesús obtuvo fue transferida al género humano por medio del nuevo nacimiento en Cristo.
¿Qué le da a usted el derecho para orar? La seguridad de la respuesta a esa pregunta en su mente y corazón es esencial si usted quiere una vida de oración. En el capítulo anterior vimos que Dios instituyó la oración cuando Él creó al género humano. Aprendimos que—
La oración es el recurso por el que usted tiene el medio para comunicarse con el Dios invisible. Es el recurso por medio del cual su espíritu se propone afectar o ser afectado por la voluntad y el propósito del divino Creador.
Ese es el propósito de la oración. Sin embargo, ¿en base a qué tiene usted el derecho para orar?
Inicialmente Dios nos dio este derecho en virtud de nuestra relación con Él y nuestro propósito de ejercer dominio sobre la tierra. No obstante, nuestra relación con nuestro Creador estaba rota y nuestra autoridad de dominio embargada por nuestros primeros antecesores. Satanás, en vez del hombre, llegó a ser "el dios de este mundo" (2da Corintios 4:4).
¿Dónde deja esto a las personas en relación a la comunión con Dios y Sus propósitos para la oración? Ellos pasaron a ser extraños para con Él y Sus planes. Así que, ellos—
- se sintieron alejados de Dios.
- estaban inseguros de las buenas relaciones que tuvieron con Dios.
- no supieron lo que Dios quería hacer para ellos y por medio de ellos.
- perdieron el sentido del propósito.
¿Suenan parecidos estos resultados a su propia vida de oración? Si es así, usted debe reconocer que su concepto de la oración fue afectado por razón de la Caída. No obstante, Dios quiere darle a usted una nueva perspectiva sobre la oración, una que refleje Sus propósitos para la redención así como para la creación.
Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.
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