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Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor. Salmo 37:4 BLS

lunes, 4 de julio de 2011

Devocional Día 8

Devocional Día 8
Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración


EL CAMINO DE LA ORACIÓN

Si vamos a quitar la bruma de la confusión sobre la oración para que así podamos ver más claradamente sus características, debemos comenzar por entender las siguientes verdades:

Primero, debemos reconocer que cuando oramos y no obtenemos resultados, es una indicación de que algo anda mal. Dios instituyó la oración y en todo el Antiguo y Nuevo Testamento encontramos numerosos ejemplos de oraciones elevadas y contestadas. Cuando la oración no es contestada, la Palabra de Dios proporciona una indicación del por qué no fue contestada, da una visión de las clases de oraciones que Dios contesta y señala lo que puede impedir nuestras oraciones.

Esto no quiere decir que las respuestas a nuestras oraciones se manifiesten inmediatamente. Por tanto, esto no significa que cada oración basada en la Palabra de Dios y elevada con fe por una persona que está en correcta relación con Dios va a ser contestada—y que es sólo cuestión de tiempo antes que se evidencie la respuesta. Dios contesta tan pronto le pedimos y Él revela aquellas respuestas en Su tiempo. Es por eso que Jesús les dijo a Sus discípulos "que ellos debían orar siempre y no desmayar" (Lucas 18:1).

Segundo, Dios es fiel en contestar la oración. Nuestra interpretación de la oración se ha distorsionado tanto que hemos desarrollado una definición para esa palabra, definición que es exactamente opuesta al verdadero significado de la misma. Cuando afirmamos que algo no tiene oportunidad o solamente una leve oportunidad de que suceda, decimos, "no se ha orado por ellos". Sin embargo, Jesús nos da la seguridad de que Dios oye y contesta nuestras oraciones. Él dijo: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá" (Marcos 11:24, el énfasis fue añadido). La respuesta está tan segura que se nos requiere creer que ya fue dada.

Tercero, la voluntad de Dios y la Palabra hacen el trabajo cuando son comprendidas y puestas en práctica. Si lo cree así ahora o no, la oración hace el trabajo. Como quiera que sea, las necesidades deben entenderse primero. Debemos aprender a orar de una forma que abarque las verdades y los principios de la oración que Dios nos ha dado en Su Palabra. El propósito de este libro es establecer claramente estas verdades y principios. La verdadera oración hará lo siguiente:
  • Establecerá una intimidad con Dios
  • Traerá honor a Su naturaleza y carácter
  • Motivará el respeto por Su integridad
  • Capacitará para creer en Su Palabra
  • Motivará la confianza en Su amor
  • Afirmará Sus propósitos y voluntad
  • Se apropiará de Sus promesas
Dios es amoroso y misericordioso. Él sabe que tenemos limitaciones para entenderlo a Él mismo y Sus caminos, y, que luchamos con nuestra naturaleza caída. Por eso es que Él quiere a veces contestar nuestras oraciones aunque éstas sean débiles y llenas de dudas. No obstante, como un Padre amoroso, Él quiere que nosotros crezcamos y maduremos. No quiere dejarnos en nuestras debilidades e incertidumbre. Él quiere que entremos en Sus propósitos, porque es de la manera en que podemos ser hijos verdaderos de nuestro Padre celestial, trabajando junto con Él y viviendo la vida abundante que Cristo vino a darnos (Juan 10:10). De manera que, a veces, Él detendrá las respuestas a la oración para que le busquemos a Él y los principios de la oración que son esenciales para orar de acuerdo a Su voluntad y para apropiarnos de Sus promesas y poder.

Debido a que la naturaleza de la oración y porque Dios quiere que crezcamos en nuestra fe, orar sin entendimiento o aplicando los principios de la oración es comúnmente inefectiva. Yo quisiera decirles que es una pérdida de tiempo. Trae consigo frustración y motiva a los creyentes a permanecer en medio de los problemas y circunstancias que puedan ser vencidas por medio de la oración — dejándolos incapacitados para cumplir sus llamamientos como sacerdotes de Dios y embajadores ante el mundo. La oración está destinada a ser contestada — de otra forma, Dios nos habría pedido que oráramos. Él no tiene interés en que usted desperdicie su tiempo y esfuerzos. Por eso es que Él es muy práctico. Él se interesa en los resultados, no sólo en "repeticiones" (Mateo 6:7) hechas en la oración. El planteamiento de Jesús para orar también fue muy práctico. Él no oró sin esperar ser oído. Al respecto, Él dijo: "Padre, gracias te doy por haber oído. Yo sabía que siempre me oyes" (Juan 11:41-42, el énfasis fue añadido). Necesitamos saber cómo acercarnos a Dios y saber las clases de oraciones que Dios contesta. Necesitamos orar como Jesús oró.

Removiendo los Obstáculos de la Oración no Contestada Por medio de las verdades y principios bosquejados en este libro, usted puede empezar hoy a cambiar su manera de ver las cosas con relación a Dios, usted mismo y la oración. Usted puede tener una vida de oración eficaz que se desborde sobre las otras áreas de su vida. Dios desea que usted experimente fortaleza espiritual e intimidad con Él para que cumpla Sus propósitos. Los principios que usted descubra le ayudarán a despejar los obstáculos de la oración no contestada que ha estado reteniendo el cumplimiento de su propósito para que pueda entrar en una nueva dimensión de fe, profundo amor hacia Dios y poder para el servicio.

Fuente: Munroe, M. (2005) Entendiendo el Propósito y el Poder de la Oración. Whitaker House. EE.UU.

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